Nelson Osorio en 360: “¿Qué es el Holmismo? En el Valle se cuajó una manera liberal progresista, de entender la política desde los años 50, y eso se llamó el Holmismo”

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360 Radio habló con el autor del libro El deber y la vida, un tributo de Nelson Osorio al finado Carlos Holmes Trujillo


360 Radio: Una conversación muy importante. Sobre un libro que ve la luz, el día de hoy, un libro sobre un gran colombiano. Que tuvo oportunidad de aportarle al país desde distintas posiciones y que lamentablemente por cuenta de la pandemia del Covid partió, fue una persona que sin lugar a duda en este momento sería protagonista en primera fila de la vida pública de nuestro país.

Para ello, hemos hecho una invitación a Nelson Osorio Lozano, él es una de las personas que más sabe de arte en nuestro país, es abogado de la universidad del Rosario, se ha desempeñado como diplomático, profesor universitario, conferencista, gestor cultural, analista, biógrafo, investigador histórico y curador de arte. Hoy curador de una de las mejores salas en todo el país; en el edificio Atrio en la ciudad de Bogotá, ha sido condecorado por el gobierno de Italia y por la Santa Sede en el Vaticano.

Nelson ha escrito y se puso en la gran tarea que demanda una responsabilidad inmensa; escribir sobre la vida de Carlos Holmes Trujillo. El deber y la vida, quien fuera canciller, ministro de defensa de nuestro país, alcalde de Cali, diplomático y quien sin lugar a duda estaba siendo una de las figuras más importantes y relevantes de nuestro país, que falleció, como ya les contaba.

Hoy en un libro, a través de páginas maravillosas, se plasma lo que fue su vida, lo que le queda al país, el calor de su familia y quién más que Nelson para escribir sobre una gran persona, como lo fue Carlos Holmes.

Nelson Osorio (N.O.):

Qué alegría estar en 360 Radio, que alegría este lazo que nos une; mi amor profundo por Antioquia, obviamente esta es una red nacional, pero sí subrayo que mis años en Medellín como lo han sido para mi hermano son de lo más maravilloso de nuestras vidas, mi cercanía a los diferentes gobiernos regionales, alcaldías.

Hay punto que me es muy caro porque enlaza mucho de mi propia vida como funcionario público, es increíble, pero completo, abundantemente, treinta años de servicio al Estado en diferentes posiciones, dentro y fuera de Colombia.

Y la verdad de los muchos privilegios que tuve fueron; el de ser secretario privado de la canciller, Noemí Sanín, durante todo su cuatrienio, de llevar a nuestro presidente, César Gaviria a la OEA, de acompañar al expresidente Julio Cesar Turbay Ayala casi cinco años en su última misión pública como embajador ante el Vaticano, de acompañar la vida y martirio de Guillermo Gaviria Correa y el ejercicio de gobernadores como Eugenio Prieto y de nuestro gobernador Aníbal Gaviria Correa.

Yo sí te digo que realmente cuando repaso mi vida pública que arranca en el gobierno Barco y de alguna manera no ha concluido, a pesar de que tengo conexiones laborales vigentes con el grupo Bancolombia y otras organizaciones; con organización Ardila Lule, donde he servido muchos años, es de gran cariño en medio de esa familia especial pues sí te digo que considero un inmenso privilegio que por plebiscito de sus cuatro maravillosos hijos; Carlos Mauricio, Camilo, Ivancito y Rodrigo haya sido yo el escogido para plasmar este primer testimonio.

Este primer tributo a ese colombiano enorme que mencionas y que tuve el privilegio de encontrar en mi vida hace treinta años marcándome y  creo que desde la sinceridad, desde el cariño más profundo y desde la confianza que sus cuatro hijos generan como mis grandes amigos, pues me atreví a tomar la pluma, a investigar profundamente, a valerme de mi condición de académico de la historia para ir a la academia hermana del Valle, para hablar con voces tan autorizadas como la de su hermano José Renán Trujillo García y sondear poco un también esa estirpe del llamado Holmismo.

