Según la doctrina católica el aborto es un pecado grave, que solo podía absolverlo un obispo o el mismo pontífice.
Por: Cristian Camilo Muñoz
El papa Francisco continúa realizando una revolución cultural en la iglesia católica. Este domingo el pontífice cerró la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro pero insiste en que el jubileo no debería ser algo de un solo año. Por eso en la carta apostólica de conclusión de este ciclo llamada “Misericordia et Misera” el papa anunció que los sacerdotes podrán absolver del pecado del aborto de forma indefinida.
El papa había dispuesto la absolución del aborto solamente durante el año de la misericordia que concluyó el domingo. En “Misericordia et Misera” Francisco da las indicaciones para que los católicos continúen en un tiempo de misericordia, reconciliación y el perdón.
“Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente», explica el Papa. «Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre” afirma el pontífice.
En resumidas cuentas la idea del Papa Francisco es que quien se acerque a la iglesia y se arrepienta de haber cometido el pecado del aborto tenga la garantía de que no tendrá ningún tipo de obstáculo en el confesionario.
La petición central del Papa a los sacerdotes y a los laicos es que ayuden a «que cada uno, sin excluir a nadie, sin importar la situación que viva, pueda sentirse acogido concretamente por Dios, participar activamente en la vida de la comunidad y ser admitido en ese Pueblo de Dios que, sin descanso, camina hacia la plenitud del reino de Dios, reino de justicia, de amor, de perdón y de misericordia».
El papa insta para que en estos tiempos crezca una “cultura de la misericordia” basada en el encuentro con los demás, dejando de lado la indiferencia y promoviendo la solidaridad.