Nadie por encima de la ley pero todos con las mismas garantías

Compartir

EDITORIAL

La Corte Suprema de Justicia se ha equivocado de cabo a rabo en la forma en que maneja muchos de sus procesos, lo cual le ha generado cierta deslegitimación.


Cerrando la tarde del día martes 24 de julio, el mundo político sucumbió en el país: se conocía el trino por parte del expresidente y senador, Álvaro Uribe Vélez sobre su renuncia al Congreso por el llamado que le había formulado la Corte Suprema de Justicia a indagatoria por un proceso en el que está involucrado él y otro congresista, llamado Álvaro Hernán Prada.

Era un proceso que se venía conociendo más por los medios de comunicación y por las filtraciones que los entes judiciales le hacían a algunos periodistas adeptos a la izquierda y enemigos de Uribe, que lo que los ciudadanos, o por lo menos los interesados, podían conocer a través de lo que tradicionalmente se debería hacer, y lo que en un país serio se hace, y es a través de comunicados oficiales y no filtrados por la Corte Suprema de Justicia. En el caso de Álvaro Hernán Prada, él también se entera de este caso por un medio de comunicación.

Allí se está cometiendo un craso y delicado error, y es que la justicia está trabajando de la mano con los medios de comunicación para hacer presiones, filtrar, enrarecer el ambiento y eso, no solamente es anticonstitucional, sino que también es un mal proceder.

El expresidente Uribe solicitó hace varios meses a través de su abogado que se le escuchara en versión libre y la corte nunca atendió este caso. Algo muy similar a lo que pasó con el exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero, que fueron personas que a través de rumores fue que se enteraron que serían llamados a indagatoria y pidieron ser escuchados en versión libre, pero la Corte nunca atendió ese llamado. Aquí queda una gran interrogante y es ¿por qué pasó eso?

Le puede interesar:  ¿El presidente quiere cambiar las reglas del juego o no cumplirlas?

También es llamativo cómo la Corte está generando una nueva forma de procedimiento y desconociendo incluso jurisprudencia que han sentado ellos con casos que han juzgado, y con manejos que le han dado algunos personajes de carácter político.

En primer lugar, para la Corte parecen haber delitos de primera, segunda y tercera categoría; parece que algunos delitos que se cometieron sí estaban en entornos justificables y otros sí eran en entornos completamente ilegales, cosa que es absolutamente traída de los cabellos.

Uribe Vélez, y ningún colombiano, debe estar por encima de la ley, incluido el mismo el presidente, tanto Juan Manuel Santos como Iván Duque, pero todos los colombianos tenemos que tener garantías y que se nos respete el artículo 29 de la Constitución que es el de la presunción de inocencia y el debido proceso, que aquí se viola todos los días fragantemente.

Y es que la Corte no puede juzgar de una forma un miércoles y juzgar de otra forma el jueves con un mismo caso, con un mismo entorno, con un mismo contexto, pues no se entiende si es que acá hay dos leyes paralelas y se le aplica según a cada cual, a qué ideología o a qué partido político pertenezca.

No es un buen mensaje, no es coherente, no es lógico que estén a punto de meter a la cárcel al expresidente Álvaro Uribe Vélez mientras unos guerrilleros que cometieron toda clase de crímenes y de vejámenes contra la sociedad estén en el Congreso de la República, eso no se vería en en ninguna parte del mundo y a todas luces es algo contradictorio y lo que están alimentado es un desorden civil en Colombia y más polarización, más peleas, más confrontación porque se ve como un persecución contra el expresidente Uribe.

Le puede interesar:  Ecopetrol, piedra angular que no se puede descuidar

Si a Álvaro Uribe Vélez lo van han visto, le han comprobado, hay pruebas fehacientes, hechos contundentes, sin modificaciones, sin testigos falsos de que él cometió un crimen en toda su carrera política o en su vida privada tiene que responder, ni más faltaba, como cualquier colombiano pero realmente en este caso hay elementos que no permiten ni siquiera entender que se está procediendo de la manera más transparente, pero sobre todo, de una manera coherente por parte de la Corte Suprema de Justicia.

Esperamos, por el bien del país, que la justicia salga a la luz pública, que actúe en consecuencia coherencia y legitimidad, y que para nada se permita tener ni siquiera un ápice de duda en el proceso que se le sigue a Uribe y en las decisiones que se tomen, porque sería lamentable para el país y lo lamentarían desde las altas cortes hasta los ciudadanos del común.

Última hora

Le puede interesar

[mc4wp_form id=”74432″]