¿Qué es el Holmismo? Los que de alguna manera hemos trajinado en lo público; en Bogotá, en Medellín, sin embargo sabíamos que en el Valle se cuajó una manera liberal progresista, de entender la política desde los años 50, los años precisamente del nacimiento de Carlos y de José Renán y eso se llamó el Holmismo, entonces investigarlo para sus propios hijos, para sus propios nietos.

Carlos deja dos nietos, pues ha sido una experiencia absolutamente maravillosa, reveladora y que me ha llevado a incrementar mi cariño, mi veneración profunda por este hombre que nos dejó a los 69 años con todo por delante, pero con una carrera que se remonta a sus 25 años de edad desde el Japón.

Yo podría hacer una disertación completa de la vida de Carlos que he estudiado pero imagínate un joven abogado vallecaucano, recién llegado su bebé en brazos, recién casado, llegar a Tokio, llegar a Sophia University; el fulcro, la joya de la corona de la educación jesuita en el Asia; una de las tres universidades más competitivas del Asia, y graduarse y estudiar en inglés y japonés ocho años. Eso dice mucho ya de la disciplina de este chico caleño de veinticinco años, bueno cartagüeño, caleño que se mueve a Tokio y que arranca ahí una vida increíble.

Entonces quise profundizar un poco en la raíz vital del Holmismo, de su increíble padre Carlos Holmes Trujillo Miranda, vencedor sucesivo de diecinueve elecciones políticas embajador en Moscú, Tokio y Berlín ,presidente del congreso en varias ocasiones y precandidato presidencial.

Yo creo que la vida de Trujillo Miranda ya de por sí es de leyenda y para tú poder entender las claves de lo que Carlos fue y a su lado Renán tienes que remontarte a esta historia de esfuerzo personal, que yo creo que lo más cercano de la historia Antioqueña reciente que hayamos vivido puede ser, Marco Fidel Suarez o Belisario Betancourt; personas realmente venidas de lo profundo de la entraña que se quiere ir casi del agro, del campo y transformadas en líderes increíbles.

Esa es la historia de Trujillo Miranda que los hizo a ellos dos, a Carlos Junior y a José Renán, vivir toda la vida tan orgullosos de este papá que de unas fincas de Cartago, saltó a la más alta diplomacia y a las más altas posiciones de la república. Murió de sesenta años Trujillo Miranda y eso es algo que también me lleva como a una reflexión, vidas relativamente breves; terminadas trágicamente, Trujillo Miranda murió un accidente absurdo en su propia casa y Carlos pues, nos lo arrebata el Covid en 21 días, y bueno, hay de todo ahí. Hay mucha emoción.

360:

Antes de hablar del libro de qué trae el libro yo quiero tratar de formular la mejor pregunta posible y es: sabes que la política para muchas personas puede ser antipática; hay personas que no les gusta la política por un montón de avatares que trae consigo, pero perfiles como el de Carlos Holmes tenía algo distinto, desde su génesis. Desde la esencia y era algo que permeaba, corazones, mentes, que permeaba sobre todo fibras; que es lo que muchos políticos o la mayoría no logran tocar.

En tu fuero personal, en tu recorrido y lo que has podido escuchar de la gente que ha trabajó con él, de sus entornos más cercanos ¿Qué rescatas de ese hombre? ¿Cuál era ese milagro que él lograba? Y estoy seguro, que no estoy siendo exagerado con ese contacto personal, que hacía que cuando Carlos Holmes conocía a una persona liderara una organización, no un equipo, en definitiva, todo fluía bien, todo cambiaba y se convertía en un hombre de confianza para misiones excepcionales y así lo al final de los días.

N. O.:

Realmente yo sí estoy curado de espantos, vengo atendiendo ministros y presidencias, desde los años noventa, la política y la vida de palacio; debo decir que no tiene secretos para mí, lo digo sin envanecerme, yo he sido un cortesano del palacio de Nariño, de San Carlos toda mi vida, y rematé en el Vaticano y en mil lugares donde la posibilidad por ejemplo de ser el secretario privado de la canciller de la república me llevó; palacios, presidencias, bueno lugares de poder.

