Por: Jhonatan Ortiz
La alta contaminación que presenta el Valle de Aburrá en el aire es bastante preocupante, en especial Medellín; la capital antioqueña jamás ha registrado niveles tan altos de polución, solo basta con pararse en una ventana de cualquier edificio para ser testigo que “la ciudad de la eterna primavera” está dentro de una gran nube gris o incluso mirar el anuncio de la Secretaría de Salud del aumento de las enfermedades respiratorias, razón que ha hecho que las diferentes autoridades comiencen a preocuparse y a tomar medidas, pero que a la hora de la verdad son poco o nada eficientes.
Recientemente el Área Metropolitana anunció que la medida del pico placa se extenderá por todo el Valle de Aburrá, que si bien es una decisión que puede ayudar a la descongestión vehicular en los diferentes municipios, es inútil para enfrentar el verdadero problema de fondo, pues para nadie es un secreto que realmente los que más contaminan son camiones, buses y carros que llevan circulando hasta 30 años en la ciudad.
Nadie dice que los carros no contaminan, pero de qué sirve restringir la circulación de un carro que salió al mercado hace 5 o 6 años, cuando los vehículos mencionados anteriormente van dejando bancos de humo negro a su paso, que de poco o nada sirve que sean vistos por autoridades de tránsito o ambientales, pues si nos los detienen a pedirles un documento llamado revisión tecnicomecánica, cuando lo hacen no entienden cómo esos vehículos pasaron esa prueba.
No se puede pasar por alto la cantidad de empresas que están asentadas en la ciudad, las cuales tienen chimeneas por donde sale humo todo el día y eso sin mencionar que en diferentes ocasiones han teñido al Río Medellín, pero el caso de esto es: ¿En dónde está el control para estas empresas?, ¡Los vehículos no son los únicos que contaminan!
La medida del pico y placa debería ser aplicada durante todo el día; se debería prohibir la circulación de carros modelo 80’s y 90’s; se deberían hacer estrictos controles ambientales a vehículos de servicio público; las autoridades deberían recordar a cabalidad que hay algo que se llama revisión tecnicomecánica, etc.
Además hoy Medellín está plagada de motos y si bien soy motociclista, soy consciente y estoy de acuerdo con que estas necesitan diversos controles y debería haber un pico y placa para todo tipo de motos, sin importar que sean 2 o 4 tiempos.
También hay que preguntarse, ¿Qué hizo la administración de Aníbal Gaviria por la calidad del aire cuando talaron más de 600 árboles en una noche para la construcción de Parques del Río?, ¿Qué hizo Carlos Mario Montoya como Director del Área Metropolitana para cuidar la calidad del aire cuando acabó el programa “Respira Profundo”? Ya estamos comenzando a pagar las consecuencias del «progreso» y de ser la ciudad «más innovadora».
Ya instaurado el Pico y Placa en todo el Valle de Aburrá, se espera que por lo menos quienes tomaron esta determinación la acaten y la respeten, pues son muchos los que se valen de los altos rangos que tienen como funcionarios públicos para evadir la medida y las sanciones que su incumplimiento generan.
La alta contaminación que presenta el Valle de Aburrá necesita más que una restricción a algunos vehículos durante 3 horas y las autoridades tienen que darse un pellizco monumental, porque si no, estaremos cada vez más cerca de ver un tapabocas con estampados de equipos de fútbol, muñequitos, cositas brillantes y con mirellas o con el logo de diferentes marcas deportivas, convirtiéndose en una prenda de vestir indispensable de los antioqueños.