La ecuación es muy sencilla: si la capital y sus habitantes quieren avanzar, tienen que elegir a Miguel Uribe Turbay como su próximo alcalde. Por el contrario, si quieren regresar a las épocas de Samuel Moreno y de Gustavo Petro, pueden permitirse votar por la señora Claudia López…
Por: Andrés Felipe Gaviria
Al pan, pan y al vino, vino; las cosas como son. Hay que comparar y ver, dejar a un lado los apasionamientos para fijarnos en las convicciones, formaciones y actuaciones de las personas. En política, la coherencia y la consecuencia son elementales, vitales e ineludibles, y eso hay que tenerlo presente en las próximas elecciones.
Es cierto, no nací en Bogotá, pero siento a la capital como mi segunda casa y definitivamente este es un territorio maravilloso, lleno de buenas personas y en donde abundan los recursos productivos, artísticos y empresariales muy importantes que no pueden desaprovecharse. Bogotá y sus municipios aledaños conforman un gran formato de ciudad región que está infravalorado, no hay espera para más y debe ponerse a pensar en grande a estos territorios.
Desafortunadamente la capital del país ha tenido una serie de administraciones consecutivas nefastas, las cuales han puesto el odio, el resentimiento, la envidia, la mediocridad y la demagogia por encima de todos las necesidades y los intereses de cada uno de los bogotanos.
Hoy Bogotá sigue siendo una ciudad poco productiva, competitiva y bastante insegura. Parece ser una ciudad sin cariño y sin convencer realmente a quienes están allí de quererla. Parece que no existiera un sentido de pertenencia por la capital y esto es bastante lamentable porque esta es una de las causas principales del fracaso de las ciudades y de la sociedad.
Es innegable que Bogotá es una ciudad de propios y extraños; de migrantes y es la que ha acogido a sin número de personas provenientes de todos los rincones del país y que hemos llegados allá en busca de oportunidades. Hoy más que nunca estoy convencido de que es el momento de hacerle una retribución a todo lo que nos ha brindado y que empecemos a corresponder ese buen recibimiento y esa calidad de vida que no has permitido tener progresivamente.
En ese sentido, es menester que en las próximas elecciones los bogotanos y todos los que pueden votar allí, sin importar si son oriundas de esta ciudad tan importante, se pongan, no la mano en el corazón, sino que piensen y le pongan racionamiento lógico, inteligencia, sabiduría y sapiencia a su voto.
Si hacen esto, se van a encontrar con que Miguel Uribe Turbay, candidato que cuenta con el mayor número de movimientos sociales, ciudadanos, religiosos, partidos políticos, entre otros, es quien reúne las cualidades, capacidades, actitudes y requisitos para ser un buen alcalde en Bogotá.
No se trata solamente de ser un buen alcalde; no es solamente salir electo y ya. Miguel Uribe Turbay sería más que ese alcalde que se elige y que las personas esperan que termine su periodo. Me atrevo a decir que él será mucho mejor alcalde que Enrique Peñalosa, porque no hay ni modo de comparación con las administraciones de Gustavo Petro y Samuel Moreno, quienes hoy están tratando de llevar a Claudia López a la alcaldía mayor.
Bogotá tiene la necesidad de contar con alguien el Palacio de Liévano que sea visionario, inteligente y responsable; que crea en los proyectos de largo aliento, así como en los programas y proyectos de política pública, porque una ciudad como Bogotá no puede encenderse y apagarse cada cuatro años con un gobierno distinto y cambiar el ciclo.
Es hora de las grandes obras para Bogotá; es hora de construir grandes intercambios viales; es hora de avanzar en la construcción del metro que licitará la alcaldía Peñalosa; es hora de avanzar en la articulación de nuevos planes de transporte público urbano en Bogotá y sacar los SITP provisionales que solamente contaminan y acaban con la salud de los bogotanos. Es hora de avanzar en la construcción de más cables, tranvías, metros ligeros y hacer más que la primera línea del metro de Bogotá.
Todo esto es solo posible con una persona que no tiene resentimientos, con una persona que se caracteriza por su inteligencia y que nunca ha sido castigada por malos manejos como sí lo ha sido Claudia López, pero más allá de eso, con una persona que ama Bogotá, que la ha recorrido y que conoce cada una de las localidades y sus necesidades.
Todo esto es solo posible con una persona que sabe tratar bien a las personas, que no es grosera; que su genio, su temperamento, su conducta y su forma de ser no serán un problema o un inconveniente porque esa persona sabe tratar a los demás.
Esa persona es Miguel Uribe Turbay, alguien decente, educado, inteligente y que generará en Bogotá un largo proceso de cambio y renovación que solamente podrán los bogotanos y quienes allí residen si elegimos a este candidato.
Sin temor alguno, no tengo la más mínima duda que si Claudia López gana las elecciones, nuevamente estaremos condenados a vivir en una ciudad de retrasos, odios, venganzas, rabias y de cientos de miles de problemas que acabarán dinamitando lo poco que se ha construido.