Por: José Miguel Santamaría Uribe
Llegó el momento de reflexionar acerca de las elecciones del pasado 27 de Octubre, aunque muchos han salido a dar parte de victoria y otros de derrota, solamente hay una realidad, perdió el país. No lo digo porque mi partido no haya obtenido los triunfos que pretendíamos si no porque cada vez es mas evidente que nuestras costumbres políticas están llamadas a recoger.
No podemos caer en la generalización, seguramente en algunas ciudades y municipios ganaron candidatos excepcionales, la generalidad nos dice que ganaron los mismos con las mismas, abundó la compra de votos, la utilización de recursos públicos por parte de los actuales gobernadores y alcaldes para dejar a su sucesor y en muchos municipios los ríos de billete no siempre lícito fueron protagonistas. Yo sigo insistiendo en una frase que los votos cada vez menos de los protagonistas y mas de los contratistas.
Así en las grandes ciudades el voto de opinión y los candidatos cívicos hayan ganado terreno, en la gran mayoría del país los clanes políticos y las viejas costumbres siguen mandando la parada. Elegir candidatos no políticos tampoco es la solución, lo que debemos elegir es buenos políticos y no los malos.
Para que un país sea políticamente viable debe tener partidos políticos fuertes, que elijan a sus candidatos democráticamente, que en cuerpos colegiados sea mas importante el partido que el individuo, esto pasa cada día menos, en estas elecciones los grandes ganadores fueron las coaliciones electorales sin ideología y el caudillismo.
Mientras la reforma política y electoral tenga que pasar por el Congreso será muy difícil hacer los cambios que verdaderamente se necesitan, la receta es conocida pero en la cocina la cambian.
- Listas cerradas para corporaciones públicas donde el partido sea el protagonista por su ideología y sus ideas.
- Financiación total de las campañas por parte del Estado y fuertes sanciones a delitos electorales como la compra de votos, financiación ilícita de las campañas, utilización de recursos públicos etc.
- Segunda vuelta electoral en municipios de mas de determinado número de habitantes.
- Democratización de los partidos políticos donde sus candidatos sean elegidos por mecanismos con participación de sus miembros de manera que le dedo o el bolígrafo dejen de ser protagonistas.
- Transporte gratis el día de elecciones, tema fundamental en lugares apartados donde llegar al puesto de votación es costoso.
- Acabar la circunscripción nacional para el Senado, que sea regional, esto los compromete mas con su región y disminuye el costo de las campañas.
Quiero hacer una fuerte crítica al manejo dado por los medios de comunicación con las encuestas, fue tanta la proliferación de estas, de las diferentes metodologías que desviaron a muchos electores en su voto y en otros muchos casos también a confundirlo. Una fuerte regulación en este ámbito es necesaria.
Por último, la organización electoral debe redefinir los tarjetones, es inconcebible que los de corporaciones públicas no tengan ni el nombre del candidato, esto genera confusión y lleva al error al elector, mas aun cuando la elección de alcalde tiene mucha mas difusión que la de concejales y diputados que los hace poco conocidos.
Esperemos que esta reforma se logre lo mas rápido posible.