En medio del paro arrocero que se extiende por varias regiones del país, la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) ha reafirmado su respaldo a las demandas de los productores, quienes aseguran estar enfrentando graves pérdidas debido a los bajos precios que la industria molinera les paga por la cosecha.
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La problemática del sector no es nueva, pero en los últimos meses se ha intensificado debido a la caída en el precio del arroz paddy (con cáscara), que pasó de $1,5 millones por tonelada en noviembre de 2024 a $1,4 millones en febrero de 2025.

Los productores argumentan que este descenso impacta directamente en su rentabilidad y pone en riesgo la sostenibilidad de sus cultivos.
Petición de soluciones concretas
Ante esta situación, Fedearroz ha pedido al Gobierno nacional implementar «medidas más efectivas» que permitan atender las solicitudes de los productores y así encontrar una solución al conflicto.
Además, ha hecho un llamado a la industria molinera para establecer una alianza con el Gobierno y los agricultores con el fin de superar la crisis y levantar el paro, que ya ha generado repercusiones en otros sectores de la economía.
«El sector de la molinería debe ser consciente de su responsabilidad como actor clave en esta cadena productiva y de su obligación de contribuir en momentos de crisis. Los agricultores hemos sido históricamente los proveedores de la materia prima para su actividad comercial, por lo que es necesario un compromiso real», señala Fedearroz en un comunicado oficial.
El gremio también ha subrayado la necesidad de implementar medidas urgentes como la fijación de un precio mínimo de compra para la cosecha, la reducción de la tasa por uso del agua, la activación de una salvaguardia a las importaciones y el establecimiento de un plan para mejorar la infraestructura de riego, secado, almacenamiento y trilla.
El paro, que inició el pasado 3 de marzo, se fundamenta en un pliego de 10 peticiones dirigidas al Gobierno. Entre las principales demandas se encuentra el ajuste inmediato en los precios del arroz en cáscara.
Según Oscar Gutiérrez, director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria, el precio actual por carga de 125 kg se encuentra en $185.000, lo que apenas cubre los costos de producción y genera pérdidas de hasta $2 millones por hectárea cultivada.
Los productores exigen un precio mínimo de $220.000 por carga para garantizar la viabilidad de sus cultivos y evitar el colapso del sector. Adicionalmente, reclaman mayores incentivos para la modernización del agro, subsidios para insumos y mejores condiciones de financiamiento para los pequeños productores.
Propuesta del Gobierno: insuficiente según los arroceros
El Ministerio de Agricultura presentó una propuesta de acuerdo a finales de la semana pasada, pero los líderes del sector arrocero consideran que las soluciones planteadas no abordan los problemas estructurales que los aquejan. «No se trata solo de subsidios temporales o de acuerdos parciales, necesitamos una política integral que garantice la estabilidad del sector en el largo plazo», afirman los voceros del gremio.

El Gobierno, por su parte, ha manifestado su disposición al diálogo y ha reiterado su compromiso con los agricultores, pero hasta el momento no se ha logrado un consenso que permita poner fin a las protestas.
Las protestas han generado retrasos en la distribución del arroz a diferentes regiones, lo que podría traducirse en un alza en los precios para los consumidores en los próximos días. Adicionalmente, el paro afecta a otros sectores de la economía que dependen de la producción y comercialización del arroz, generando una cadena de impactos negativos.
Con el conflicto en curso y sin una solución a la vista, el futuro del sector arrocero en Colombia sigue siendo incierto. Mientras tanto, los productores se mantienen firmes en sus exigencias y continúan a la espera de respuestas concretas por parte del Gobierno y la industria molinera.
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