La Alcaldía de Medellín avanza en la planificación de lo que sería el séptimo metrocable del sistema integrado de transporte, un proyecto con el que la ciudad busca mejorar la conexión del corregimiento de San Antonio de Prado, el más poblado del país, antes de que finalice el actual periodo de gobierno.
Aunque la futura línea todavía se encuentra en fase de diseño y estructuración técnica, el alcalde Federico Gutiérrez confirmó que la meta de la administración es dejar el proyecto licitado, adjudicado y con cierre financiero antes del cambio de gobierno. El anuncio lo hizo durante el informe de rendición de cuentas de mitad de cuatrienio, en el que reiteró la prioridad que tiene la movilidad para la ciudad.
El proyecto busca conectar a San Antonio de Prado-Medellín, el corregimiento más poblado del país
Según explicó el mandatario, el objetivo es que el proceso contractual quede suficientemente avanzado para garantizar la continuidad del proyecto. “La idea es dejarlo licitado y financiado. Ojalá alcancemos a iniciar obras, pero por lo menos que quede adjudicado, con diseños definitivos y recursos asegurados”, señaló.
San Antonio de Prado, que supera los 160.000 habitantes, ha experimentado un acelerado crecimiento urbano en las últimas décadas. Lo que durante buena parte del siglo XX fue un corregimiento con características rurales, se transformó a partir de la construcción de grandes proyectos de vivienda social y privada, lo que incrementó de manera significativa la presión sobre su infraestructura vial.
Esa dinámica ha convertido los desplazamientos hacia el centro y otras zonas de Medellín en un reto cotidiano. En condiciones de tráfico pesado, los trayectos que en situaciones normales no superarían los 30 minutos pueden tardar más de una hora y media, especialmente en las horas pico.
Si bien la ciudad adelanta otras intervenciones para mejorar el acceso al corregimiento, como la ampliación de la vía de La Limona, una obra que contará con una inversión superior a los $80.000 millones, la administración reconoce que la solución estructural pasa por integrar el territorio al sistema de transporte masivo.
El gerente del Metro de Medellín, Tomás Elejalde Escobar, explicó que el proyecto se encuentra actualmente en etapa de factibilidad y que se espera contar con los resultados de esos estudios el próximo año. Con esa información, se avanzaría en el cierre financiero y en la estructuración definitiva del proceso de contratación, con miras a iniciar la fase contractual en 2027.
Dentro de los análisis técnicos, la Alcaldía y el Metro evalúan distintas alternativas de movilidad. Una de ellas contempla que el metrocable pueda complementarse con un sistema de buses de tránsito rápido (BRT), lo que permitiría ampliar la cobertura y mejorar la capacidad del corredor.
Será a partir de 2026 cuando se conozcan con mayor precisión los costos del proyecto y el esquema de financiación, un paso clave para definir el alcance final de una obra llamada a transformar la movilidad de uno de los territorios con mayor crecimiento poblacional de Medellín.