Mercados de carbono en la porcicultura: riesgos, oportunidades y regulaciones

La porcicultura colombiana avanza en sostenibilidad y mercados de carbono, con nuevos modelos circulares, energía renovable y regulación climática, según expertos del 5º Foro de Sostenibilidad 2025.

Foto: Cortesía

En el segundo día del 5º Foro de Sostenibilidad: Mercados de Carbono 2025, organizado por PorkColombia en el Hotel Dann Carlton de Barranquilla, se desarrolló la agenda técnica, que abrió con un panel enfocado en la transformación ambiental del sector porcícola y su entrada a los mercados de carbono.

Las intervenciones estuvieron a cargo de Julián Cifuentes Sánchez, Ariadna Correa Ramos y David Quevedo, quienes expusieron avances, riesgos y oportunidades para el gremio.

La porcicultura colombiana avanza hacia los mercados de carbono con sostenibilidad, energía limpia y mejores prácticas

La porcicultura colombiana avanza hacia los mercados de carbono con sostenibilidad, energía limpia y mejores prácticas
Foto: Cortesía

La apertura estuvo a cargo de Julián Cifuentes Sánchez, subdirector de Sostenibilidad de PorkColombia, quien presentó el Decálogo de Sostenibilidad de la Porcicultura Colombiana, un marco compuesto por diez principios que articulan legalidad, ordenamiento territorial, economía circular, biodiversidad, conservación, energía renovable y responsabilidad social.

“Todos los principios están interconectados”, afirmó Cifuentes, subrayando que la legalidad ambiental es la base: permisos, registros y cumplimiento normativo son indispensables para avanzar en sostenibilidad. Explicó que PorkColombia trabaja con corporaciones autónomas regionales para acompañar a los productores en este proceso.

También destacó el uso de análisis geoespacial para orientar el crecimiento ordenado de la porcicultura, identificando zonas aptas para desarrollar proyectos sin comprometer la sostenibilidad ni la viabilidad económica.

Uno de los ejes más robustos del decálogo es la economía circular, donde el porcino antes considerado un residuo, se transforma en recurso valioso:

  • Fase sólida: se convierte en compost para regeneración de suelos.
  • Fase líquida: Se usa en biodigestores para capturar biogás, producir energía térmica o eléctrica y obtener bio, un biofertilizante con alto potencial agrícola.

Cifuentes mostró evidencias de cultivos hidropónicos y pasturas fertilizadas con compost y bio, con crecimientos notablemente superiores. Esto demuestra, según afirmó, que el sector ya dejó atrás el concepto de “desecho” y opera bajo un modelo de circularidad.

El subdirector de Sostenibilidad también expuso las posibilidades energéticas del biogás:

  • Biodigestores tipo Taiwán.
  • Biorreactores de flujo ascendente.
  • Lagunas cubiertas para metanogénesis.

La combinación de estas tecnologías permite generar energía térmica, electricidad y complementar la producción con energía fotovoltaica. “La porcicultura puede convertirse en un motor de generación energética para las regiones”, afirmó Cifuentes.

El decálogo incluye acciones de biodiversidad, restauración de ecosistemas y reforestación con enfoque en servicios ecosistémicos, como regulación hídrica o prevención sanitaria. Asimismo, promueve la aplicación de mejores técnicas disponibles para reducir olores, optimizar la alimentación por fases y minimizar efluentes.

También subrayó la importancia del relacionamiento comunitario y la responsabilidad social como factores clave para la sostenibilidad territorial.

Finalmente, Cifuentes conectó todos los pilares con el futuro del sector en los mercados de carbono: “Muchas granjas ya están capturando bonos. Este es el punto de partida para convertirnos en líderes en mercados de carbono”.

El segundo turno fue para Ariadna Correa Ramos, Analista de Cambio Climático de StoneX, quien presentó el tema “Perspectivas globales del mercado de carbono: Riesgos y oportunidades”.

Correa contextualizó la importancia del mercado frente al acelerado avance del cambio climático, mostrando cómo fenómenos extremos –como el racionamiento de agua en Bogotá o las lluvias torrenciales en Europa– evidencian la urgencia de reducir emisiones.

Explicó que el Acuerdo de París reconoce los mercados de carbono como instrumento clave de financiación climática y detalló los factores que están dinamizando su crecimiento:

  • Marcos regulatorios más estrictos.
  • Demanda de descarbonización de sectores productivos.
  • Mecanismos como CORSIA para la aviación.
  • La entrada en vigor de impuestos fronterizos al carbono (CBAM).
  • Inversión creciente de bancos y fondos en proyectos climáticos.

Según Correa, los riesgos que deben anticipar los porcicultores son:

  1. Aumento de regulaciones que exigirán medición y reducción de emisiones.
  2. Barreras a exportaciones si no se demuestra trazabilidad y cumplimiento ambiental.
  3. Presión climática de grandes cadenas de suministro que exigirán proveedores con huellas verificadas.
  4. Reputación y competitividad: no actuar puede excluir a empresas del mercado.

La experta también resaltó oportunidades:

  • Certificar biodigestores para obtener créditos de carbono.
  • Sustituir fertilizantes sintéticos por biofertilizantes y certificar la reducción.
  • Acceder a financiación verde con tasas preferenciales.
  • Incrementar eficiencia y reducir costos operativos mediante tecnologías renovables.
  • Posicionarse en mercados “premium” que valoran prácticas sostenibles.

Correa concluyó recordando que los mercados voluntarios y regulados crecerán intensamente hacia 2030 y 2050, creando condiciones favorables para el sector porcícola.

El cierre del panel estuvo a cargo de David Quevedo, abogado experto en mercados de carbono y consultor de la Asociación Nacional de Actores del Mercado de Carbono (AsoCarbono), quien presentó el tema “Acción climática a través de los mercados de carbono en Colombia”.

Quevedo explicó el marco legal vigente:

  • El impuesto al carbono creado en 2016.
  • El Decreto 926 de 2017, que habilitó la no causación mediante créditos.
  • La Resolución 1447 de 2018, que creó el RENARE.
  • La reforma tributaria de 2022, que redujo al 50% la posibilidad de no causar el impuesto, afectando precios y demanda.

Actualmente, Colombia cuenta con 327 proyectos en seguimiento, de los cuales 244 están certificados, y el mercado supera los 5 billones de pesos en recaudo histórico.

Quevedo enfatizó que el mercado colombiano avanza hacia un sistema regulado que asignará topes de emisiones por sectores productivos. Ante esto, invitó al gremio a preparar estrategias conjuntas:

  • Proyectos asociativos entre granjas para compartir costos.
  • Mejor medición y trazabilidad de emisiones.
  • Certificación de proyectos de reducción (biodigestores, nutrición, manejo de estiércoles).
  • Innovación en tecnologías que capturen o eviten emisiones.

También respondió inquietudes del público, subrayando que la medición, certificación y trazabilidad requieren equipos técnicos especializados, lo que refuerza la importancia del acompañamiento gremial.

El primer panel del 5º Foro de Sostenibilidad confirmó que la porcicultura colombiana está dando pasos firmes hacia un modelo productivo alineado con el clima, la biodiversidad, la energía renovable y la economía circular.

Al integrar estos avances con el creciente mercado de carbono, PorkColombia abre una oportunidad estratégica para que el sector se convierta no solo en productor de alimentos, sino también en un actor clave de la acción climática nacional.

Lea también: Ajuste del salario mínimo 2026: los precios y servicios que se encarecerán con el aumento

Salir de la versión móvil