El vuelo de Avianca AV4892 que cubría la ruta Popayán–Bogotá tuvo que desviarse hacia Cali luego de que una de sus turbinas sufriera un impacto con un ave. Aunque el aterrizaje fue seguro y sin heridos, el hecho refleja un fenómeno mucho más común de lo que muchos imaginan.
Avión de Avianca se suma a una lista larga de aviones que chocan con pájaros
Según datos de la Federal Aviation Administration (FAA), en 2024 se registraron 22.372 incidentes de este tipo en Estados Unidos, un aumento del 14 % respecto al año anterior. A nivel mundial, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estima que se producen cerca de 150 choques por día, la mayoría durante despegues o aterrizajes. En América Latina, se calcula que Brasil reporta más de 2.000 impactos anuales, mientras que en Colombia se han registrado cerca de 2.400 casos en los últimos cinco años.
¿Qué ocurre durante un impacto con aves?
El llamado bird strike —como se conoce en la industria aeronáutica— ocurre generalmente cuando las aves atraviesan la trayectoria de una aeronave a baja altitud. El 90 % de los casos suceden cerca de los aeropuertos, donde los aviones de Avianca y otras aerolíneas realizan maniobras críticas.
El efecto depende del tamaño del ave, la velocidad del avión y la zona del impacto. Si una turbina resulta afectada, puede perder potencia o apagarse, aunque las aeronaves comerciales están diseñadas para seguir volando con un solo motor operativo. Desde 1988, los choques con aves han causado más de 260 muertes y 250 aeronaves destruidas en el mundo, según la OACI.
Cómo se previenen y qué medidas toma la industria
Los aeropuertos aplican estrategias de mitigación como explosiones sonoras, radares aviares y manejo de vegetación para alejar aves de las pistas. Los fabricantes, como Boeing y Airbus, realizan pruebas extremas en motores turbofán, lanzando pollos congelados para simular impactos reales.
El caso del vuelo de Avianca recuerda que, aunque estos incidentes suelen resolverse sin consecuencias graves, el riesgo persiste y obliga a la industria aérea a seguir perfeccionando sus protocolos de seguridad y control de fauna.
