¿Qué pasó en el 2018 en materia económica?

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Por: Munir Jalil – Economista y Jefe de Citi para la Región Andina

Al terminar el año es buen momento para preguntarse qué fue lo que sucedió en 2018 tanto en materia económica como en lo que tiene que ver con los precios de los activos.

El primer hecho sobresaliente es que la economía inició su proceso de recuperación y aunque hubo siempre diferencias entre los analistas, hoy se podría decir que el consenso espera que la actividad económica cierre el año mostrando un crecimiento entre el 2.5% y el 3%. Un hecho importante de este comportamiento, radica en que la sorpresa del proceso de crecimiento económico vino dada por una fuerte mejoría en el consumo, el cual se consolidó como el motor del crecimiento económico del presente año. No así, se observó el comportamiento de la inversión, que se convirtió en la gran sorpresa negativa, cuyo comportamiento ha estado muy por debajo de lo que se esperaba al comienzo del año. Dentro de este grupo, la dinámica observada en el sector de la construcción ha sido uno de los principales problemas pues no se esperaba que la recesión que actualmente vive ese sector fuese a ser de una magnitud tan importante y sostenida, independientemente de si hablamos del sector residencial o no-residencial.

Y aunque la recuperación ha sido una buena noticia, la pregunta que se mantiene radica en la velocidad que este proceso de recuperación mantendrá en lo que queda de este año y el siguiente. Los optimistas esperan que se dé una aceleración en el crecimiento económico producto de una buena recuperación en los indicadores de confianza tanto de consumidores como de inversionistas. Por otro lado, están los que ven que el crecimiento del año entrante puede mejorar con respecto al de este año, pero igual esa mejora estará restringida por los impactos que tendrá el proyecto de ley de financiamiento en el consumo.

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En materia de precios, la inflación se estabilizó y se acercó al 3%. Después de tener tres años sin cumplir la meta de inflación, el Banco de la República puede este año respirar tranquilo ya que la inflación cayó y se ubica muy cerca del 3% que es el punto medio de la meta de inflación impuesta por el banco central. Producto de los choques de oferta que sufrió la economía colombiana de forma consecutiva en 2016 y que hicieron que la inflación llegase a estar cerca al 9% en julio de ese año, se dio un proceso lento de convergencia en materia inflacionaria el cual se alcanzó este año. Retos hacia adelante en esta materia son el reciente incremento del tipo de cambio, el impacto de un incremento en el IVA en la canasta familiar propuesto en la ley de financiamiento y el potencial incremento que, por una sola vez, podría materializarse en el salario mínimo si el Congreso así lo dispone. De esta forma, el 2018 fue un año bueno en materia de inflación, aunque podría terminar siendo sólo un respiro si en 2019 se materializan los sesgos ya mencionados en materia de precios.

Entrando ya a los precios de los activos y comenzando por el precio del dólar, la mayor parte del año estuvo marcada por una muy baja volatilidad, aunque recientemente dicho comportamiento se haya revertido. Producto de unos precios del petróleo mejores a los esperados, el peso colombiano se mantuvo relativamente estable durante la mayor parte del año, convirtiéndose en algún momento en un activo refugio dentro la canasta de monedas regionales. Sin embargo, en los meses recientes dicho comportamiento se revirtió y el año terminará muy probablemente mostrando una depreciación del peso con respecto a la divisa norteamericana, algo muy en línea con lo que se ha observado en todas las monedas de la región.

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En materia de acciones el año estuvo marcado por una valorización que vino de la mano de la recuperación económica y de los buenos precios del petróleo. Así las cosas, tuvimos un comportamiento de la renta variable que empezó a incorporar los buenos resultados macroeconómicos, en especial afectando a aquellas compañías relacionadas con el consumo, al mismo tiempo que la buena dinámica de precios del crudo tuvo impactos positivos sobre las acciones del sector petrolero.

En retrospectiva, el 2018 termina como un buen año en materia económica para Colombia tanto en lo que respecta a actividad económica como a precios de los activos. Seguro que siempre se puede dar la discusión de qué se hubiese podido hacer para que los resultados fueran mejores, pero lo cierto es que después de tres años difíciles en materia de ajuste a la disminución de ingresos externos producto de la caída de los precios del petróleo, este año es el primero en el que vimos una pendiente positiva en las principales variables macroeconómicas y financieras. Sólo nos resta esperar que esta dinámica se mantenga e inclusive se acelere para el año entrante.

Esta publicación hace parte de la tercera edición de la Revista 360, lacual puede encontrar en el siguiente enlace: https://issuu.com/revista_360/docs/revista_360_edicion_3-2

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