María Corina Machado es un ejemplo de liderazgo, de estoicismo y de esa fortaleza interior de la que cada vez nacen menos personas. Hoy en día, los verdaderos líderes escasean, porque el costo de ejercer ese liderazgo es demasiado alto: se paga con la vida, con la familia, con la persecución y con la tortura física, económica y social.
Obviamente, condenamos profundamente que muchos candidatos en Colombia a la presidencia no se pronuncien de manera contundente y sin ambigüedades sobre lo que ocurre en Venezuela. Creemos que esto es un muy mal síntoma, un muy mal olor de quienes pretenden dirigir los destinos de nuestra nación. Los colombianos, los empresarios y las asociaciones en general deben mirar con desconfianza a esos candidatos que no son capaces de condenar lo que está haciendo la dictadura venezolana.
Aunque para algunos parezca lejos, Venezuela está a menos de una hora de Colombia. La película nos la están transmitiendo al lado. Si me pongo poética y tú vas a esa zona, diría que solamente la serranía del Perijá aísla de toda la crueldad del régimen de Nicolás Maduro.
Podemos ahondar en que seguimos confiando y esperando que Estados Unidos, pero ojalá no solo Estados Unidos, emprenda una acción para remover no solo a Nicolás Maduro, sino a toda la red criminal que controla Venezuela. Ojalá que países democráticos, serios y civilizados comprendan que esto no es como muchos quieren vender desde hace años, que Estados Unidos quiere quedarse con el petróleo venezolano.
Estados Unidos es el país con mayores reservas de petróleo del mundo, y la mayoría del petróleo de Venezuela está embargado a China y Rusia. Todos los días salen tanqueros con bandera falsa, como el que recientemente incautó Estados Unidos, con destino a China o Rusia para cumplir compromisos con esos regímenes totalitarios.
Podemos decir que esto no se trata de un asunto político ni siquiera de ideologías. Se trata de comprender que hay un sistema corrupto instaurado en Venezuela que niega al pueblo su derecho a elegir democráticamente. Y cuando eso ocurre, existen tesis, teorías y fundamentos religiosos, filosóficos, éticos, morales y políticos que justifican remover a esa clase de sátrapas del poder.