En medio de un escenario internacional cada vez más incierto, marcado por conflictos geopolíticos, guerras comerciales y tensiones en las cadenas de suministro, las preguntas sobre el verdadero eje del poder económico global se vuelven cada vez más urgentes. ¿Dónde se concentra la riqueza? ¿Y cómo se distribuye está en relación con la población?
Un reciente análisis basado en datos de la ONU y el Fondo Monetario Internacional (FMI), actualizados a octubre de 2024, revela un panorama sorprendente sobre cómo cinco grandes regiones del mundo se comparan entre sí en términos de PIB Mundial y proporción de habitantes.
El contraste entre riqueza y población deja en evidencia profundas desigualdades estructurales en el orden económico mundial.
Distribución del PIB mundial en 2025: las regiones más ricas y más pobladas
El poder económico, en manos de pocos: Según las proyecciones para 2025, América del Norte (compuesta por Estados Unidos y Canadá) y Europa concentran el 52 % del PIB mundial pese a que albergan apenas el 14 % de la población.
Estados Unidos y Canadá, con 388 millones de habitantes (5 % de la población global), generarán 32,7 billones de dólares, lo que equivale al 28 % del PIB mundial. Europa, con 744 millones de personas (9 % de la población), producirá 28,2 billones de dólares (24 % del PIB global).

Este desequilibrio confirma que estas regiones siguen siendo los centros neurálgicos del comercio, la innovación y las finanzas.
Aunque Asia y África contienen la mayor parte de la población mundial, su peso económico está significativamente rezagado, lo cual plantea grandes interrogantes sobre el futuro desarrollo global.
Asia: El continente asiático es, sin duda, el más poblado del planeta. China y la región Asia-Pacífico (excluyendo a China pero incluyendo Medio Oriente, el Cáucaso, Turquía y Oceanía) suman 4.9 mil millones de personas, es decir, el 59 % de la población mundial. Sin embargo, su aporte conjunto al PIB es de apenas el 39 %.
China, por sí sola, representa el 17 % tanto de la población como del PIB global, con una economía proyectada en 19,5 billones de dólares.
Esto indica que ha logrado equilibrar su influencia demográfica con una potencia económica considerable. En cambio, el resto de Asia-Pacífico, con el 42 % de la población, contribuye apenas con el 22 % del PIB.
América Latina: América Latina y el Caribe también muestran una brecha entre su población y su peso económico. Con 668 millones de personas (8 % de la población mundial), la región apenas genera el 6 % del PIB global, es decir, unos 6,9 billones de dólares.
Aunque no tan marcado como en África, este desfase evidencia el estancamiento económico de muchas economías latinoamericanas, aquejadas por problemas estructurales como la informalidad, el bajo nivel de industrialización y la desigualdad.
África: Uno de los datos más alarmantes que muestra el informe es la situación de África. A pesar de contar con 1.500 millones de habitantes (19 % del total mundial), su economía solo representa el 2 % del PIB global, con una producción equivalente a unos 2,8 billones de dólares, una cifra similar a la economía de Francia.
Esto significa que la segunda región más poblada del mundo sigue sin poder traducir su potencial demográfico en una fuerza económica significativa. A lo largo de las décadas, los economistas han insistido en el potencial transformador de África, especialmente por su población joven y creciente, que podría generar una demanda interna robusta y dinamizar el crecimiento económico. Sin embargo, los avances han sido limitados.
En los últimos 45 años, el PIB per cápita apenas ha pasado de 1.000 a 2.000 dólares. Un tercio de la población africana sigue viviendo en condiciones de pobreza extrema.
Las razones de este rezago son múltiples: desde los efectos históricos del tráfico de esclavos y la colonización, hasta la persistente debilidad institucional y la falta de inversión en sectores clave como infraestructura, salud y educación.
Por qué es importante: El análisis de la distribución global del poder económico en relación con la población pone en perspectiva los desafíos que enfrenta el desarrollo sostenible y equitativo.
Mientras un grupo reducido de países continúa concentrando la mayor parte de la riqueza, amplias regiones del mundo —aun con enormes poblaciones— siguen atrapadas en ciclos de baja productividad y crecimiento insuficiente.
Detalles
- América del Norte y Europa: 15 % de la población mundial, 52 % del PIB global.
- China: 17 % de la población y 17 % del PIB, único caso de paridad perfecta.
- Asia-Pacífico (sin China): 42 % de la población, 22 % del PIB.
- América Latina y el Caribe: 8 % de la población, 6 % del PIB.
- África: 19 % de la población, solo 2 % del PIB.
Contexto: En un mundo donde el crecimiento económico se asocia con estabilidad política y bienestar social, las cifras reveladas por esta comparación son un llamado a la acción para cerrar las brechas existentes.
La inversión en desarrollo humano, infraestructura y tecnología será clave para que regiones como África y América Latina puedan aprovechar su bono demográfico y avanzar hacia una mayor equidad económica.
Panorama general: A medida que el sistema económico global evoluciona y nuevas potencias emergen, la capacidad de las regiones menos desarrolladas para incorporarse de manera efectiva al circuito de la producción y el consumo definirá en gran medida el futuro del crecimiento global.
Las cifras proyectadas para 2025 no solo reflejan las dinámicas actuales, sino que también anticipan los retos de las próximas décadas: cómo distribuir la riqueza de manera más justa en un planeta que será cada vez más habitado, pero no necesariamente más equitativo.