La presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas, aseguró que el país no enfrentará sobresaltos en las facturas de gas natural durante 2026. Según explicó, los ajustes se mantendrán dentro del rango del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, lanzó una advertencia clave, dos regiones sí verán incrementos considerables en sus recibos desde comienzos del próximo año.
Se trata de los hogares residenciales de Antioquia y el Eje Cafetero, donde las tarifas podrían aumentar entre 20% y 25% a partir de febrero de 2026. El alza, señaló Murgas, obedece exclusivamente a la renovación de los contratos de suministro de gas, que fueron firmados recientemente a precios mucho más altos que los de años anteriores.
Aumento en la tarifa de gas impactará a usuarios residenciales desde 2026 en Antioquia y el Eje Cafetero
La entidad explicó que los contratos que abastecen a Antioquia y al Eje Cafetero vencieron el pasado 30 de noviembre. Al suscribir los nuevos acuerdos, las empresas debieron asumir valores superiores, en un contexto nacional de menor disponibilidad de gas y mayor presión sobre los costos de producción.
El impacto no será inmediato. Aunque los precios del gas se actualizan en enero, el ajuste comienza a verse reflejado en las facturas del mes siguiente, por lo que los usuarios sentirán el incremento desde febrero.
La advertencia llega en un momento en el que el sistema gasífero colombiano opera con menos holgura. En los últimos cinco años, el país ha contado con una oferta promedio de 1.074 GBTUD, cifra que ha venido disminuyendo y que ha forzado una mayor dependencia del gas importado. Este ha representado entre el 7% y el 19% del total disponible recientemente, una tendencia que presiona los costos internos.
¿Habrá riesgo de interrupciones en 2026?
Murgas señaló que para 2026 se prevé un déficit del 26% en el suministro nacional en firme. Parte de esa demanda deberá cubrirse con gas importado mediante contratos que garantizan continuidad, y otra parte con producción nacional ya contratada.
No obstante, existe un porcentaje de la demanda que dependerá de campos que aún están en fase de pruebas y no en producción comercial. Esto podría generar interrupciones en escenarios de contingencia, como mantenimientos no programados o fallas técnicas.
“Estamos operando al límite; no tenemos margen de maniobra para reaccionar a contingencias”, advirtió Murgas, al presentar el panorama energético para el próximo año.
El mensaje del gremio fue claro, l a operación del sistema se encuentra altamente tensionada. Aunque hay garantía de suministro para 2026, no existe un colchón suficiente para enfrentar eventos inesperados.