La alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, decidió reducir su bombeo en 2 millones de barriles diarios (mbd), lo que supone el mayor recorte de la oferta petrolera desde mayo de 2020.
Por: Redacción 360 Radio
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) también denominada banco central del mercado petrolero es un grupo de 13 países, que según estimaciones actuales, el 80,4% de las reservas probadas de petróleo del mundo se encuentran en los países miembros, se reúnen cada mes para decidir los objetivos de producción.
El objetivo es mantener los precios altos y estables. Pero así como los bancos centrales discuten sobre la velocidad y la cifra de las de las tasas de interés, los miembros de la OPEP+ discuten sobre la rapidez con la que se deben abrir los grifos.
El grupo acordó una disminución de “dos millones” de barriles diarios a partir de noviembre de 2022, es decir, como lo señala The Economist, una baja equivalente al 2% del total de la producción mundial.
El recorte de producción pactado es el más voluminoso desde los 10 mbd que el grupo puso en marcha en mayo de 2020 para compensar el desplome de la demanda energética desencadenada por la crisis del coronavirus.
La táctica ha funcionando, al menos por ahora. El precio del petróleo ha subido un 11% desde el 26 de septiembre, cuando surgieron los primeros rumores sobre los planes del cártel. Eso hace que la reducción valga la pena incluso para Arabia Saudita, que recortará su producción en un 5%, pero debería beneficiarse de un aumento en el precio del doble del tamaño.
Sin embargo, los miembros están preocupados por la caída de la demanda. El crudo Brent, el punto de referencia mundial, ha caído a 93 dólares el barril, por debajo de los 125 dólares de junio. El precio de la gasolina ha llevado a un menor consumo. La escasez de gas en Europa, las políticas covid y los problemas inmobiliarios de China, y el aumento de las tasas de interés auguran una recesión.
Jorge León, exanalista de la OPEP y ahora en la consultora Rystad Energy, estima que el petróleo Brent podría superar los 100 dólares a finales de año. Tras la reunión, el ministro de Energía saudí dijo que, a menos que cambie el mercado, las restricciones de suministro se mantendrán hasta finales de 2023.
El dólar fuerte, en el que están denominados los precios del petróleo, hace que el combustible sea aún menos asequible fuera de Estados Unidos. Opep+ no lo dice explícitamente, pero sus miembros quieren un piso por debajo del precio en un momento en que el aumento del gasto en el hogar implica un precio de equilibrio más alto. Los expertos ubican ese piso entre $ 80 y $ 100, en comparación con $ 70 a $ 80 antes del covid.
La reducción de la oferta es cerca del doble del que se esperaba hasta el 04 de octubre, en los mercados internacionales, ya que varios delegados habían filtrado a la prensa que negociaban una reducción de algo más de un millón de barriles diarios, lo cual ya ha impulsado un considerable alza en los precios del crudo.
No obstante, es de esperar que la reducción real sea menor que la oficial, ya que las extracciones de la mayoría de los productores del grupo llevan meses quedando muy por debajo de la cuota nacional establecida a pesar de que bombean al máximo de su capacidad técnica.
Hace un mes, la alianza fijó en 43,85 millones de barriles diarios (mbd) el tope de la producción conjunta (no incluye a los miembros de la OPEP Venezuela, Irán y Libia), pero se estima que actualmente están produciendo entre 3,5 y 5 mbd por debajo de ese nivel.
Aún cuando el recorte real vaya a ser al final menor que el anunciado, la medida adoptada hoy supone un claro “no” a las naciones occidentales que vienen desde hace tiempo pidiendo a la OPEP que abra los grifos para abaratar los combustibles y la energía, y frenar así la inflación.
Leer también: Las exportaciones en Colombia fueron impulsadas por los combustibles