El próximo presidente no puede continuar con el centralismo

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EDITORIAL

Se vuelve insostenible que por otros cuatro años se prorrogue el excesivo centralismo con el que se ha gobernador en los últimos 8 años. Las regiones piden autonomía y más equidad.


Los gobiernos regionales autónomos ya están inventados, en la mayoría de casos han funcionado bajo el modelo del federalismo y han permitido que sean más los actores que jalonen el progreso de un país, y no una pequeña porción tratando de repartir migajas según intereses y conveniencias políticas o económicas. También es cierto que no todos los departamentos en Colombia podrían ser autónomos en virtud de que muchos hoy son ingobernables en todos los sentidos; corrupción, ilegalidad, crimen y ausencia estatal han formado cocteles explosivos en departamentos como el Chocó.

No se puede seguir permitiendo que el nuevo presidente de Colombia continúe con este actual modelo que incluso viola la Constitución del 91, donde se consagra que supuestamente Colombia será un país descentralizado, pero eso no se cumple ni en las curvas. Uno de los departamentos, sino el más afectado, es Antioquia. Es quien mas le aporta a la Nación a punta de impuestos y transferencias, pero el que menos recibe. Palabras más, palabras menos; este departamento termina financiando y sosteniendo a otras regiones fallidas e ingobernables y deja de invertir en su propio territorio, muchas veces dejando abandonadas a personas y sectores que requieren presencia del departamento.

Para un departamento las variables más importantes siempre serán la economía, seguridad y sus sistema de salud, por algo poseen las rentas departamentales, que el pasado 31 diciembre trataron de ser raptadas por el Gobierno Nacional, donde si el gobernador de Antioquia no levanta su voz y alerta de esto, terminan los departamentos sin los pocos recursos que aún poseen. Este ejercicio de implementar el modelo federal en Colombia también contribuye a que el Estado central sea más pequeño y por ende menos costoso, donde queda menos cargado de tareas y con campo para ser más eficiente en la ejecución de políticas y proyectos nacionales.

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La reflexión que las personas deben plantear para estas elecciones presidenciales es sobre qué candidatos ofrecen un cambio y cuáles quieren seguir con el actual modelo. Realmente pocos o ningún candidato se han referido sobre el tema, cosa que deja qué desear. La súplica de un cambio viene desde todo tipo de alcaldes y gobernadores, que hasta para construir una placa polideportiva tienen que ir con una coca a Bogotá cada semana a mendigar 30 o 40 millones de pesos.

 

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