La peligrosa idea de Petro sobre el petróleo

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EDITORIAL


Nuestro editorial para el día de hoy busca poner una vez más en evidencia la información falaz que el candidato presidencial Gustavo Petro sigue emitiendo en cada una de sus entrevistas y que por condición informativa en búsqueda de la verdad y sobre todo de la necesidad de ponerle altura al debate político, es menester dedicar este editorial a este particular.

Hemos esperado horas por sus correcciones que siempre se dan, según él, después de que lo tergiversan para poder tenerlas encima de una mesa, observarlas con calma, con detalle, escuchar las tantas versiones que Petro trata de dar para acomodar lo dicho; de tal manera que nos ceñiremos netamente a esto que él ha esbozado.

Gustavo Petro ha manifestado que de ser presidente la primera decisión que tomaría es cesar toda exploración de petróleo en el territorio colombiano, no se trata de cancelar los contratos vigentes, no se trata de cerrar las estaciones de gasolina, tampoco se trata de cerrar de una vez por todas el grifo del petróleo en Colombia, pues hay que ser sensatos con lo que Petro dijo, luego él aclaró estas características que acabamos de mencionar.

En lo que se ratifica enfáticamente es en cuanto a que cualquier proyecto de exploración petrolera queda cancelado a partir de su decisión, por lo cual Colombia entraría de inmediato en un modo de reserva para trabajar en los años venideros en todo lo que requiere el petróleo y sus derivados. El último informe que se conoció oficialmente, del Ministerio de Minas y Energía junto a la Agencia Nacional de Hidrocarburos en este 2021, señala que a Colombia le quedan reservas de petróleo para 6,3 años. De ese informe surgió la necesidad de implementar la fracturación hidráulica, o fracking, y otras modalidades para obtener más reservas petroleras.

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Puntualmente en el caso Petro es un absoluto despropósito y sobre todo un arma letal de desinformación y caos hablar de un cese de las operaciones de exploración petrolera, porque esos 6,3 años que nos quedan de reserva  son poco tiempo, ya debería empezar a preocuparle a nuestro país porque si bien exportamos petróleo y es una de las fuentes de ingresos principales del país, dejar de tener nuestro propio crudo nos deja expuestos ante las volatilidades del mercado internacional.

En primer lugar, sería bueno que todas las personas en Colombia entiendan cuáles son los productos derivados del petróleo y cómo estos impactan nuestra vida cotidiana pero sobre todo cuántos de ellos usamos en nuestro diario vivir y cómo sería vivir sin esos productos derivados del petróleo por cuenta de que ya no habría crudo.

El plástico: desaparecerían las bolsas para almacenar los alimentos y bolsa de basura; de tecnología: secadores de pelo, teléfonos, cámaras fotográficas y computadores, equipos médicos y quirúrgicos desde marcapasos, bolsas de suero, implantes, vendas, cápsulas de medicamentos y hasta las curas, en materia de seguridad los vidrios y cinturones de seguridad, desde un avión hasta un automóvil provienen del petróleo, los desodorantes, cremas de afeitar, pañales, pasta de dientes, perfumes, shampoo, tinte para pelo, esmalte. La lista es casi que infinita.

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Es un asunto de lógica, es un debate que requiere toda la altura, responsabilidad y sobre todo la sensatez; esto no va con ideales políticos, va ligado a las realidades. Este gobierno del presidente Iván Duque, si bien se ha equivocado en comunicar de manera grave sus logros, ha sido quien más ha avanzado en materia de inversión en nuevas tecnologías de energía limpia, lo ha hecho de muy buena manera.

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Ahora, que no se comunique no significa que no exista. Hace poco se dio una subasta energética, eólica. Lo hizo bien, se adjudicó de buena manera y el país está avanzando en ese sentido. El país ha invertido en granjas solares como nunca se había hecho; Colombia ha conocido la necesidad de elementos como el cobre para garantizar la transición energética, y aún así se han negado proyectos tan importantes como Quebradona para el país, por parte de la ANLA.

Hablar a la ligera y con irresponsabilidad sobre lo que ha acontecido en nuestro país en materia energética, en materia petrolera y en el uso de nuevas energías limpias y sobre todo reutilizables, no se puede caer en la ignominia de vociferar mentiras y sobre todo de vender falsas expectativas.

Destacamos a Jorge Robledo, quien le ha puesto los puntos sobre las íes a Petro, incluso lo ha retado en debates públicos para hablar de esta idea tan absurda que ha mencionado. 

Colombia no puede renunciar al petróleo, tampoco puede renunciar a explorarlo y tampoco a no avanzar en el uso de energías limpias, renovables y que garanticen una verdadera sostenibilidad.

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