Los precios de los fertilizantes en Colombia rompieron en mayo de 2025 una racha de once meses al alza: el Índice de Precios de Insumos Agrícolas (IPIA) retrocedió 0,25 %, arrastrado por la ligera caída de 0,09 % en el grupo de fertilizantes, según la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA).
El cambio da un respiro a los productores y reconfigura las perspectivas de costos para el segundo semestre del año.
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Un respiro para el campo: se revierte la escalada de los precios de los fertilizantes en Colombia
Durante casi todo el último año, el precio de la urea, el DAP y otros nutrientes básicos mantuvo al alza el costo de producción agrícola. En mayo la tendencia se frenó: los fertilizantes compuestos se abarataron 0,57 %, suficiente para compensar el alza de 0,52 % en los simples y provocar el primer retroceso mensual del índice en 2025.
La variación interanual sigue en terreno positivo (16,29 %), pero la inflexión marca un cambio de ciclo.
La caída llega tras tres trimestres en que los agricultores asumieron incrementos de dos dígitos, situación comparable solo con el pico de 99 % registrado entre junio de 2021 y mayo de 2022. Aliviar la presión de precios resulta clave para cultivos sensibles a la fertilización intensiva —como arroz, papa y caña— cuyos márgenes se comprimieron fuertemente en 2024.
Factores globales detrás del descenso y la dinámica cambiaria
El mercado internacional ofrece la pista principal. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que la canasta de nitrógeno, fósforo y potasio promedió US $ 437 por tonelada en mayo —un 46 % menos que el récord de abril de 2022— gracias a la relajación de los precios del gas natural y a la normalización de fletes.
Ese abaratamiento global coincidió con un peso colombiano que ha ganado cerca de 8 % frente al dólar desde enero, abaratando las importaciones de insumos —Colombia compra más de 70 % de sus fertilizantes en el exterior— y trasladando la rebaja al mercado interno con un rezago de pocas semanas, explican analistas de la Bolsa Mercantil.
Plaguicidas y alimentos balanceados: efectos colaterales positivos
La tendencia bajista se extendió a los plaguicidas: el subíndice retrocedió 0,60 % en mayo, gracias a la contracción de 1,18 % en herbicidas; moléculas como metsulfuron metil (-11,10 %) y 2,4-D (-6,66 %) lideraron la corrección.
Alimentos balanceados para animales, otro rubro clave en la estructura de costos pecuarios, se mantuvieron estables (-0,07 %), con descensos puntuales en la industria avícola y acuícola.
En contraste, el grupo de “otros insumos” avanzó 0,98 % por el encarecimiento de coadyuvantes y reguladores fisiológicos. No obstante, la caída en molluscicidas (-3,06 %) suavizó el aumento. El balance global del IPIA se mantuvo en terreno negativo, reflejando la relevancia relativa de los fertilizantes en la canasta.
¿Qué sigue para el segundo semestre?
Organismos multilaterales advierten que los precios de los fertilizantes podrían oscilar en 2025, condicionados por la volatilidad del gas natural y por eventuales restricciones comerciales derivadas del conflicto en el mar Negro.
Sin embargo, con inventarios mundiales más holgados y una demanda que se ajusta al alza solo de forma gradual, firmas como Rabobank prevén que el costo internacional promedie entre US $ 420 y 450 por tonelada, muy por debajo del techo de 2022.
En el frente interno, el Ministerio de Agricultura baraja ampliar los créditos subsidiados para capital de trabajo y acelerar los programas de compra conjunta liderados por las asociaciones de productores. De consolidarse la tendencia, los precios de los fertilizantes en Colombia podrían cerrar 2025 con una variación anual de un solo dígito, lo que devolvería competitividad a cultivos orientados a la exportación como café y banano.
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