Luis Fernando Suárez, un caballero de la política

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EDITORIAL


Nuestro editorial para el día de hoy es en relación al gobernador encargado de Antioquia, Luis Fernando Suárez Velez, el mandatario actual que en los próximos días debería entregar de nuevo este honor a Aníbal Gaviria, el gobernador elegido democráticamente por la mayoría de antioqueños en los comicios del 2019 ha demostrado ser no solamente un gran funcionario público sino una persona con unos valores que escasean hoy en día, siendo el más importante la lealtad.

La lealtad parece un término en las antípodas de la política, una lealtad que para nada es la constante en la vida pública, en esa vida cotidiana, que todos los antioqueños y colombianos ven.

A menudo asistimos a peleas políticas, a toda clase de confrontaciones, chismes, guerras jurídicas, escándalos, corrupción; y pareciera un oasis en un desierto pero de otro planeta encontrar personas como Suárez Vélez porque podría ser el único caso en los últimos 20 años de la vida política colombiana en que un reemplazante de un mandatario por cualquier coyuntura no se le tuerce, como se conoce comúnmente en el argot popular, a su predecesor.

Una de las frases que más ha hecho carrera es: para conocer a una persona, dale poder. Luis Fernando Suárez ha demostrado un sinnúmero de veces ser una buena persona, íntegro, que respeta la jerarquía, a sus superiores, no se paseaba por los pasillos de la Gobernación de Antioquia con ínfulas de tirano; miraba siempre a los ojos a su esquema de seguridad y entorno más cercano, sin esconder nada y reconociendo siempre que se le permitiera el liderazgo de Aníbal Gaviria e incluso reclamando su libertad.

No en vano, ha sido un compañero de Aníbal Gaviria Correa durante gran parte de su vida pública, le ha apoyado en tareas muy difíciles como la Secretaría de Seguridad de Medellín cuando Gaviria fue alcalde de Medellín. Suárez, especialista en Epidemiología de la Universidad CES, es una de las personas más cercanas a Aníbal Gaviria y ha tenido distintas ocupaciones que parecieran muy distantes de la política. ¿Será esta la razón de su formación y de la manera en que se comporta?

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Ahora que Aníbal Gaviria recupera la libertad por cuenta de un vencimiento de términos, de una Fiscalía que se queda sin material probatorio y sin argumentos con el pasar del tiempo para torpedear no solamente el ejercicio de gobernante que debe ejercer Aníbal Gaviria, sino la vida pública que puede tener por delante, termina dándole la razón a sectores sociales, académicos, empresariales e incluso políticos que ya habían pedido desde hace mucho tiempo que se le respetara el debido proceso a Gaviria Correa, que no desestabilizaran más a Antioquia.

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Era claro esperar muchas voces que pidieran la renuncia de Aníbal Gaviria para pasar a elecciones, pero en la práctica Antioquia está viviendo un periodo de bastante incertidumbre, de continúas confrontaciones, de algunos episodios que parecían lejanos a esta región y que es necesario que cuente con su gobernador en funciones, con un gobernador que se pueda seguir defendiendo en libertad, que pueda garantizar el liderazgo que el departamento le ha entregado. 

Desde luego, que siga con personas tan leales como Luis Fernando Suárez, un odontólogo de profesión que ha entregado en cada puesto que ha ocupado todo de sí por el bienestar de Medellín y los antioqueños, que como todo ser humano y funcionario público ha podido hacer mejor las cosas, pero en él se ha caracterizado la capacidad de escucha, de discernimiento, de reflexión, de deliberación, de entender que conversar es menester para hacer las cosas bien, siempre ha estado abierto a los medios de comunicación a los entes de control, a una relación respetuosa con la Asamblea de Antioquia y sobre todo un trato horizontal con cada uno de los funcionarios de la Gobernación.

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Hoy en este editorial, queremos resaltar la labor de Luis Fernando Suárez, darle las gracias por lo que ha hecho, aunque es su deber sería bastante egoísta no reconocerle que es un caballero de la política; pues ya no los hay, ya no quedan, muchos se han muerto, otros han preferido salir de la vida pública y otros quedan en la trinchera de la defensa de la ética y la moral, como Suárez, siguen dando ejemplo y permiten mantener esperanza de que la política se puede hacer de una buena manera, de que se puede ser leal, de que se puede tener una capacidad de liderazgo sin desconocer a sus superiores.

Además, porque conocemos que esa relación entre Luis Fernando Suárez y Aníbal Gaviria no es jerárquica, aunque Suárez así lo haga ver en sus formas y maneras, sino que se trata de dos personas que han entendido que el servicio publico trascendental para hacer el bien y que no tienen ambiciones personales distintas a darle mejor calidad de vida a cada uno de los antioqueños.

Esperamos que la Fiscalía le siga brindando todas las garantías a Aníbal Gaviria para que se defienda en libertad, que permita finalizar su periodo como gobernador con certeza de no tener persecuciones judiciales y sobre todo que a Antioquia se le dé un respiro para seguir recuperando un rumbo que en oportunidades parece perdido para enfrentar grandes retos que tiene la región en materia de seguridad, de salud pública, de infraestructura, seguir manejando la situación de Hidroituango y desde luego de seguir luchando contra algunos fenómenos que se han querido tomar el departamento con desestabilización política y corrupción.

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