Con la iniciativa Antioquia Emergente, la Universidad EAFIT no solo busca posicionar a Antioquia como un motor económico del país, sino también entender las dinámicas que transforman la región. Claudia Restrepo Montoya, rectora de la institución, destaca la importancia de conectar educación, tecnología y talento humano con las necesidades del territorio. En esta conversación con Revista 360, aborda cómo la universidad se convierte en un puente entre el conocimiento y las oportunidades emergentes para dejar un legado transformador en Colombia.
Este contenido hace parte de la 9° edición de la Revista 360, producto periodístico anual y exclusivo elaborado por 360 Radio.
Revista 360: Antioquia Emergente busca posicionar la región como motor de desarrollo económico de Colombia. ¿Qué motiva a la Universidad EAFIT a participar en este proyecto?
Claudia Restrepo: Antioquia Emergente es un ejercicio para entender las dinámicas y los motores económicos de la región. Nos interesa comprender las dinámicas de desarrollo económico del territorio para movilizar nuestros esfuerzos, y así poder desarrollar capacidades de formación y de ciencia, tecnología e innovación en las áreas potentes que van emergiendo.
Revista 360: ¿Cuándo comenzaron estas conversaciones y cómo se ha convocado a las empresas, especialmente en el sector educativo?
Claudia Restrepo: Esta conversación comienza a darse en el primer semestre del año 2023, cuando se convocó a un grupo de 40 personas para plantear y conocer mejor los indicadores emergentes de la economía de la región. Participaron líderes empresariales y de la academia con enfoque en desarrollo económico. Posteriormente, hemos tenido conversaciones con equipos de la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia para sincronizar qué tipo de capacidades demandan esas dinámicas e indicadores.
Participamos algunas universidades con el objetivo de entender qué tipo de capacidades debemos desarrollar como instituciones. Por ejemplo, un asunto como el bilingüismo es sustancial en el desarrollo económico de la región, así como capacidades en la formación de talento creativo y en las áreas de servicios. También temas asociados al desarrollo de producto y experiencia de comercio. La participación del sector educativo se dio fundamentalmente para poder dar respuesta al desarrollo del capital humano de la región.
Revista 360: ¿Cómo pueden las personas del común participar en Antioquia Emergente y contribuir al futuro de la región, más allá de los esfuerzos de los gobiernos y grandes empresas?
Claudia Restrepo: Realmente el desarrollo económico de la región nos está mostrando que no son solamente las grandes empresas, sino que los emprendimientos y pequeñas o medianas empresas están jalonando la dinámica económica de la región. En ese sentido, Antioquia Emergente nos está dando señales relevantes sobre qué acciones debemos plantear para potenciar mucho más esas dinámicas: debe incrementarse el bilingüismo porque necesitamos ser más competitivos, y necesitamos cultivar un mindset emprendedor mucho más alto desde los colegios y las universidades.
Las personas del común están viviendo los efectos de estas dinámicas porque toda la transformación del turismo de la región claramente recae sobre la cotidianidad de las personas. Esto es una conversación que invoca a todos los agentes del territorio, tanto los dinamizadores como quienes viven la experiencia propia de tener una industria muy asociada a la creación y a la internacionalización.
Claudia Restrepo Montoya: La educación en Antioquia debe adaptarse a los retos de la revolución 4.0
Revista 360: ¿Cuál será el legado de la Universidad EAFIT en la estrategia de Antioquia Emergente y cómo visualiza la educación emergente del futuro?
Claudia Restrepo: El principal legado de EAFIT con Antioquia Emergente es proporcionar información relevante para adaptar la educación a las necesidades de la región, especialmente en desarrollo económico. EAFIT, en su ADN, siempre ha tratado de entender y estar a la altura de los desafíos del territorio. Hoy, uno de esos grandes retos es cómo potenciar las economías emergentes y ser un catalizador de esas dinámicas.
Hablando de educación emergente, nos referimos a una transformación acelerada en los últimos años, que implica cambios en cómo los jóvenes ven la educación y cómo la industria se transforma. La revolución 4.0 o 5.0 es un cambio de paradigma y una revolución del conocimiento. Esta educación demanda competencias en pensamiento analítico, creativo, solución de problemas y liderazgo de influencia social, competencias esenciales para el futuro, según el Foro Económico Mundial.
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