Everton jugó su último partido de Premier League en Goodison Park este domingo, era que culminó con una victoria 2-0 frente a un Southampton ya descendido.
Este triunfo no solo brindó a los aficionados locales una despedida llena de alegría, sino que también cerró un capítulo de 133 años de historia de la Premier League en este emblemático estadio.
A lo largo de sus 133 años de historia ha sido testigo de los mejores y peores momentos de una entidad que lo construyó después de verse desterrado de su segundo estadio, Anfield, la actual casa del Liverpool, su máximo rival.
Es clave recordar que entre 1884 y 1892 el Everton disputó todos sus partidos como local en Anfield, a 900 metros de donde se encuentra actualmente Goodison Park. Sin embargo, después de una serie de conflictos por el alquiler del estadio entre la junta de los ‘Toffees’ y John Houlding, propietario mayoritario de Anfield, el club azul fue expulsado, viéndose obligado a encontrar una nueva casa.
Las directivas del club han dicho que el mítico estadio se convertirá en el nuevo hogar del Everton femenino. Con esta decisión, el club ‘Toffee’ se asegura la continuidad de un estadio que ha sido una parte fundamental de su historia.
De Goodison Park a la nueva casa del Everton
El Everton tambipen anunció que su nuevo estadio se llamará Hill Dickinson Stadium, pues dejarán Goodison Park al final de la temporada para mudarse a un nuevo estadio en Bramley-Moore Dock.
El nuevo terreno estará patrocinado por Hill Dickinson, una firma de abogados comerciales fundada en 1910. Será un símbolo de las ambiciones del Everton.
Craig Scott, director ejecutivo de Hill Dickinson, añadió: «Poner nuestro nombre al nuevo estadio del Everton es una oportunidad única. Creemos firmemente en lo que representa este proyecto: una visión audaz y transformadora para el Liverpool y su futuro».