He visto ejercer el poder, incluso en Alpujarra donde acompañé a tres gobernadores de Antioquia en la más absoluta cercanía, en el piso doce, entonces yo realmente sí soy bastante objetivo cuando juzgo o evalúo un liderazgo y la verdad; la particularidad es que Carlos nunca fue mi jefe, lo vi obviamente en su rol de ministro, cuatro carteras imagínate, siete embajadas, para cuando yo lo encuentro él ya ha sido alcalde de Cali, que además fue prácticamente el único cargo de elección popular que él ocupó, bueno además de constituyente.

Carlos fue un político, pero muy pronto comprendió que lo suyo era la labor ejecutiva; el contacto, como bien lo describes, con equipos, Enrique Vargas Lleras era muy joven y lo encuentra cuando entra el primer día el Ministerio de Educación por Dios, era el año noventa y dos, era el año de los quinientos años de nuestro encuentro con España, era un año tan importante; los Juegos Olímpicos, la expo mundial en Sevilla, toda la reunión de ministros de todas las carteras, pero especialmente de educación y cultura Iberoamericana.

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Era un año tan importante, y yo recuerdo que Enrique Vargas Lleras, mi compañero en el Rosario, también quedó seducido por esa persona tan clara, tan firme, tan ecuánime, tan decente a la hora de pedirte las cosas. Realmente Carlos dulcificaba cualquier ambiente de trabajo.

No lo estoy canonizando, ¿me entiendes? Pero como sí tuve esa inmediación próxima, yo creo que hay una clave interesante; y esos años japoneses por esto lo quise poner de presente, el que ha vivido ocho años en medio del Shinto, del Zeen, de esa tranquilidad, de esa paz meditativa de los jardines de Akasaka, de Daichu donde era su campus en Sophie University, yo creo que los años japoneses de Carlos construyen una persona muy especial.

Él se fue muy caleñito, muy salsero, muy rumbero muy recién casado, prácticamente de luna de miel con su esposa del momento, Vicky Saavedra un gran amor para él, una palmireña y regresa convertido en un en un pensador y Carlos papá que ya lo había tenido allá en Tokio durante la primera embajada que ocupó Carlos Papá, vio siempre en Carlos, esa disposición del gran funcionario y derivó en cambio a José Renán a la política activa, a las curules, a las diputaciones, al concejo de Cali.

Yo creo que fue muy sabio Carlos (papá), en orientar sus dos hijos en dos maneras diferentes: uno al congreso y a las corporaciones colegiadas, que implica meterse, y Carlos haciendo demostración de su gran carisma, su capacidad de estudio.

Hace poco, finalizando el gobierno de Aníbal Gaviria, fuimos a Bruselas donde él ejerció por seis años la embajada de Colombia, toda la negociación del TLC Colombia – Unión Europea, y era impresionante entrar al gran cuartel general de la Unión Europea, y era ese cariño, pero desde los conserjes de la entrada, hasta los comisarios europeos. Lo vi en el Palacio de Nariño, el 7 de agosto del 2018, él a todas las delegaciones extranjeras, como canciller le correspondía estar a la derecha del presidente recibiendo en el besamanos tradicional del palacio de Nariño al nuevo presidente.

Eran abrazos, no era la frialdad del diplomático. Llegaba el japonés y le hablaba en japonés, y llegaba el americano, y él hablaba en perfecto inglés. La carrera diplomática, que es tan dura, me refiero a la institución, protege los derechos de promoción y de ascenso de los diplomáticos de carrera, realmente tuvo en él un momento de absoluto entendimiento y tregua en cualquier tensión, porque a lo largo de sus siete misiones diplomáticas, es escaso el diplomático recomendado que él llevó, él se apoyó en los equipos profesionales del ministerio y con todos trabajó, a todos quiso, a todos promovió en su año y medio de canciller.

