El excandidato presidencial intentó que todo saliera como si su renuncia fuera autónoma y no pedida, pero lo cierto es que dentro del partido su nombre ya genera mucha resistencia y existía un consenso sobre una negativa gestión como director. Zuluaga aún tiene que resolver temas legales sobre el escándalo del “Hacker”, además de tratar de recomponer sus relaciones al interior de la colectividad.
Ninguno de los tres precandidatos del movimiento uribista aceptaron ingresar a la Dirección, pues una de las condiciones en teoría es que ninguna persona que aspire a dicho aval, tenga ventaja sobre otra desde la dirección. Ahora se comienzan a mover los nombres de quienes podrían llegar a ese nivel, sin embargo hay una corriente que sostiene la idea de que el expresidente Uribe debe ser el jefe único.
Juan Carlos Vélez, Alicia Arango o una dirección colegiada, son las opciones más claras de no ser Uribe quien maneje el partido. Lo que entraría a cobrar importancia en esta elección, es que fracción del movimiento gana la dirección, pues recordemos que el Centro Democrático es un partido bien dividido.