¡No a la alborada!

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A estas alturas cualquier persona en el mundo, especialmente en nuestro país, Colombia, debería tener claro que la pobreza no es sinónimo de cosas malas o que la riqueza no cambia la manera de ser o la esencia de las personas. A través de distintos casos podemos encontrar personas muy adineradas que no tienen nada de cultura, educación, respeto o normas de convivencia; así como podemos observar a personas pobres, quienes son personas realmente cultas, se saben comportar y siguen la ley a pesar de tantas dificultades.

Dejando esto claro, queremos abordar el gran problema que significa la alborada para el país en general, pero especialmente en Medellín y todo el departamento antioqueño. Lastimosamente Antioquia ha sido quien lidera el deshonroso ranking de los quemados por pólvora, en donde los niños siguen ocupando una importante parte de la lista.

La pólvora la puede tirar el rico, el de estrato medio o el pobre. Claramente en los barrios en donde se vive con más fervor y con más folclor la navidad, es donde se registran más quemados con pólvora, pero insistimos, no quiere decir que porque las personas sean de bajos recursos, tenga que ser los mayores promotores de la alborada.

En los últimos días se ha desarrollado una campaña en contra de la alborada muy fuerte, #NoALaAlborada, campaña con la que 360 Radio se identifica, brinda y expresa todo su apoyo, pero somos conscientes y sabemos que poco ayudará para que no se queme ningún volador, ninguna papeleta, algún tote o volcán durante la noche del 30 de noviembre y la madrugada del 1 diciembre.

Parece que por “cultura” y por seguir estilos ponderados por las mafias conocidas en nuestro país, a las personas no les importa gastarse el poco dinero que tienen para quemar pólvora o en el caso de las personas con dinero, quemar todo su efectivo en pólvora porque les importa un “pepino” el resto de la comunidad, los animales y los problemas que esta pueda generar.

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Es evidente que el problema es la falta de cultura. No es el estrato, no es la edad, no es el sexo, no es la condición económica o en dónde viven, pero el llamado y sobre todo la reflexión tiene que partir desde el control de la autoridad, la cual parece no existir, y obviamente a los mismos deberes de las personas. Sería un poco ilógico culpar a la Policía o al Gobierno por la quema de pólvora que hacen los inadaptados, cuando por ley esto es algo prohibido y no se debería usar en Colombia, pero como las leyes en este país se “la pasan por la galleta”, y nunca le sucede nada al que las incumple, a no ser que sea que tanga alguien que se la “monte”, y le haga una persecución, que es lo únicos casos en los que sí funciona la justicia. Tristemente este es el actual funcionamiento de nuestro sistema judicial.

Lo normal sería que como en cualquier ciudad o país civilizado del mundo, la pirotecnia sea controlada y manipulada por expertos,  que se celebre la navidad de una manera tranquila,  en donde se pueda ver el verdadero valor y significado de estas fiestas, sin la necesidad de tirar voladores o quemar cualquier tipo de pólvora, como sucede habitualmente en Medellín, en Antioquia y en Colombia. Pero no, desafortunadamente en esta alborada vamos a ser testigos de una gigantesca quema de pólvora en la ciudad y en muchos municipios, además de ser testigos de cómo la Policía hará poco o nada porque simplemente es incontrolable saber quién quema pólvora y en dónde. Aunque se puedan hacer ciertas capturas, sería ineficiente porque quedarían miles de personas sin capturar.

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La denuncia ciudadana se ha fortalecido y sin lugar a dudas esta noche el 123 en Medellín colapsará, no van a contestar, las patrullas no van a dar a basto o no van atender los llamados por lo que acabamos de expresar. No es culpa de la Policía, aunque falta una reacción, organización y una prevención, pero no podemos tampoco querer creer utópicamente que las personas van a dejar de quemar pólvora por que la prohibieron, pues en nuestro país las normas no se respetan.

No sabemos hasta cuándo tenemos que soportar este fenómeno tan nefasto para nuestra sociedad. No sabemos hasta cuándo tengamos que aguantarnos a personas que se creen muy malas, muy charras o simplemente muy astutas por quemar pólvora. Por algo nos falta para ser un país de primer mundo. Por algo estamos tan mal. Por algo el retraso en tantos temas que agobian a la sociedad del día a día. Por algo nuestra economía débil. Por algo cada vez las personas se empobrecen más. Por algo no hay cultura del ahorro, no avanzamos en temas de competitividad o productividad, porque preferimos quemar un volador, preferimos la parranda, preferimos el desorden, en vez de trabajar día a día por un país desarrollado, consiente de sus responsabilidades, en donde se cumplan las reglas, deberes y si se exijan los derechos.

En Colombia nos mata el folclor y para eso no hay ninguna cura.

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