Entonces diría, una condición humana realmente impresionante de educación, cortesía, para pedir incluso las cosas más álgidas, lo hacen un ser un poco raro, incluso en el mundo del poder.

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Twitter: Camilo Trujillo

360:

Cuando las personas tengan este libro en sus manos pueden esperar encontrar una biografía tradicional – que sería muy válida -, encontrar unas líneas sobre las apreciaciones de las personas que lo rodearon en su vida laboral y personal, ¿Qué les diría a esas personas que van a buscar ese libro? ¿Qué van a encontrar? ¿Cuál es esa magia que se va a desprender de cada una de las páginas?

N.O.:

He sido biógrafo de algunas personalidades de este país, por encargo de su familia o porque finalmente el tema lo merece. Recuerdo especialmente un gran trabajo sobre el doctor Carlos Ardila Lülle, ahora que murió, que nos ha sumido en un luto muy profundo, rescato mucho esta investigación tan profunda. Me llevó a ir a Alemania a investigar todas las raíces de la inmigración Alemana, a los santanderes, la llegada de los Lülle, su entronque Antioquia. Es un trabajo bastante abundante que será oportunamente presentado en su momento, ahora de forma póstuma.

La de Carlos tiene un componente emocional muy profundo, porque si bien el doctor Ardila se prestó generosísimamente para que recopiláramos juntos momentos de su vida, la proximidad que yo tuve con Carlos fue inmensamente mayor, el hecho de que sus cuatro hijos me la hubieran encargado con toda la confianza, cariño y conmoción de su cercana muerte, porque yo arranco más o menos a mitad del año pasado, y él había muerto casi a finales de enero, sentíamos todavía ese vacío inmenso.

Yo diría que los lectores encontrarán una narrativa muy cálida, nada pesada, nada ‘ladrilluda’ como suelen ser las hagiografías y más bien me enfrento a esos pasajes menos recientes y por lo tanto un poco olvidados, sobre todo de mucho público no necesariamente Vallecaucano, que es donde arranca la vida de ellos. La vida en Japón; la experiencia como alcalde de Cali, que realmente se la gozó.

Él coincide de Andrés Pastrana en el caso de Bogotá y de Juan Gómez Martínez en el caso de Medellín, fueron esos primeros alcaldes por elección popular que eran solo por dos años. Esos primeros dos fueron realmente de un entusiasmo, de un contacto con el pueblo, con la gente y esa ciudad de Cali ‘pluriétnica’, esa ciudad afro, indígena por la cercanía al Cauca, esa ciudad del pacífico, pero también con tanta antioqueñidad, tolimenses, amazonía. Él gobernó para todos. Realmente dos años que a él lo marcaron muchísimo y que nunca olvidó, entonces me gusta hacer una un énfasis allí.

El papel de su compañera para este momento, María Inés Pantoja, madre de Iván Trujillo Pantoja, un gran ejecutivo colombiano de hoy que admiramos y en general esa compenetración de esta pareja Carlos y María Inés por Cali. Luego, lo que más me consta, su interesantísimo paso por la constituyente, su aporte al tema de la participación, del tema plebiscitario referendario.

Hay por lo menos cuatro o cinco títulos de la constitución, donde el constituyente Holmes Trujillo participó directamente. Sus salidas al extranjero que parecería que lo alejaron un poco del meollo político, pero en realidad fueron también embajadas todas tan importantes: Washington, OEA, Moscú, Viena, Naciones Unidas, Estocolmo, Bruselas, realmente más que la actividad bilateral, se enfocaba en el tema multilateral.

En Viena, con la consecución de recursos para [enfrentar] el narcotráfico; en Estocolmo todo el tema de los derechos humanos; en la OEA momentos muy difíciles en nuestras relaciones regionales con Venezuela y demás; y lo de Bruselas tuvo el tiempo suficiente para ser la gran figura latinoamericana en la Unión Europea y luego periodos académicos, en el Rosario. Él era egresado de la muy antigua y venerable Universidad del Cauca en Popayán, pero hace del Rosario su casa bogotana y fuimos encantados, todo el cuerpo de profesores y alumnos, de tenerlo con nosotros en su break político.

