Los temblores, aunque han sido identificados con segundos de anticipación e inclusive minutos, aún siguen representando un riesgo latente y un temor exorbitante de todos los seres vivos. En el año 2024, se presentaron diversos movimientos, destacando países como México y China.
Estos son los países que más registraron estos movimientos telúricos, sin necesidad de causar daños mayores.
Actividad sísmica países más afectados por movimientos telúricos en 2024
En 2024, México se consolidó como el país con mayor actividad sísmica a nivel global, registrando cerca de 2000 terremotos de magnitud igual o superior a 4.0, según datos recientes de organismos sismológicos internacionales.
Este nivel de actividad supera ampliamente al de otras regiones tradicionalmente sísmicas como China, Indonesia, Irán y Japón, lo que ha encendido las alertas entre especialistas y autoridades en gestión del riesgo.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) ha señalado que el país, ubicado en una de las zonas más dinámicas del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, experimenta regularmente más de 90 sismos anuales de magnitud superior a 4.0.
Este comportamiento se explica por la interacción de cinco placas tectónicas: la norteamericana, la de Cocos, la del Caribe, la del Pacífico y la de Rivera, que convergen en el territorio mexicano, haciendo del país un punto caliente en términos de geodinámica.
En comparación, China e Indonesia han registrado 186 y 166 sismos de magnitud similar entre 1990 y 2024, de acuerdo con registros de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Estos datos refuerzan la idea de que, aunque Asia es una región de alta sismicidad, México ha tenido un comportamiento particularmente activo durante este año.
Otros países que también destacan por su actividad sísmica son Irán, Japón, Estados Unidos, Turquía, India y Filipinas, todos ubicados en zonas de contacto tectónico.
Italia, aunque con una menor cantidad de sismos de gran magnitud, ha reportado casi 17.000 eventos sísmicos en lo que va del año, 14 de ellos con magnitudes entre 4.0 y 4.9, según la agencia suiza SWI swissinfo.ch.
En América del Sur, Perú continúa siendo una de las naciones más afectadas por movimientos telúricos. Ubicado también en el Cinturón de Fuego, el país registró un terremoto de magnitud 7.0 en la región de Arequipa, lo que puso a prueba los sistemas de emergencia y generó preocupación por la infraestructura en zonas vulnerables.
Por su parte, Taiwán vivió en abril un sismo de magnitud 7.4, considerado uno de los más intensos en su historia reciente, mientras que, en Estados Unidos, el estado de Nueva Jersey fue sorprendido por un terremoto de magnitud 4.8, el más fuerte en esa región desde 1783, según informes.
Expertos advierten que, si bien estas cifras reflejan una tendencia preocupante, la actividad sísmica no es constante ni predecible.
“Los terremotos pueden variar significativamente de un año a otro y de una región a otra. Lo importante es que los países inviertan en prevención, educación y estructuras resilientes”, explicó el geofísico Carlos Valdez, exdirector del SSN.
Con un 2024 particularmente activo en términos geológicos, los eventos recientes subrayan la importancia de la preparación ante desastres naturales en un mundo donde la amenaza sísmica continúa vigente.
¿Está el mundo lo suficientemente preparado para enfrentar este tipo de fenómenos naturales? La respuesta parece depender tanto de la ciencia como de la voluntad política de cada nación.
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