Un nuevo análisis basado en proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), actualizado a octubre de 2025, revela cómo se reordenará el panorama económico mundial en 2026. El listado, centrado en el PIB per cápita en dólares corrientes, permite anticipar qué países ofrecerán las mejores condiciones de vida y cuáles seguirán enfrentando una brecha estructural difícil de cerrar.
Más que un simple ranking, las cifras trazan un mapa sobre prosperidad, desigualdad y capacidad de resiliencia económica en un escenario global cada vez más desafiante.
El primer lugar vuelve a recaer en Luxemburgo, que alcanzaría un contundente PIB per cápita de 154.100 dólares en 2026. Su liderazgo no sorprende: se trata de una economía pequeña, altamente sofisticada, con un sector financiero robusto y una política fiscal atractiva que potencia la inversión.
En el segundo lugar aparece Irlanda, con 135.200 dólares, impulsada por su ya conocido ecosistema favorable para multinacionales tecnológicas y farmacéuticas. Cierra el podio Suiza, con 118.200 dólares, sostenida por una combinación de estabilidad política, innovación, alto capital humano y un sistema productivo competitivo.
El informe también resalta la posición de Islandia, que alcanzaría 108.600 dólares, y Singapur, con 99.900 dólares, dos países que han sabido transformar territorios pequeños en modelos de eficiencia económica y bienestar social.
Estados Unidos se mantiene fuerte con 92.900 dólares, seguido por Australia, que registra 69.400 dólares y continúa siendo una de las economías más estables de Oceanía.
Completa el grupo de líderes Alemania (63.600), Reino Unido (60.000), Canadá (58.200) y Francia (51.700), potencias que, pese a los desafíos inflacionarios y geopolíticos, preservan su capacidad de generar riqueza.
Así quedará el PIB en panorama económico, según el FMI: líderes, rezagados y brechas

En América Latina, el panorama vuelve a reflejar una desigualdad profunda. Uruguay destaca como el país con el mayor PIB per cápita de la región, con 26.000 dólares, seguido por Chile, que llega a 17.900 dólares y se mantiene como una de las economías más sólidas del Cono Sur.
Más abajo aparecen México (15.100), Argentina (13.900) y Brasil (10.700), naciones que enfrentan retos estructurales en productividad, desigualdad e inversión.
El grupo lo cierran Perú (9.400) y Colombia (8.600), cuyas economías muestran señales de recuperación, pero sin el ritmo suficiente para acortar la brecha con el promedio global. Venezuela, con 3.000 dólares, continúa en el último lugar como reflejo de una crisis prolongada.
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