“Periodismo Youtube” Columna de Ruben Dario Barrientos

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“Asistimos a una nueva versión del periodismo radial, que produce grima. El elenco está comandado por Vicky Dávila. Y le acompañan en esta desventura: Natalia Springer, Julio Sánchez Cristo, Camila Zuluaga, Néstor Morales y, desde luego, Darío Arizmendi”

 

 

Columna de Ruben Dario Barrientos

 

Asistimos a una nueva versión del periodismo radial, que produce grima. El elenco está comandado por Vicky Dávila. Y le acompañan en esta desventura: Natalia Springer, Julio Sánchez Cristo, Camila Zuluaga, Néstor Morales y, desde luego, Darío Arizmendi. ¿Cuál es su estilo? Provocador, mediático e irreverente. ¿Cuál es su meta? Aparecer en youtube.com y ser viral. ¿Cuál es su triunfo? Estar en boca de la gente y lograr rating.

Hace poco, Vicky Dávila, la adalid de esta línea, logró 480.000 visitas en youtube.com para escuchar la garrotera entre ella y el doctor Gustavo Lenis, director de la Aeronáutica Civil. La bugeña lo calentó al hacerle un interrogante y decirle: “entonces, ¿le pregunto eso a mi mamá?”. Y, como sobremesa le dijo con ironía que “dejara las payasadas”, a lo que él le replicó furioso: “más payasa es usted”. A la directora del noticiero de la F.M. se le sentía feliz y radiante por armar la reyerta.

No es el único caso de Vicky Dávila, aquella mujer que admirábamos en la pantalla chica por su profesionalismo y por haber sido tan valiente de superar ese momento de la muerte de su esposo, Juan Carlos Ruiz. No en vano se ganó todos los concursos como la mejor presentadora televisiva de noticieros. Hasta que Juan Gossaín, la llevó a RCN radio y empezó a sacar las uñas. Con un salario mensual astronómico, la Dávila no ceja su empeño en chiviar a todo el mundo y ser la noticia por encima de las noticias.

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El general Jaime Ruiz, al ser irrespetado por ella, la vació. Y, claro está, llegó esto a youtube.com (92.800 visitas). Gloria Stella Díaz, del movimiento Mira, puso en su sitio a Vickycita, como alguna vez le dijo Álvaro Uribe Vélez (70.500 visitas). Luego el hoy senador antioqueño, le cantó la tabla a ella y a su compañera Natalia Springer (22.700 visitas). Y así por el estilo, en youtube.com encontramos el “prontuario” de esta comunicadora de 41 años, que tiene excelsas capacidades para ser figura pero que torció su camino, por el de la espectacularidad y el morbo periodísticos.

En la otra esquina (La W), Julio Sánchez no la deja caer y mantiene la línea que le enseñó a Félix de Bedout: la de la provocación. Una vez tuvo una refriega vergonzosa con Simón Gaviria (29.500 visitas) y otro día, se agarró al aire con su propia compañera de cabina, Camila Zuluaga (32.100 visitas). También en youtube.com, se halla el “prontuario” de Sánchez Cristo. Hoy, Camila Zuluaga, es su alumna aventajada, quien no tiene ningún temor en levantar la voz, bochornar y conseguir el propósito que los envuelve a todos: calentar el parche, como dirían los jóvenes de hoy.

En Blue Radio, Néstor Morales, pletórico de condiciones innatas, hace lo suyo: desesperar al entrevistado, decirle mentiroso y atosigarlo. Ojalá con tirada del teléfono, que es otro de los botines por los cuales luchan estos periodistas de marras. Y también, primero que ellos, Darío Arizmendi implementó ese estilo, aunque se recuesta más en posiciones revanchistas y arengadoras, olvidándose que tiene oyentes que no tienen por qué oírle saciar sus pasiones. La diferencia es que a Arizmendi no le suben a youtube.com sus peroratas.

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En fin, ya circulan en facebook mensajes pidiendo no escuchar más a estos demonios radiales. La gente exige respeto y entiende que el periodismo no se ejerce tan abyectamente. Y, óigase bien, no está lejano el día en que los políticos, los empresarios y los personajes del país no les pasen más a estos comunicadores. Sería un veto acorde con la falta de elegancia de un ejercicio grotesco de la profesión. Hay que entrevistar con seriedad, sin interrumpir a quien está al aire y con conocimiento. No estamos en contra de que se desnuden las verdades, pero no a costa de bravatas, agravios y destemples. Es que hay que jalarle al respetico. ¿O no?

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