Ocho militares (r) reconocen responsabilidad ante JEP y víctimas por «falsos positivos»

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La JEP realiza Audiencia de Reconocimiento de Verdad en Dabeiba donde militares en retiro entre máximos responsables y responsables al mando contaron su verdad en el marco del Caso 03 que investiga los llamados “falsos positivos” en conjunto con el Caso 04 que prioriza la región del Urabá antioqueño y chocoano.

Por: Redacción 360 Radio  

Este martes 27 de junio, se realizó en Dabeiba, un municipio del occidente de Antioquia, la Audiencia de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Ocho militares (r) dieron su versión sobre los hechos ocurridos en este municipio relacionados a los llamados “falsos positivos” y le pidieron perdón a las víctimas.

Esta audiencia hace parte del Caso 03 de la JEP, tribunal que contempla un modelo de justicia transicional y restaurativa que despliega una serie de acciones simbólicas que buscan reconciliación y no repetición.

Antes de la audiencia, se sembraron 3 guayacanes en el Cementerio Las Mercedes de Dabeiba, donde yacían 49 cuerpos de víctimas. Desde inicios de agosto de 2019 la JEP tenía conocimiento sobre la existencia de estas fosas comunes y desde entonces se han realizado las diligencias correspondientes de identificación para devolverle estos cuerpos a los familiares.

“Es para nosotras las victimas una fortaleza y una luz de esperanza para muchas de aquellas otras victimas que tiene el país anhelando encontrar una verdad sobre sus hijos, padres o hermanos, vilmente asesinados, desaparecidos que aun reposan en lugares oscuros donde no les corresponde” expresó una de las líderes de víctimas, Teresita Zapata madre de Jorge Andrés Ortiz Zapata.

¿Qué dijeron los militares retirados?

La JEP clasificó estos crímenes en tres patrones macrocriminales.

El primer patrón hace referencia a “asesinar personas vulnerables, estigmatizadas, calificadas y señaladas como guerrilleros de la misma región, en este caso de Dabeiba, por un prejuicio que no tuvo valoración ni verificación”.

En el marco de este patrón, el primer compareciente en tener la palabra fue Eddie Pinzón Turcios. Fue comandante del Batallón Antiguerrillas (BCG) No. 26 ‘Arhuacos’  entre enero y septiembre de 2002.

Reconoció que hubo varios factores que los llevaron a cometer estos crímenes. El primero fue la “alianza con las autodefensas. Los agentes del Estado, tuvimos mucha relación con ellos”. Esta alianza consistía en “el intercambio de información, hacer coordinación de despeje de área, préstamo de vehículos para transportar nuestros víveres y tropas, la entrada de salida de trasteos o acarreos”.

En esa época, basaron su accionar en el dicho popular de “el amigo de mi enemigo es mi enemigo y el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Incluso llamaban a los paramilitares como “los primos” o la “sexta división del ejército” ya que en este batallón sólo había cinco divisiones. De esta forma, Pinzón Turcios reconoció que “algunos miembros cometimos conductas delictivas por no tener principios éticos y valores morales, pero si presentábamos unos falsos resultados de presuntos guerrilleros, pero que eran inocentes.”

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Relató, por ejemplo, que “se presentaron casos donde se fingían combates y no había enemigos y fueron asesinados personas por pertenecer a un área, y mostradas como guerrilleros por la estigmatización y el prejuicio”. También confiesa que “en todos los casos se manipulaba la escena del delito. En algunos casos se les colocó armamento que fuera creíble y los organismos de control no tuvieran que hacer investigación.”

Concluye lamentándose porque en ese momento “no éramos conscientes que estábamos violando y afectando los derechos humanos, manchando el nombre de la institución”.

El segundo compareciente en brindar su relato fue el mayor retirado Yair Leandro Rodríguez Giraldo. En la época de los hechos se desempeñaba como teniente efectivo, comandante del Segundo pelotón. Cuenta que “Todo el que vistiera de blanco o de negro, la orden era extinguirlos, asesinarlos. Los maltratamos de obra, de palabra, los golpeamos”

Incluso relata uno de los casos que esta en el proceso, de Edison Alexander Lizcano Hurtado. Le habla directamente a la esposa y las hija de Edison: “Quiero que hoy quede claro que el señor Edison Alexander Lizcano Hurtado no era ningún guerrillero, por el contrario, era un hombre trabajador, de hogar, que trabajaba para darle bienestar y sacar a su familia Adelante”, dice en sus disculpas.

