Mi voto

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Por: José Félix Lafaurie


El 27 de mayo decidiremos sobre el presidente que necesita el aquí y el ahora del país, y sobre aquel con la visión para reconstruir el futuro de Colombia, en un momento decisivo de la vida nacional.

Aquí y ahora, estamos infestados de coca y narcotráfico, mientras el microtráfico se toma las ciudades y amenaza nuestros niños. Ese dinero maldito repone las pocas armas entregadas por las Farc y fortalece a sus disidencias, al ELN y las bacrim, y así la prometida paz no aparece en Tumaco, Chocó o el Catatumbo, ni en regiones donde la violencia regresó y el Estado no llega. La corrupción hace metástasis, propiciada por la mermelada del Gobierno, mientras las obras públicas y los servicios a los más pobres se convierten en botín de pícaros.

Aquí y ahora, la justicia está carcomida por su concubinato con la política y con mezquinos intereses, mientras la JEP se arroga competencias y vulnera instituciones, en su afán de garantizar impunidad a las Farc y “escurrirle el bulto” a las víctimas.

Por eso necesitamos un presidente comprometido con LA LEGALIDAD; que recupere la seguridad, la soberanía territorial y la dignidad de la Fuerza Pública; que enfrente la reforma de la justicia y, sobre todo, que le notifique a la delincuencia que “el crimen no paga”.

Aquí y ahora, la economía se estanca. El Gobierno se ufana del crecimiento del primer trimestre (2,2%), pero ya no soportadoen la construcción o la actividad minero-energética, sino en el sector financiero (¡6,1%!), que no trasladó al consumidor de crédito las reducciones de tasas de interés y, ¡claro!, se dispararon sus utilidades que hoy le “restriega” orgulloso al país.

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Por eso necesitamos un presidente comprometido con el EMPRENDIMIENTO que mueva la economía; con arrojo para aliviar de tributos a las empresas, no para que se enriquezcan, sino para que produzcan y generen más empleo; y para subir salarios, no para amenazar la inflación, sino para aumentar la demanda agregada y generar crecimiento real. Un presidente que crea en el valor estratégico del campo.

Aquí y ahora la inequidad persiste, con la salud y la educación en primer lugar. Por eso necesitamos un presidente comprometido con la EQUIDAD, más allá del discurso populista; un presidente que crea de verdad en la salud como sustrato del desarrollo y en el valor transformador de la educación. Necesitamos a Iván Duque en la Presidencia de la República.

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