En América, desde el surgimiento de startups hasta políticas gubernamentales que fomentan el progreso, la región está aprovechando las herramientas tecnológicas para catalizar su crecimiento económico y social. El Índice Mundial de Innovación, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la Universidad Cornell y la Insead, se ha convertido en un referente esencial para medir esta evolución.
América Latina: un epicentro emergente de innovación global
El Índice Mundial de Innovación es una herramienta que evalúa el desempeño de los países en términos de innovación. Este índice analiza diversos factores, que van desde la infraestructura y la educación hasta la inversión en investigación y desarrollo. A través de estas métricas, se puede obtener una visión general de la capacidad de innovación de cada nación.
En 2024, el Índice Mundial de Innovación ha revelado que varios países de América están marcando la pauta en el ámbito de la innovación.
Estados Unidos se posiciona como el líder indiscutible de la región, manteniendo su primer puesto en el ranking global. Con una sólida puntuación de 87,5, el país se destaca por su ecosistema de investigación, su enfoque en la educación y un entorno favorable para las startups.
Canadá lo sigue de cerca, con una puntuación de 52,9, destacándose también en áreas de investigación y desarrollo. Este dinamismo en el ámbito tecnológico no solo ha transformado la economía de estos países, sino que también ha influido en sus sociedades.
- Brasil
Brasil ocupa la posición 49 a nivel global con una puntuación de 32,7. Este país ha demostrado un crecimiento significativo en el ámbito de los «unicornios», que son startups valoradas en más de mil millones de dólares. En 2024, Brasil cuenta con 16 unicornios, lo que representa un 1,9% de su PIB. La concentración de talento y la creación de redes de apoyo han sido fundamentales para este avance.
- Chile
Con una puntuación de 56 sobre 100, Chile se posiciona en el puesto 52 a nivel mundial. Su fortaleza radica en la infraestructura, que ha sido un pilar clave para su crecimiento. La capacidad de innovación de Chile ha estado alineada con sus expectativas de desarrollo económico, lo que augura un futuro prometedor.
- México
México, en el puesto 58 con una puntuación de 30,4, ha encontrado su nicho en el sector de la infraestructura y las startups. Empresas como KVAK, dedicada al comercio de vehículos de segunda mano, ejemplifican el auge de los unicornios en el país. La inversión en tecnología ha sido esencial para fomentar un ambiente propicio para la innovación.
- Colombia
Colombia ocupa el puesto 66 con una puntuación de 28,9. Su desempeño en innovación se ha alineado con su nivel de desarrollo. Sin embargo, enfrenta desafíos en outputs creativos, que han limitado su potencial. El enfoque en fortalecer instituciones podría ser clave para mejorar su posición en el ranking.
- Perú
Con una puntuación de 26,7, Perú se encuentra en la quinta posición, aunque enfrenta un camino complicado para alcanzar a sus vecinos. La falta de inversión y un entorno de innovación poco desarrollado son obstáculos que deben ser superados.
- Argentina
Argentina, en el puesto 73 con una puntuación de 26,4, ha tenido un rendimiento por debajo de lo esperado. Su enfoque en la infraestructura y las instituciones es un comienzo, pero se necesita un esfuerzo colectivo para revertir esta tendencia.
- Ecuador
Ecuador, con una puntuación de 19,3, se ubica en el puesto 74 del ranking global. Su declive en el rendimiento con respecto a años anteriores es una señal de alerta, lo que requiere una reevaluación de las políticas de innovación en el país.
Por decimotercer año consecutivo, Estados Unidos se posiciona como el país más innovador del mundo. Su éxito radica en un robusto ecosistema de investigación y desarrollo, instituciones académicas de renombre y una cultura de emprendimiento que promueve la innovación. Ciudades como San Francisco y Nueva York son reconocidas globalmente por ser centros de innovación y tecnología.
La inversión en educación técnica y científica desde una edad temprana, junto con políticas que favorecen a las startups, han creado un entorno ideal para el crecimiento de nuevas ideas y negocios. Además, la estabilidad política y económica de Estados Unidos contribuye a un clima favorable para la inversión.
El panorama de la innovación en América Latina está evolucionando, y aunque aún queda camino por recorrer, los logros en varios países son alentadores. Brasil, Chile y México son ejemplos de cómo las políticas adecuadas y el apoyo a la innovación pueden transformar economías. Con la mirada puesta en el futuro, es esencial que los países de la región continúen fomentando un entorno propicio para la creatividad y el desarrollo tecnológico.
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