EPM dio un nuevo paso en su proceso de transformación financiera y operativa: este 9 de octubre publicó el aviso de oferta de la primera etapa para vender su participación del 50,00001 % en UNE EPM Telecomunicaciones S.A. (Tigo-UNE), luego de recibir la autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia para inscribir temporalmente las acciones en el Registro Nacional de Valores y Emisores (RNVE).
Con esta autorización, EPM da inicio a la primera etapa del proceso de enajenación, dirigida exclusivamente a los llamados “destinatarios de condiciones especiales”: trabajadores activos y pensionados de la empresa, asociaciones y sindicatos, fondos de empleados, fondos de cesantías y pensiones, y cooperativas, entre otros. Esta fase se enmarca en lo dispuesto por la Ley 226 de 1995 y la Ley 798 de 2002, que regulan la venta de participaciones públicas bajo principios de libre concurrencia y amplia publicidad.
El aviso de oferta ya fue publicado en dos diarios de circulación nacional y está disponible en el portal web de EPM, donde los interesados pueden consultar los documentos oficiales del proceso, como el reglamento de enajenación, el prospecto de información de UNE y el programa de venta.
EPM y la ruta hacia la venta de UNE: una operación de alto impacto
De no concretarse la venta total durante esta primera etapa, EPM avanzará a una segunda fase abierta al público en general, en la que cualquier persona natural o jurídica podrá participar. En caso de que aún queden acciones disponibles, entraría a jugar Millicom, actual socio estratégico de Tigo-UNE, que mantiene un derecho de preferencia para adquirir las participaciones remanentes, según lo establecido en los estatutos y el acuerdo de accionistas.
Según estimaciones recientes, la porción de EPM en Tigo-UNE está valorada en cerca de $2,1 billones, lo que convertiría esta operación en una de las transacciones más relevantes del sector de telecomunicaciones en América Latina. El alcalde de Medellín y presidente de la junta directiva del Grupo EPM, Federico Gutiérrez, ha manifestado que el proceso podría concluirse hacia el primer semestre de 2026, tras completar las tres etapas previstas de venta.
La operación también se enmarca en una ola de desinversiones que ha marcado el sector telco latinoamericano, donde Millicom ha sido protagonista. La multinacional ya ha adquirido operaciones de Telefónica en países como El Salvador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Ecuador, Uruguay y Colombia, consolidándose como uno de los jugadores con mayor expansión en la región.
Por qué EPM decidió vender su participación en UNE
La decisión de EPM de salir de Tigo-UNE no es fortuita. En la última década, la compañía de telecomunicaciones ha presentado seis años consecutivos con pérdidas (2015, 2018, 2020, 2021, 2022 y 2023), que suman aproximadamente $1,4 billones. En contraste, solo en cuatro años (2016, 2017, 2019 y 2024) registró utilidades por $517.840 millones, cifras que muestran un comportamiento financiero volátil y poco favorable para un grupo empresarial de carácter público.
Estas condiciones llevaron a que EPM catalogara su participación en Tigo-UNE como un activo tóxico, es decir, una inversión con bajo retorno y alta exposición a pérdidas. La venta, entonces, no solo representa una estrategia para liberar recursos, sino también una forma de enfocar esfuerzos en sus negocios esenciales: energía, agua, saneamiento y gestión ambiental.
Pese a este proceso de venta, EPM ha reiterado que seguirá siendo una empresa 100% pública, enfocada en el bienestar ciudadano y en el desarrollo sostenible de los territorios donde opera. La decisión de desinvertir en UNE no implica una privatización del conglomerado, sino una estrategia de ajuste financiero que podría fortalecer su capacidad de inversión en infraestructura y sostenibilidad.