La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ordenó el cierre inmediato del reconocido establecimiento Andrés Carne de Res en Chía y Andrés D.C en Bogotá, tras detectar graves fallas en las instalaciones eléctricas y de gas que representan un riesgo inminente para la vida y seguridad de trabajadores y visitantes. La medida, de carácter preventivo, busca evitar posibles accidentes derivados de deficiencias técnicas que podrían causar incendios, explosiones o intoxicaciones.
De acuerdo con la autoridad, durante las visitas de inspección realizadas los días 10 y 11 de septiembre de 2025, se encontraron múltiples irregularidades que incumplen los reglamentos técnicos de electricidad y de gas combustible. Entre los hallazgos más preocupantes se identificaron conductores eléctricos expuestos a daños físicos, ausencia de tableros y protección contra cortocircuitos, falta de ventilación en zonas de gas, uniones sin protección anticorrosiva y carencia de dispositivos de seguridad exigidos por la norma.
“Estas condiciones constituyen un alto riesgo de incendio, explosión o intoxicación”, señaló la Superintendencia en su comunicado oficial. Por esa razón, ordenó la suspensión total de actividades en los locales afectados, lo que incluye la prestación de servicios de restaurante, bar, bailadero, preparación y venta de alimentos y bebidas, así como la realización de espectáculos o eventos.
SIC ordena cierre temporal de Andrés Carne de Res y Andrés D.C.
El informe técnico advierte que los sistemas eléctricos y de gas presentan deficiencias críticas que comprometen tanto la seguridad de los clientes como la del personal laboral en los establecimientos. Estas fallas según las SIC, violan las disposiciones del Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (Retie) y el Reglamento Técnico de Instalaciones Internas de Gas Combustible, los cuales establecen parámetros establecidos obligatorios para evitar accidentes en lugares de alta afluencia pública.
La inspección se llevó a cabo en las sedes ubicadas en la Calle 3 No. 11A–56 de Chía (Cundinamarca) y en la Calle 82 No. 12–15/21 de Bogotá, que comprenden varios locales y terrazas. La medida afecta directamente las operaciones en el Área Metropolitana de Bogotá y no se extiende por ahora, a otras franquicias de la marca
Qué debe hacer la empresa
La compañía INMACULADA GUADALUPE Y AMIGOS S.A.S., propietaria de los restaurantes, deberá realizar las correcciones técnicas necesarias para subsanar las deficiencias señaladas y aportar pruebas que demuestren el cumplimiento de los reglamentos. Solo una vez la Superintendencia verifique que las condiciones de seguridad se restablecieron, podrá levantar la cláusula temporal y permitir la reapertura de los establecimientos.
“Las medidas buscan proteger los derechos básicos de los consumidores y colaboradores ante la existencia de condiciones de riesgo por instalaciones eléctricas y de gas inseguras”, enfatizó la entidad. La autoridad también recordó que el incumplimiento de estas órdenes podría acarrear sanciones de hasta 2.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes, según lo establecido en el artículo 61 del Estatuto del Consumidor.
Sedes no afectadas por la medida de la Superintendencia
Pese al impacto que supone el cierre temporal de dos establecimientos más emblemáticos, la decisión no afecta a las sedes ubicadas en la ciudad de Medellín, Santa Marta y Cartagena, las cuales seguirán operando con normalidad. No obstante, la SIC advirtió que los demás locales bajo la misma razón social podrían ser objeto de nuevas inspecciones para garantizar el cumplimiento de la normativa técnica.
Por ahora, los restaurantes afectados permanecerán cerrados hasta que sus propietarios demuestren ante la Superintendencia de Industria y Comercio que todas las fallas fueron corregidas y que los espacios son seguros para el público. Solo entonces podrían retomar sus actividades en Bogotá y en Chía, bajo la vigilancia de la autoridad competente.
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