El Gobierno Nacional anunció que está listo el protocolo de bioseguridad que deberán seguir los aeropuertos y aerolíneas para los vuelos domésticos de pasajeros, cuando sean autorizados para los Planes Piloto de conectividad esencial.
La ministra de Transporte, Ángela María Orozco, señaló que en marzo inició la elaboración del Protocolo de Bioseguridad, el cual contó con la participación de un equipo técnico de expertos de la Aeronáutica Civil, en coordinación con el Ministerio de Transporte. Se analizó, revisó y diseñó todas las acciones a ser implementadas en el desarrollo de la operación aérea a partir de julio.
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“En muchas de las reuniones donde se revisó el protocolo participaron representantes de los operadores aéreo, los concesionarios y gremios del sector. Con sus aportes, dieron gran valor al diseño del mismo”, dijo la ministra.
Por medio de la Resolución 1054 del 27 de junio del 2020 del Ministerio de Salud y Protección Social, se presentan las medidas que serán implementadas por los aeropuertos del país y por parte de las aerolíneas autorizadas para el desarrollo del Plan Piloto.
Los pasajeros deberán llegar con dos horas máximo de anticipación a la hora prevista de su vuelo, y con su chequeo electrónico listo para evitar demoras y congestiones; deberán llevar solamente equipaje de uso personal, bolsos o morrales pequeños que puedan ser guardados debajo de la silla del pasajero.
Habrá control de temperatura para las personas que ingresan a un aeropuerto y a la llegada de vuelos. Se usará termómetros que no impliquen contacto físico. Los responsables de operar los aeropuertos autorizados en la primera fase de la reactivación garantizarán y harán desinfección y limpieza de todas las áreas, salas de abordaje, áreas públicas, entre otras.
Al interior de los vuelos no se prestará servicio a bordo y se pedirá a los viajeros no usar sistema de entretenimiento como pantallas, teléfonos móviles, entre otros, además, en lo posible, no usar baños.
El personal de los aeropuertos y aerolíneas estarán capacitados para identificar a tiempo situaciones de riesgo biológico, reaccionar adecuadamente y activar el protocolo.