El país pudo observar a través de múltiples fotos, videos y testimonios cómo uno de los tantos aguaceros que caen en Medellín terminó colapsando no solamente sus vías, el metro de la ciudad y, en general, Infarto toda la capacidad de transporte, de movilización de basuras, de aguas, y lo que se obtuvo al final fue un caos total.
Medellín no ha tenido por primera vez esta situación; esto se ha repetido en más de siete ocasiones en los últimos diez años, y es que Medellín se infarta con una fuerte tormenta, y la ciudad por su topografía termina sufriendo más que cualquier otra ciudad. Medellín es una ciudad que tiene innumerables construcciones en laderas, siendo la mayoría de ellas construcciones con precarios cimientos en zonas de alto riesgo.
Cuando hay situaciones de clima relacionadas con el invierno, son las familias allí ubicadas quizás las más perjudicadas. Entonces la ciudad enfrenta problemas en sus laderas, problemas en su corredor del río, y obviamente problemas debajo de sus calles.
Y ¿por qué decimos que Medellín necesita una recuperación? Necesita una recuperación porque la ciudad, no queremos enfocarnos en gobiernos buscando culpas políticas, la ciudad ha acumulado varios periodos en donde, por ejemplo, el mantenimiento al alcantarillado, el mantenimiento a todas las redes subterráneas de la ciudad e incluso junto con la red vial, con la malla vial, se terminó volviendo simplemente un asunto, y un gobierno lo priorizaba o no, si un gobierno invertía o no en eso.
La ciudad anteriormente tenía automáticamente unos programas de mantenimiento, prevención, cuidado, de todo aquello que es vital para que la ciudad funcione sin importar el alcalde que estuviese y habló de luces, habló de jardinerías, habló de basura, habló de calles, habló de mantenimiento de quebradas de sus cuencas, lo que no tiene por qué dejar de funcionar.
Lastimosamente, Medellín dejó de hacer eso hace varios años. En consecuencia, cuando se intenta volver a recuperar el control de una ciudad y su orden, obviamente son problemas que se han venido incubando desde hace mucho tiempo y es muy fácil que puedan estallar, y cuando se vayan no lo hacen de la mejor manera.

Medellín tiene que recuperar sus parques, tiene que recuperar su sistema de alumbrado público, tiene que terminar de recuperar muchas calles que todavía no están en buen estado. Medellín tiene que recuperar su esquema de recolección de basuras que era eficiente y un ejemplo a nivel mundial; Medellín tiene que recuperar todas sus cámaras de seguridad de fotodetección y tiene que recuperar sus pasos peatonales y sus semáforos.
Todo lo que la ciudad ha observado, que ha ido en franco deterioro en los últimos años y que ahora se está intentando recuperar, porque hay que decirlo, la ciudad está intentando recuperar. Lo que pasa es que en un momento para otro.
Segundo, cuando hablamos de cariño, esto no es solamente de un alcalde, de unos secretarios, de un consejo o el que diga que quiere más a Medellín; es imposible que la ciudad se recupere y dé un paso adelante y avance, si la ciudadanía no pone de su parte, porque la ciudadanía es el actor principal.
La ciudadanía no puede seguir tirando la basura donde le da la gana, no puede seguir llevando colchones, escaparates, camas, sábanas, canecas y todo lo que le sobra en la casa y en los desvanes a las quebradas; parecía que Medellín ya había recuperado eso hace muchísimos años con la iniciativa de mi río, la que se acabó.
El programa de Linda Calle hizo pedagogía y creó conciencia de eso, pero parece que los nuevos habitantes de la ciudad no tienen clara esa conciencia y Medellín como ciudad tiene que querer todos sus espacios.
Entonces es no permitir que se raye en sus bancas, sus sillas públicas, que se cuiden los postes, que se cuidan los andenes, que se cuide el espacio público, la disposición de los desechos. Medellín pues ha sido muy generosa con muchas personas que tienen sus ventas en el espacio público, excesivamente generosa, pero pues también tenemos que exigir a las personas que cuidan esos espacios que están usando. Entonces es incondicional de que cada persona que está en Medellín le dé cariño a la ciudad…
Cuando cada ciudadano protege y pone su granito de arena desde su hogar con el reciclaje, con el cuidado del agua, con el cuidado de la luz, con el cuidado de todo lo que sean los entornos que los ciudadanos puedan proteger.
Eso realmente es lo que hace una gran sumatoria y la que es determinante a la hora de que a la ciudad le vaya bien, que las personas no se pasen en rojo, que la persona respete los cruces peatonales, que los carros no se parquean en intersecciones, que se ponga una dirección. Que todos los ciudadanos cumplan sus derechos y sus deberes. Eso es lo que Medellín necesita de nuevo.
Y por último, las obras son sin duda alguna una realidad que puede gustar o no, pero la realidad es que el Metro de Medellín no está ni siquiera cumpliendo con su plan maestro. El metro de Medellín tiene un lamentable retroceso en lo que debía estar hoy en día.
Se han comprado unos vagones, se han hecho unas cosas, pero sigue siendo insuficiente para lo que hoy demanda Medellín y el área metropolitana; entonces es necesario que las actuales administraciones sean innovadoras y busquen de una u otra forma que el Metro de Medellín no solamente pueda revisarse desde adentro, entender quizá está pasando.
Que ha llevado a las situaciones que hemos vivido, a entender de dónde vienen los problemas, si han sido sucesos naturales, si ha sido saboteo, si ha sido desgaste, si ha sido error del metro, pero el metro tiene que revisar.
Se tiene que pensar sí o sí en seguir expandiendo el metro de la 80, no puede seguir en planos o sino que digan qué está pasando con el metro de la 80, el metro tiene que pensar en más metro cable, tiene que seguir pensando en que la operación tiene que ser segura, eficiente, cómoda y moderna, pero el metro, tal y como está, hace más de 10 años que le quedó pequeño a la ciudad.
En las otras obras de las que hablamos, sí o sí hay que hacer, y este medio de comunicación ha sido insistente, unas obras de infraestructura vial urgentemente en la ciudad; eso no da más espera, y las crisis como la del lunes, tienen que servir para confirmar esta situación. Medellín no puede escoger un solo modelo de transporte, ni tampoco puede tomar decisiones que vayan en contra de uno u otro modelo. Medellín tiene que avanzar en transporte particular, en transporte público, en transporte de bicicletas, en la movilidad para peatones, pero Medellín no puede seguir estando en un status quo a ver qué pasa o no.
La ciudad necesita obras, necesita intersecciones, necesita puente sobre el río, necesita intervenir urgentemente su corredor del río Medellín y necesita mayor inversión para la movilidad en las 16 comunas.
Entonces es hora de replantear un poco ese manejo de inversión que se le ha dado de infraestructura en la ciudad y pensar en recuperar planes ambiciosos que se han planteado en el pasado y se dejaron en anaqueles y revisar qué tipo de obras podrían hoy transformar a la ciudad, sobre todo de cara a su nuevo gran número de habitantes que demandan servicios de una manera rápida y efectiva.
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