El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible puso en consulta pública el proyecto de resolución para establecer los lineamientos de ordenamiento ambiental en la Sabana de Bogotá.
Según indicó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, este proyecto permite armonizar el desarrollo con la conservación de la biodiversidad de la región, ordenar el territorio alrededor del agua y guiar su transición y adaptación climática.
“La Sabana de Bogotá es una región de importancia ecológica para el país, por eso con estos lineamientos de ordenamiento ambiental buscamos conservar ecosistemas que están degradados, proteger los espacios del agua como límites ecológicos para un buen ordenamiento territorial, y asegurar la destinación agropecuaria y forestal del suelo rural de la Sabana», dijo.
Serios problemas para Bogotá
Daniel Briceño, concejal de Bogotá ha dicho que «Esta locura ideológica de la señora Susana Muhamad quiere dejar a Bogotá y Cundinamarca sin nuevas vías, sin expansión del sistema eléctrico, elimina cualquier proyecto de expansión urbana, sin desarrollo, afectará la economía, la industria y el empleo».
Varios proyectos de infraestructura como Vía Suba – Cota, ampliación Autopista Norte, prolongación de la Av. Boyacá, ampliación de la Carreras séptima, Ferrocarril de la Sabana , Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), Cable Aéreo a la Calera, Regiotram del Occidente, Regiotram del Norte, Lagos de Torca, Aeropuerto Guaymaral y Chingaza II, tendrían serias afectaciones con esta resolución.
Lukas Giraldo, gerente general de Grupo Macana, dijo en Linkedin que «El gobierno nacional publicó una propuesta de resolución por medio de la cual se establecen los lineamientos para el ordenamiento ambiental de la Sabana de Bogotá, que en el papel suena bonito, pero en la práctica es la parálisis del sector en la sabana».
De hecho, Giraldo explicó que habrá serias implicaciones para el Sector Constructor si este proyecto se convierte en algo real.
En primer lugar habría restricción a nuevos desarrollos urbanos y suburbanos pues la resolución limita fuertemente la expansión urbana y la construcción de vivienda campestre en la Sabana de Bogotá, lo que podría afectar la oferta de suelo disponible para nuevos proyectos inmobiliarios.
Otro punto que destaca Giraldo es que habrá mayor regulación y costos en licencias urbanísticas por lo que «los constructores deberán demostrar que sus proyectos cumplen con los nuevos lineamientos ambientales y pueden enfrentar procesos más largos y costosos en la obtención de permisos. Se exige la incorporación de infraestructura verde y medidas de ecourbanismo, lo que podría aumentar costos de diseño y construcción».
Un tercer punto es que habría encarecimiento del agua y restricciones a su uso lo que conllevaría a posibles limitaciones en el acceso al agua para nuevos desarrollos, especialmente si se declara el agotamiento de la cuenca del río Bogotá.
Por su parte, Daniel Briceño también dijo en su pronunciamiento oficial que «Estamos listos para dar la pelea en contra del populismo ambiental del gobierno Petro y de la señora Susana Muhamad en contra de Bogotá y Cundinamarca. No vamos a permitir que la señora Muhamad haga campaña a la Alcaldía cabalgando sobre el atraso de la región».
Puntos relevantes del proyecto que afectarían a Bogotá
Tan delicado es el panorama que dicho proyecto presenta limitaciones a la expansión urbana y periurbana pues se prioriza la densificación dentro de los perímetros urbanos antes que nuevas urbanizaciones en suelo rural.
También se prohíbe urbanizar en suelos rurales de alto valor agropecuario y ambiental y se establecen controles estrictos para vivienda campestre y suburbanización.
El sector minero también se ve afectado pues no se ampliarán las zonas autorizadas para minería en áreas de recarga de acuíferos, humedales y ecosistemas estratégicos y se exige la restauración de áreas mineras tras el cese de la actividad extractiva.
- Los proyectos e instrumentos urbanos deben generar corredores ecológicos urbano-regionales, aumentar la protección y restauración de humedales y renaturalizar los ríos. Igualmente, incorporar medidas de ecourbanismo como sistemas urbanos de drenaje sostenible.
- En áreas mineras, las licencias ambientales deben aplicar nuevas medidas para conservar las actuales rondas, humedales, zonas de recarga de acuíferos, bosque andino y subxerofitia.
- Promueve que los usos posteriores a la actividad minera se orienten prioritariamente a la recuperación ambiental y a la adaptación al cambio climático.
Otro punto preocupante es que se restringen concesiones de agua para proyectos urbanos e industriales. Y se exige el aprovechamiento de aguas lluvias y reciclaje de agua en desarrollos urbanos.
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