Y luego, fundador del Centro Democrático, como sabemos, muy buscado por el presidente Álvaro Uribe y en el gobierno Duque con toda la dignidad y decoro derrotado en la consulta interna hace cuatro años, recibe el encargo de tener las dos carteras más importantes de cualquier Estado: las Relaciones Exteriores y la Defensa nacional.

360:

Carlos Holmes lo mencionaba, estuvo en dos carteras en su última etapa de la vida pública, las más importantes: la Defensa de un país y la Cancillería, una Cancillería que empezó tratando de entender ese escenario mundial, cómo estaba Colombia, cómo se recibían las relaciones y luego una cartera de Defensa en épocas de COVID, en épocas de un post acuerdo de paz, también nuevas amenazas regionales, ¿Cuáles fueron esos momentos más complejos para Carlos Holmes en esta última etapa de su vida pública en esas labores tan importantes?

N.O.:

San Carlos también fue mi casa, yo he transcurrido en ese Palacio entre entradas y salidas 14 años, y en momentos muy álgidos. El día a día de un canciller de la República, la gente no se lo imagina. Empieza a las 6:00 de la mañana y todavía son las 12 de la noche y estamos ahí oyendo los pasos de Manuelita Sáenz o las botas de Simón Bolívar que llega a descansar. Es un Palacio tan mágico y al mismo tiempo tan ‘empeñativo’. En el sentido de lo que se está decidiendo allí porque marca la vida de millones de colombianos dentro y fuera de nuestras fronteras.

Estoy seguro de que Carlos a pesar de sus embajadas, llegar a San Carlos fue esa carga histórica, de ese ese viejo Palacio, por todo lo que lo rodea a uno. Yo creo, lo que él denominó el cerco, todo ese tema de Venezuela lo agobió, lo trasnochó, le hizo ganarse incomprensiones incluso, de viejos amigos, de viejos expresidentes. No hay un expresidente, desde Gaviria hasta el presidente Duque para el cual Carlos no haya sido un alfil de sus equipos.

Hablamos de liberales, conservadores, partidos emergentes como el Centro Democrático, o el partido del presidente Santos, la formación del presidente Duque, en todos estuvo Carlos, pero no como un puestero más que se rifó a lo largo de treinta años de burocracia los más altos cargos, sino como un consejero fidelísimo y cerca a todos: Gaviria, Samper, Pastrana, dos Uribe, Santos y Duque. Es una carrera realmente muy impresionante.

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El tema de Venezuela lo agobió, lo preocupó, siempre le sacaba momentos de cierto furor que eran muy ajenos a su propia personalidad tan controlada, el caballero realmente de la política y la diplomacia que siempre fue, pero creo que ese tema fue de los más álgidos. Él no era nuevo en enfrentamientos bipolares.

Pasó por Moscú, vivió el ascenso de Putin; estuvo en lugares tan complejos como la OEA; Escandinavia donde siempre hay un sesgo o un ojo muy crítico hacia Colombia en el tema de derechos humanos; el Parlamento Europeo donde tampoco es que nos den palmaditas en la espalda todo el tiempo; Viena donde la ONU aprueba el presupuesto antidrogas; las embajadas de Carlos siempre fueron  de las más exigentes y donde se requería no un embajador ‘coctelero’, sino un embajador listo al lobby, a la coalición, a la candidatura, a la alianza, al apoyo, entonces eso en cuanto a relaciones exteriores.

Yo creo que el acto de patriotismo de pasar digamos de un terreno conocido como relaciones exteriores, a defensa nacional, lo asumió con todo el honor; y no era tampoco ninguna aparecido ahí, había manejado el orden público de una ciudad del tamaño de Cali -tres millones de personas-, había sido alto consejero para la paz del gobierno Samper, había manejado en la OEA temas delicadísimos del tratado interamericano de asistencia recíproca el TIAR.

