En un momento en que la economía global premia la innovación, el presupuesto colombiano para ciencia atraviesa su peor racha en un cuarto de siglo: el proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2026 deja al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCiencias) con apenas 120.709 millones de pesos constantes –0,02 % del PGN, el nivel más bajo desde que la antigua Colciencias existe.
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El recorte encadena tres años consecutivos de disminuciones y contradice la promesa de campaña del presidente Gustavo Petro de llevar la inversión pública en I+D al 0,5 % del PIB.
La montaña rusa presupuestal de la ciencia (2000-2026)

La serie histórica de Colciencias/MinCiencias muestra un ascenso pronunciado entre 2007 y 2013, cuando el presupuesto pasó de 280.000 a 430.150 millones y la participación sobre el PGN tocó su máximo de 0,33 % en 2012.
A partir de 2014 se inició un descenso constante, con caídas notables en 2015 (289.000 millones) y 2018 (220.506 millones).
Durante la administración Duque, el portafolio tocó un piso de 270.046 millones en 2020, primer año de pandemia, y repuntó a 410.851 millones en 2021 tras adiciones de última hora. Ya convertido en ministerio, el organismo alcanzó 484.961 millones en 2023 gracias a una ampliación presupuestal posterior a la aprobación del PGN.
Desglose del presupuesto para Ciencia por gobiernos
Andrés Pastrana (2000-2002)

El arranque del siglo registró presupuestos modestos –rondaban los 150.000 millones y representaban cerca del 0,11 % del PGN, de acuerdo con la gráfica base–. La política de austeridad fiscal impidió incrementos significativos y la ciencia quedó relegada frente a la agenda macroeconómica.
Álvaro Uribe (2002-2010)
El presupuesto subió hasta 330.000 millones en términos reales y la participación llegó a 0,16 % en 2003, su punto más alto en el periodo. Sin embargo, a partir de 2005 se frenó el impulso y la proporción descendió a 0,08 % en 2006, efecto directo del énfasis gubernamental en seguridad y defensa.
Juan Manuel Santos (2010-2018)
Bautizado como el “pico dorado” de Colciencias, este tramo combinó el auge minero-energético con la reforma de regalías y un discurso modernizador. El presupuesto saltó a 425.192 millones en 2012 y a 430.150 millones en 2013. No obstante, la senda se quebró en 2014 y las asignaciones cayeron un –13 % real para 2015.
Iván Duque (2018-2022)
El Congreso fijó 220.506 millones para 2018, un desplome del –41,5 % que generó protestas de la comunidad científica. En 2023, último año de su mandato, se aprobaron 410.000 millones, pero el incremento fue insuficiente para recuperar el nivel de 2013.
Gustavo Petro (2022-…)
En su primer PGN, Petro asignó 397.875 millones a MinCiencias para 2024, un recorte del –17 % frente a 2023. El anteproyecto 2025 redujo la cifra a 253.131 millones (–36 %) y el borrador 2026 plantea 120 709 millones (–54,7 %). Una nota técnica de la Academia Colombiana de Ciencias alerta de una “reducción real del 62 %” y advierte que el Ministerio “prácticamente se extingue” con semejante tijeretazo.
La polémica trascendió al Congreso: un informe reveló que la mayoría de senadores del Pacto Histórico votó en contra de adicionar recursos para ciencia en 2024, hundiendo una enmienda de 150.000 millones.
Entre 2012 y 2026 la cuota científica en el PGN pasa de 0,33 % a 0,02 %, es decir, se contrae más de quince veces. Para dimensionar el rezago, basta comparar con la inversión total en I+D: Colombia destinó apenas 0,21 % del PIB a investigación en 2022, mientras el promedio de la OCDE roza el 2,71 %. El Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT) confirma la crónica baja: el país lleva una década estancado alrededor del 0,25 % del PIB.
El boletín de la Academia estima que, con el recorte de 2026, “se detendrán cientos de proyectos y se profundizará la fuga de talento”. La Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia calcula que sólo entre 2019 y 2023 se perdieron 1.200 proyectos por insuficiencia de recursos, lo que redujo en 40 % la participación de investigadores jóvenes.
Comparación internacional y competitividad
La brecha con la OCDE no es sólo porcentual; implica competitividad. Cada peso destinado a ciencia retorna al menos tres en crecimiento económico, según el Banco Mundial, mientras que la falta de inversión limita la generación de patentes y la transferencia tecnológica.
Países como España, aún con sus dificultades, mantienen programas plurianuales para blindar la financiación de la Agencia Estatal de Investigación, algo inexistente en Colombia.
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