Hermes Mauricio Alvarado también reconoció su responsabilidad. Se desempeñó en 2002 como capitán del Batallón Contraguerrillas (BCG) No. 79. y dijo que su responsabilidad fue haber callado, no haber denunciado y quedarse en silencio.

El segundo patrón macro criminal hace referencia a la extracción de víctimas de otros lugares tales como Medellín, turbo, para ser presentadas como bajas en combate en Dabeiba. «Estas víctimas hacían parte de población en condición de vulnerabilidad, habitantes de calle, desempleados, con problemas de consume de sustancias psicoactivas.  Los militares aprovecharon su vulnerabilidad y su anhelo de un futuro mejor para asesinarlos y desaparecerlos, ello produjo una ruptura en sus familias» según la JEP.

En este caso, reconoció su responsabilidad el sargento (r) Jaime Coral Trujillo, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) No. 79. Estuvo en sus funciones desde 1 de junio de 2004 hasta el 30 de mayo de 2006. Dijo que fue a «resarcir el daño y el buen nombre de los familiares. A reconocer que quienes perdieron la vida no eran combatientes ni delincuentes. Nosotros mancillamos su buen nombre con mentiras, señalando a sus pobladores como guerrilleros cuando solo eran humildes campesinos. Nos aprovechábamos a personas vulnerables con engaños a través de trabajo”. Aceptó también haber recibido presión por parte de sus superiores para presentar resultados de guerra.

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En la diligencia también aceptó su responsabilidad el soldado profesional (r) Levis de Jesús Contreras Salgado, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas, quien reconoció haber reclutado a más de 40 víctimas. Además, expresó que él junto a otros militares, los magistrados, una abogada y una testigo, han sido amenazados.

El tercer patrón macro criminal fue denominado “desaparición forzada por medio del ocultamiento de cuerpos y el uso de los cementerios de Las Mercedes en Dabeiba y el municipal de Ituango, en Antioquia, que fue transversal a los otros dos patrones”.

El resto de militares (r) que reconocieron su responsabilidad fueron los sargentos (r) Fidel Iván Ochoa y William Andrés Capera Vargas y el coronel (r) Efraín Enrique Prada Correa. El grupo de los que no son consideramos máximos responsables son Manuel Darío Mejía Sánchez, Gabriel Jaimes Gómez Arenas, Manuel Esteban Echavarría Julio y Richard de Jesús Barroso Torres.

El Gobierno también participó

En este acto estuvieron presentes el Ministro de Justicia Nestor Osuna, el Ministro de Defensa Iván Velásquez, el Alto Comisionado para la Paz Danilo Rueda y el Alcalde de Dabeiba Leyton Urrego.

Ambos ministros coincidieron en la importancia de la participación del gobierno por primera vez en una Audiencia de Reconocimiento de Verdad de la JEP. Esto le da legitimidad al proceso. Por su parte Ozuna Martínez hizo referencia a los procesos de afrontamiento y búsqueda de la verdad de las víctimas. “Dabeiba tiene la potencia de la paz y la reconciliación (…) Pocas veces el mundo ha visto que las sanciones de estos responsables están pensadas en claves de restauración y no meramente en clave de castigo. Hoy le decimos a las víctimas que siempre tuvieron la razón en su búsqueda de justicia y verdad”.

El Alto Comisionado para la Paz Danilo Rueda, recordó el libro El cielo no perdona sobre la violencia entre liberales y conservadores. Hizo énfasis en la verdad como centro de la política de paz del gobierno. “Cualquier proceso de paz pasará por la verdad, una paz con transformaciones que eviten que las personas sigan viviendo el temor. La paz son transformaciones territoriales”.

El Alcalde por su parte hizo referencia a la estigmatización “que todavía existe” frente a la población de Dabeiba y le pide al gobierno nacional que genere empleo, que invierta en educación y que mire a los más de 8000 indígenas que hay en el municipio.

Esta audiencia seguirá el próximo jueves 29 de junio en Medellín a las 8 de la mañana.

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