Este contenido hace parte de la séptima edición de Revista 360 y cuenta con la participación de más de 70 invitados de todos los principales sectores económicos, productivos y políticos de Colombia. Ministros, líderes gremiales, líderes en áreas de la construcción, sectores bancarios, logística e infraestructura, telecomunicaciones, gobernantes regionales, analistas, economistas, entre otros.
Por: Jeffrey Fajardo López, Presidente Ejecutivo PorkColombia
En los últimos años la porcicultura colombiana se ha consolidado como una de las actividades agropecuarias más importantes del país. En 2021 se alcanzó un crecimiento del 4.9 % en la producción y una oferta de 491.233 toneladas en ese periodo, destacándose que la mayor oferta estuvo acompañada de un incremento en su valor de producción en términos corrientes de $5.03 billones, superior en 47.5 % al reportado el año anterior, mientras que en términos reales (descontando la inflación) fue de $2.84 millones, creciendo un 25.8 % y marcando un récord en la historia de la porcicultura colombiana. Esto se tradujo en mejores resultados financieros para el sector y confirmó la importancia del crecimiento ordenado de la producción porcícola nacional implementado en los últimos años por Porkcolombia.
Con corte a septiembre, 2022 registra una producción de 383.535 toneladas de carne de cerdo colombiana, con un crecimiento de 6.6% frente al periodo enero-septiembre de 2021, lo que permite prever resultados positivos para el cierre de esta vigencia.
Estos resultados se alcanzan luego de que el sector enfrentara con éxito las dos peores crisis que ha enfrentado la porcicultura en Colombia: la situación generada por la pandemia de COVID-19 y los bloqueos y acciones de hecho registradas durante el Paro Nacional en mayo de 2021.
En la primera crisis, Porkcolombia centró sus esfuerzos en mantener la unión de los porcicultores y explicar que la hoja de ruta trazada por todos, en un ejercicio de planeación estratégica realizado en 2019, era un faro de desarrollo que ayudaría a superar las dificultades. En efecto, el sector rápidamente se adaptó a la “nueva normalidad” y logró un crecimiento del 5 % en 2020, mientras que la economía cayó 6.8 %.
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En ese resultado fue clave la implementación de la estrategia de sustitución de importaciones diseñada en 2019, en el proceso de planeación estratégica liderado por Jeffrey Fajardo, presidente ejecutivo de Porkcolombia precisamente desde ese año, tras el preocupante ascenso sostenido de las importaciones de carne de cerdo, que pasaron de participar en el 10 % del consumo interno en 2010 al 20 % en 2019, restando oportunidades a los porcicultores nacionales. En 2020 las importaciones no ganaron terreno, por el contrario, su participación se redujo del 20 % al 13 %, en parte por la implementación de esta estrategia que se ha basado en identificar y entender quiénes eran los importadores y por qué estaban privilegiando la compra de carne de cerdo extranjera, para desde allí trabajar en unir puntas de compra y venta, acompañando a los porcicultores para mejorar sus posibilidades de comercialización, manteniendo márgenes de rentabilidad.
De otra parte, los bloqueos y hechos lamentables, como saqueos, que se dieron en medio del Paro Nacional alteraron la seguridad de las granjas, pusieron en riesgo a los trabajadores del sector, el bienestar y la vida de los animales y en últimas dejaron en jaque la viabilidad de la actividad porcícola de la que se benefician unos 500.000 colombianos.
Al respecto, se brindaron desde la Asociación Porkcolombia soluciones y apoyo para problemas puntuales del sector. En el territorio, se extendió una red de apoyo que permitió monitorear en tiempo real las dificultades y, por ejemplo, brindar información oportuna para aprovechar lapsos o rutas sin afectación, para movilizar carga o animales. Igualmente, se produjeron documentos técnicos en tiempo récord para guiar a los porcicultores sobre opciones para mitigar los impactos en animales por temas tan delicados como la escasez de alimento balanceado para nutrirlos.
Desde luego, en el liderazgo de un gremio grande, con más de 650 afiliados, pero que representa a más de 4.000 porcicultores, a través de la ejecución pulcra y transparente de los recursos del Fondo Nacional de la Porcicultura, son muchas más las gestiones y logros que destacan en estos últimos meses de gran turbulencia para el sector productivo colombiano, como la continuidad exitosa del programa de manejo ambiental que permitió que en 2021 Porkcolombia obtuviera el Sello Verde de Verdad por parte de la organización CO2CERO, como la organización más sostenible en Colombia; grandes avances en sanidad animal, reconocidos por la OIE (hoy el 95 % de la producción de carne de cerdo se da en territorios libres de PPC); la obtención de nuevos reconocimientos a la estrategia de mercadeo del gremio, que en adición a varios galardones por sus campañas, muestra resultados tan contundentes como que el consumo de carne de cerdo en Colombia pasó de 4.8 kg per cápita en 2010 a 12 kg en 2021 y la materialización, en agosto del año pasado de un anhelo de los porcicultores colombianos: la puesta en marcha del primer laboratorio de diagnóstico animal y de alimentos.
Este es el balance de un sector hecho a pulso, con el compromiso de cada actor de la cadena, desde la producción básica en las granjas hasta los distribuidores que permiten que la carne de cerdo colombiana, con la mejor calidad y sabor, lleguen a la mesa de las familias colombianas.