Por: 360 Radio Colombia
Según la Organización Mundial de la Salud la contaminación del aire representa uno de los más grandes riesgos ambientales sobre la salud humana. La capital antioqueña enfrenta esta fuerte problemática de manera exponencial, con un registro de más de 4.500 muertes al año por enfermedades respiratorias y cardiovasculares, es decir, en la ciudad cada tres horas una persona muere por causa de la contaminación del aire, siendo estas cifras diez veces más elevadas que los fallecimientos por causa de accidentes de tránsito.
El Sistema de Alerta Temprana, Siata, reporta que 11 de las 21 estaciones con las que se miden los niveles de contaminación en el aire, se encuentran en estado naranja, especialmente en Caldas, Itagüí, Envigado, el Poblado y Centro de Medellín. Esto representa acumulaciones superiores a las permitidas, por esta razón el Área Metropolitana ha decretado un estado de alerta, ya que esto simboliza un riesgo para la población, especialmente para niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas que padecen enfermedades respiratorias o cardiovasculares. Por dichas razones han tomado alternativas para mitigar el impacto ambiental y “mejorar” la calidad del aire de la ciudad.
Por dicha problemática y como medida de solución, la Alcaldía de Medellín ha implementado el pico y placa ambiental que va desde el pasado 28 de febrero hasta el 3 de marzo, por estos días los ciudadanos se enfrentan a una limitación en la movilidad, en la que se establece un horario de restricción para salir en el vehículo de 5 a 10 de la mañana y de 4 a 8 de la noche, adicionalmente por día, seis terminaciones numéricas se acoplan a la medida. Esto no solo aplica para automóviles particulares, sino para camiones, volquetas, motos de 2 y 4 tiempos. A demás de que esta vez no aplica ninguna restricción, ni por cantidad de personas en vehículo, ni hay vías exentas. Estas medidas han generado controversia y descontento por parte de los ciudadanos, especialmente por la mala repartición en la numerología, pues de los cinco días establecidos con pico y placa ambiental algunas placas presentan hasta tres días de restricción.
Sin embargo, es importante resaltar que Medellín cuenta con el único sistema de medición de contaminación de aire del país, no obstante, este Sistema de Alerta Temprana cuenta con un sistema operativo de medición de partículas de MP2.5 ( las más nocivas), es decir, partículas microscópicas producidas en su gran mayoría por los automóviles diésel. Esto nos lleva a una pregunta ¿Se está tratando correctamente esta problemática ambiental? Para poder dar respuesta, es importante a su vez conocer que sí bien el 80% de la contaminación es emitida por el sector automotriz, está dividida por categorías dentro de la misma, en las que se conoce que los camiones aportan un 36%, las volquetas un 22%, motos 4T un 19%, buses un 10%, autos un 6%, motos 2T un 4% y taxis un 2%. También es importante conocer que de ese 6% de contaminación emitida por los autos, más de la mitad es por modelos antiguos y de uso de combustible diésel, es decir son 3.500 carros quienes generan este porcentaje de contaminación.
En la capital hay 1.400.000 automotores, de los cuales 40.000 son camiones, volquetas y buses, que aunque representan una minoría, aportan el 60 por ciento de toda la contaminación vehicular, a pesar de lo cual 772 camiones y volquetas tienen permiso para circular por el Valle de Áburra, sin importar la restricción ambiental. Dichos vehículos tienen dos características semejantes, una de ellas es que ambos funcionan con diésel y ambos participaron en un proyecto piloto por parte de la Universidad de Antioquia y el Área Metropolitana, en el que buscaban identificar con exactitud qué tanta contaminación aportaban este tipo de automotores. El subdirector Ambiental del Amva, Gustavo Londoño, expuso que el proyecto se realizó el año pasado y con ella certificaron con un dispositivo QR a los vehículos que cumplían los requisitos. A su vez aclaró que es importante volver a desarrollar el estudio para volver a certificarse.
1 de marzo, tercer día de la medida ambiental, los niveles de contaminación continúan en estado naranja, lo que pone en evidencia que el manejo a la problemática no está siendo la correcta. No óbstate, no es la primera vez que la ciudad se acopla a esta alternativa, en 2017 se decretó estado de alerta ambiental durante tres días. Esto, más las declaraciones del alcalde Daniel Quintero, en la que menciona que las medidas no están funcionando, nos lleva a otra pregunta ¿debemos tomar medidas a corto o largo plazo?
Esta es una problemática que requiere de atención, compromiso y sensatez, ya que si bien se viene presentando hace tanto tiempo, también es una dificultad que se presenta en el mundo entero. Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el 12,5% de las muertes en todo el mundo se podrían evitar si se mejora la calidad del aire de las ciudades.