El presidente Gustavo Petro anunció que el Gobierno colombiano ha iniciado conversaciones de paz con el autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia, conocido como el Clan del Golfo. Según el mandatario, los encuentros se están llevando a cabo fuera del país y buscan abrir una ruta de negociación que combine aspectos sociales y jurídicos para desactivar las estructuras criminales y su financiación.
Petro confirma el inicio de los diálogos de paz con el Clan del Golfo, tras orden de EE.UU. de atacar a los carteles
“Le quiero informar a la población que hemos iniciado conversaciones fuera de Colombia con el autodenominado Ejército Gaitanista. He iniciado varias, yo no me canso de hablar… Estamos tratando de quitar las finanzas que hacen arder la violencia en muchas regiones de Colombia”, expresó Petro, destacando que las incautaciones de cocaína bajo su gobierno superan las de administraciones anteriores.
El jefe de Estado explicó que la base jurídica para un eventual acuerdo está en un proyecto de ley radicado en el Congreso, que propone elevar incluso delitos graves a la figura de justicia restaurativa. Esta iniciativa, según Petro, se asemeja a lo planteado en la Ley de Justicia y Paz de mediados de la década del 2000, cuando se buscó garantizar verdad, justicia y reparación para las víctimas del paramilitarismo.
Paralelamente, el presidente se refirió a la reciente revelación sobre una orden secreta firmada por el expresidente estadounidense Donald Trump para utilizar fuerza militar contra carteles y organizaciones de narcotráfico en Latinoamérica. “Trump ya está diciendo que manda sus aviones a bombardear y nos toca pensar, capitán, qué vamos a hacer, porque entonces él va a venir a bombardear Colombia”, advirtió.
Petro señaló que esta situación plantea un debate de soberanía nacional y que, a diferencia de la imposición de la fuerza, él prefiere el diálogo y la coordinación: “Eso no se puede imponer. Ya lo sabemos, llevamos 50 años en las mismas… un millón de muertos en América Latina, no puede ser”.
Los retos de la “paz total” y los cruces con Trump
El anuncio de conversaciones con el Clan del Golfo se enmarca en la política de “paz total” impulsada por el Gobierno, que busca negociar simultáneamente con varios grupos armados ilegales. Sin embargo, esta estrategia enfrenta dificultades: interrupciones en diálogos con otras estructuras, incumplimientos de cese al fuego, presiones políticas internas y el escepticismo de sectores que dudan de la voluntad real de desarme por parte de los grupos.
Los cruces verbales con Trump, por su parte, reflejan tensiones recurrentes entre el presidente colombiano y la agenda de seguridad de Washington. Mientras la Casa Blanca de entonces planteaba el uso de fuerza militar directa contra organizaciones criminales, Petro insiste en que la salida pasa por atacar las causas económicas y sociales del narcotráfico y no solo por la vía armada.
En este contexto, el Gobierno tendrá que sortear no solo la complejidad de una negociación con uno de los grupos criminales más poderosos del país, sino también las presiones externas y el debate interno sobre cómo conciliar seguridad, justicia y soberanía nacional.