Medellín avanza en la consolidación de uno de sus proyectos urbanos y recreativos más ambiciosos de los últimos años. Se trata de ‘Mar Medellín’, una iniciativa que busca convertir al antiguo aeroparque Juan Pablo II en un complejo deportivo y de entretenimiento de talla internacional. Con una inversión superior a los 195.000 millones de pesos, el plan hace parte del Gran Parque Medellín y promete abrir un nuevo capítulo en la historia de los espacios públicos de la ciudad, sin embargo el proyecto ha generado todo tipo de opiniones.
El proyecto contempla la construcción de un mar artificial de 12.000 metros cuadrados de agua dulce, rodeado por 5.000 metros cuadrados de playa con arena fina. Será un espacio de disfrute ciudadano que incluirá piscinas de olas, dos olímpicas y dos semiolímpicas, además de zonas para disciplinas acuáticas como waterpolo, buceo, snorkel, kayaks y remo. Algunas áreas estarán climatizadas hasta los 37 grados, con profundidades que alcanzarán 1,70 metros, para garantizar comodidad y accesibilidad.
Con estas características, Medellín se convertirá en la primera ciudad del país en ofrecer un escenario de este tipo, pensado no solo para el esparcimiento, sino también para la práctica y el entrenamiento de deportes acuáticos.
En este sentido, una de las incógnitas que rodea a este proyecto es cómo se va a realizar el mantenimiento de este escenario, ya que sería alguno nuevo y diferente a las piscinas tradicionales. Por lo qué en 360 Radio hablamos con expertos y mencionaron como se debe realizar el mantenimiento de este tipo de espacios.
“De todos modos, no se tienen los mismos parámetros de una piscina porque los volúmenes de usuarios son mucho menores respecto al volumen de agua que una piscina. Entonces, lo que nos importa o lo que importa en este tipo de elementos es que haya una buena transparencia y un agua de una calidad bastante aceptable. O sea, es un agua que resulta mucho mejor que el agua de un lago natural o artificial”, expresó Mauricio Pinilla de Grupo Carpini.
Asimismo mencionó que el mantenimiento se realiza con químicos y demás se hace de manera remota.“Ese tratamiento se hace con la aplicación de productos químicos donde se concentran en los puntos donde hay usuarios, que son, digamos, en lo que se llaman las playas, y están hechas básicamente para que un gran volumen sea utilizado como para uso náutico, vela, botes, cosas de esas que nos tengan motor. Y ese tratamiento lo hacen a control remoto, con sensores y con actuadores y con todos los elementos de automatización en oficinas centrales de la compañía que fabrica esas piscinas o esos lagos”, expresó Pinilla.

El Gran Parque Medellín
‘Mar Medellín’ se integra a un conjunto más amplio de escenarios conocido como Gran Parque Medellín. Este complejo reúne cinco sectores interconectados: la pista Mariana Pajón de BMX, la unidad deportiva María Luisa Calle, la zona acuática Carlos Mauro Hoyos, el parque central Juan Pablo II y el nuevo mar artificial.
El plan prevé duplicar los circuitos de trote y ciclismo, que pasarán de 1,6 a 3 kilómetros, y aumentar la oferta deportiva de 26 a 39 disciplinas. Esto posicionará al parque como uno de los centros públicos de entrenamiento más completos del mundo, al tiempo que se fortalece su vocación como espacio de integración ciudadana.
Un espacio para todos
El alcalde Federico Gutiérrez ha defendido el proyecto como una apuesta incluyente. Según el mandatario, ‘Mar Medellín’ no está concebido como un lujo, sino como un parque abierto y democrático, en el que todas las familias puedan disfrutar sin importar su condición económica. En su visión, la obra responde al déficit de espacio público que enfrenta la ciudad, donde el promedio es de apenas cinco metros cuadrados por habitante, cuando lo recomendado son siete.
“200 metros cuadrados, reparación completa y mejoría de la pista BMX de Biciclós Mariana Pajón, lo mismo el escenario María Luisa Calle. Mejor dicho, miren, es el mejor parque para la gente de Medellín y para la gente de Colombia y quienes nos visiten del mundo entero. En Medellín están pasando cosas buenas, Medellín está mejorando. Y esto es lo que pasa cuando los recursos se administran con transparencia. La platica de los impuestos de los ciudadanos rinde y se ven las cosas. Estas obras completas estarán listas en abril del 2027”, expresó el alcalde Federico Gutiérrez.