Y todas sus embajadas tenían un componente obviamente antidrogas, en Rusia; compras en Escandinavia, en Bruselas por no decir Washington. Entonces cuando alguien dijo “no, pues este señor sabe de todo menos de defensa”, pero para nada, al contrario, yo creo que difícilmente había habido en Defensa una hoja de vida, desde que tenemos ministros de defensa civiles, que lo fue precisamente en el primer gobierno del que fue ministro Rafael Pardo Rueda en el gobierno Gaviria, su colega y además con un tema de paz muy involucrado también. 

Carlos realmente terminó su vida, además todos sabemos, él se contagia prácticamente en una gira final al Caribe, en una guarnición o donde fuera, pero pues él nunca paró.

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Twitter: Camilo Trujillo

360:

La última pregunta. Carlos Holmes, lo mencionabas, se contagia en el Caribe trabajando porque nunca paró de trabajar, nunca paró de visitar poblaciones, guarniciones, llevar mercados, trasladar ayudas, estar en un avión, en un helicóptero. ¿Cómo fueron esas últimas semanas?

Y sobre todo, ahora mencionaba los días que estuvo en la clínica, pero lo cierto es que el país venía siguiendo muy de cerca la evolución de él, estaba bien, estaba bien, y de un día para otro, en un día y medio, dos días, recibimos la noticia a la madrugada, fue muy a la madrugada, hacia las cuatro de la mañana de su fallecimiento. ¿Cómo fueron las últimas semanas, últimos días, pasar de pronto poco tiempo con su familia?

N.O.:

Pues te lo te lo dirá Iván por la cercanía y yo también pues con Camilo y Carlos Mauricio igual Rodrigo. Fue tan sorpresivo, digamos que todos estábamos acostumbrados a los recorridos de él por el país, y creo que ahí en esa ida a Santa Marta hace una pausa digamos personal.

3, 4, 5 de enero lo acompaña pues su última señora, Alba Lucía Anaya, una figura que yo también en el libro debo decirlo con mucho cariño rescato, desde el punto de vista de su involucramiento como gran embajadora, como gran consorte de político, como una mujer que le proporcionó 20 años de compañía excelsa en muchos ambientes; y creo que está su hijastro Leonidas Lara Anaya, que les acompaña.

Creo que el contagio, esto no es chisme, pero fue digamos en grupo, al grupo familiar; él traía, según me relatan los hijos, unas afecciones cardiorrespiratorias relativamente controladas, pasa a Barranquilla, a hospitales, a clínicas digamos de mayor nivel, y luego ya con todos los privilegios y las exigencias propias de su condición de Ministro de Defensa Nacional.

Es hospitalizado en el Hospital Militar Central, que todos sabemos que es un centro de punta, de investigación, eso se fundó en el Gobierno militar del presidente Gustavo Rojas Pinilla, pero los que vivimos en Bogotá sabemos perfectamente que el Hospital Militar Central es un emblema de esta nación, en cuanto a calidad de sus médicos, tiene incluso -yo conozco-, un piso reservado a los máximos cargos de la nación, al señor Presidente de la República, se puede hacer ahí sus chequeos con su familia, lo mismo el ministro de la defensa nacional.

Viví exactamente ese mismo carrusel, que estaba mejor, que se estaba mejorando; obviamente entiendo que los hijos tuvieron demasiadas restricciones, la señora Alba Lucía pues también tenía síntomas, tenía todas las restricciones para poder acompañarlo. Creo que varias veces Iván, Camilo, Carlos Mauricio se acercaron o tenían pues la posibilidad de verlo tras un vidrio o algo así.

Pero efectivamente los días finales son impresionantes porque él tiene una mejoría notoria, sufre un deterioro, un primer infarto o accidente cardiovascular, y se recupera, y tiene el definitivo que pues de una manera tan sorprendente ese 25, 26 de enero pues se nos informa que ha fallecido.   

