Después de la venta de Isagen por 6.5 billones, es necesario analizar quiénes son los beneficiados y quiénes los perjudicados. El gobierno nacional, en cabeza del Presidente de la República, decidió vender las acciones de la tercera compañía productora de energía del país, Isagén. El dinero de esta venta se va a destinar al Fondo Nacional para el Desarrollo de la Infraestructura, Fondes, y los fondos serán administrados por la Financiera de Desarrollo Nacional, FDN. Con estos fondos se pretende financiar los proyectos más grandes de infraestructura que necesita el país, como las autopistas 4G.
Para entender mejor, es un banco que se crea con la venta de la generadora de energía y con la ayuda del Banco Mundial y del banco japonés, Sumitomo Mitsui, para prestar dinero a los grandes contratistas y así poder financiar los megaproyectos. Son inversiones que generan una rentabilidad para el banco como para los contratistas.
Uno de los afortunados con las licitaciones de las vías 4g es el hombre más rico de Colombia, Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien en el 2015 firmó dos contratos, el primero para construir la vía Bogotá- Villavicencio y Villavicencio – Yopal, con los que tendría ingresos aproximados a 7.7 billones de pesos. En segundo lugar está el empresario nariñense Carlos Alberto Solarte, quien se adjudicó la carretera Mocoa – Neiva y Popayán – Santander de Quilichao. Esto suma ingresos por 1.2 millones de pesos.
También se encuentran constructoras como Odinsa y otras que tienen porcentajes menores en los distintos proyectos de la nación.