La administración municipal insiste en que este esfuerzo no significa descuidar otros frentes sociales. Programas como Buen Comienzo, la educación, la salud, la movilidad y la recuperación ambiental se mantienen en marcha, mientras el parque se desarrolla como un proyecto complementario para mejorar la calidad de vida urbana.
“Este es un megaproyecto que vuelve a poner a la ciudad de Medellín a otro nivel, la pone a soñar, es un proyecto colectivo, es más espacio público, no sólo es unas piscinas y un mar artificial o una playa artificial, no, eso hace parte de un conjunto de más de 12.000 metros cuadrados de espacio público donde se van a tener más de 33 disciplinas deportivas en donde la ciudad va a poder contar con espacio público de calidad que no vamos a tener que cerrar vías para hacer ciclovías como las tenemos los fines de semana o que tengamos que irnos a encerrar a centros comerciales”, dijo el concejal Alejandro de Bedout
Las obras iniciaron en agosto de 2025 con la renovación de la pista Mariana Pajón y la unidad María Luisa Calle, que se espera entregar antes de finalizar el año. En noviembre comenzará la intervención del parque Juan Pablo II y, en paralelo, se proyecta que la construcción del complejo acuático arranque en el primer trimestre de 2026. Si los plazos se cumplen, el mar artificial estaría listo para abril de 2027.
Este cronograma escalonado busca garantizar que los distintos escenarios deportivos no se cierren de manera simultánea y que la ciudadanía pueda seguir utilizando las áreas que no están en obra.

Impacto económico y turístico
La administración ha señalado que el proyecto, financiado en su totalidad con recursos públicos, generará alrededor de 800 empleos directos durante su construcción. A largo plazo, se espera que Mar Medellín impulse el turismo deportivo y recreativo, atraiga visitantes nacionales e internacionales y contribuya a fortalecer la marca ciudad.
El parque no solo será un atractivo urbano, sino también un dinamizador de la economía local, pues se proyecta como sede de eventos deportivos, culturales y comunitarios que movilicen a distintos sectores.
‘Mar Medellín’, un proyecto urbano que divide opiniones en la ciudad
Entre las principales fortalezas del proyecto se encuentran la creación de nuevos espacios públicos, la ampliación de la oferta deportiva y recreativa, la generación de empleo y la proyección internacional de Medellín como ciudad innovadora. Además, representa un paso hacia la reducción del déficit de espacio público que históricamente ha limitado la calidad de vida de los habitantes.
Sin embargo, desde que se dio a conocer el proyecto le han llovido críticas. Algunos sectores han cuestionado que se priorice una obra de esta magnitud en lugar de destinar los recursos a necesidades como movilidad, vivienda o empleo.
El concejal, José Luis Marín del Pacto Histórico, es uno de lo que más han criticado este proyecto con vehemencia manifestando las otras necesidades que necesitan ser cubiertas en la ciudad como es el tema de vivienda donde centenares de familias se ven sin la oportunidad de acceder a casa propia o vías de acceso a los diferentes barrios en las zonas más altas.
“Más de 35.000 familias en Medellín no tienen dónde dormir o están hacinadas en condiciones inhumanas, pero lo único que le hace falta a Medellín es Mar”, expresó el concejal Marín.
Además, ha generado críticas por parte de los diferentes líderes sociales de la ciudad, que manifiestan su inconformidad como es el caso del abogado Óscar Montoya, quien pone en tela de juicio el accionar del Concejo Distrital frente a este proyecto, pues este no hace parte del Plan de Desarrollo que le aprobaron al alcalde Gutiérrez.
Una apuesta de ciudad
Más allá del debate, ‘Mar Medellín’ refleja la intención de la ciudad de innovar en la manera de pensar y usar el espacio urbano. La idea de un mar artificial en medio de las montañas puede parecer impensada, pero al mismo tiempo evidencia la capacidad de Medellín para reinventarse y ofrecer alternativas de recreación, deporte y convivencia.
El éxito del proyecto dependerá de su capacidad para cumplir los plazos, mantenerse dentro del presupuesto y, sobre todo, responder a las expectativas ciudadanas. Si logra consolidarse como un espacio abierto, incluyente y sostenible, Medellín no solo ganará un parque icónico, sino también un nuevo símbolo de identidad colectiva.
En definitiva,’Mar Medellín’ es mucho más que una obra de infraestructura: es una apuesta por la democratización del espacio público, por el fortalecimiento de la participación comunitaria y por la construcción de una ciudad que sigue soñando en grande, incluso en aquello que antes parecía imposible.
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