Yo creo que los hijos no tuvieron ya contacto visual, se entregan unas cenizas que son a las cuales pues se hace el gran homenaje en la capilla de la Escuela Militar de Cadetes, donde el obispo Castrense saliente Monseñor Fabio Mutis oficia las exequias, donde vemos esas escenas tan conmovedoras, de sus cuatro hijos.

Creo que la señora Anaya no pudo tampoco siquiera participar por vía de su propio estado delicado del momento, también los hijastros, Lara Anaya, se hicieron presentes, fueron tres personas: Alba Lucía, María José y Leonidas, Lara Anaya que en su condición de hijastros gozaron del amor, el cariño, la protección de su padrastro, esto es un hecho, digamos verídico.

Y bueno, y nos quedamos todos un poco huérfanos, ¿No? De estupefactos, en los dos ministerios que ocupó, en Cali, la ciudad de su amor; a su único hermano, el doctor José Renán, que pues difícilmente se ha recuperado, esa relación fraterna, de dos únicos hermanos con 4 años de diferencia, con un amor absolutamente entrañable el uno con el otro, dedicados a ambos a las faenas públicas, compañeros de mil aventuras políticas y forjados por el mismo papá y mamá en el estudio, en la disciplina y en el amor fraterno.

Es también una página de la cual no se habla mucho, él tiene además de sus cuatro hijos, de las personas que lo acompañaron, como madre de sus hijos, a su hermano, José Renán, que, pues, lo llora sincerar. Eran todo el uno para el otro.

Y yo también pues sí, tuve acceso a diálogos fraternos con el doctor Trujillo, José Renán. Y yo también tengo un solo hermano, y no me quiero imaginar lo que sería perderlo, somos simbióticamente unidos, nos llevamos diez meses. Entonces, sí, algo murió dentro del doctor José Renán al recibir las cenizas de su único hermano.

360:

Nelson, hay una pregunta recurrente, ¿este libro dónde lo va a poder conseguir la gente? ¿A partir de cuándo? 

N.O.:

Yo creo que esto va a ser como una bola de nieve, porque inicia como un tributo a solicitud de los chicos, de los hijos; y bueno hay momentos políticos bien interesantes, Camilo Trujillo pues está aspirando a ocupar una curul, de esas mismas que su abuelo y su tío ocuparon con tanto honor, y el Valle y varias regiones de Colombia que recuerdan la insurgencia liberal, el resurgimiento liberal del Holmismo, pues acompañarán quizás esta aspiración.

Pero digamos haré un lanzamiento digamos semipúblico, semiprivado familiar en Cali, tiene todo el sentido, es la ciudad de Carlos, que gobernó, donde estudió su bachillerato, donde llegó muy niño desde Cartago, donde Carlos Holmes papá pues construyó su inmenso caudal político.

Esto será el próximo lunes en horas de la tarde, en el Club Ejecutivo de Cali, y la editorial que hemos escogido con gran cuidado, una editorial casi artesanal en lo bella, desde el tratamiento de las imágenes, traemos una galería de 60 fotos familiares, extraídas de los álbumes Iván, de Camilo, de Carlos Mauricio, hermosísimas, fotos, muchas de ellas inéditas en su vida pública, en su vida internacional, en sus embajadas, en la relación con sus nietecitos, incluido el bebé que deja de Iván y su esposa.

Taller de Edición Roca fue la editorial escogida para este trabajo delicadísimo, elegantísimo. Hemos hecho un primer tiraje, alrededor de 3 mil, 5 mil ejemplares que creo que van a ser insuficientes; porque además colocándola seguramente a un precio muy asequible, vamos a anunciar muy pronto una edición masiva. El libro es una manera bastante propedéutica y humana de repasar 60-70 años de vida política colombiana regional, nacional y también de gestión extranjera, de gestión internacional.

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Creo que a cualquier incluso estudiante de gobierno y relaciones internacionales, que fueron las materias en las que Carlos fue nuestro docente en el Rosario, es un manual, y así lo quise, yo por mi propio espíritu docente hacerlo, y rendirle este tributo.

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