Tras dos intentos fallidos, José Antonio Kast logró finalmente llegar a La Moneda. El abogado y dirigente del Partido Republicano ganó la Presidencia de Chile en la segunda vuelta electoral del domingo 14 de diciembre, consolidando el avance de la derecha más conservadora en el escenario político del país.
“La tercera es la vencida”, había dicho Kast durante su cierre de campaña en noviembre en Santiago, cuando aseguró que esta vez sí alcanzaría el triunfo electoral. Antes, había sido derrotado en las presidenciales de 2017 frente a Sebastián Piñera y en 2021 frente a Gabriel Boric. En esta ocasión, se impuso en el balotaje ante la candidata oficialista Jeannette Jara, del Partido Comunista.
José Antonio Kast, líder del Partido Republicano ganó la Presidencia y promete un giro conservador en Chile.
José Antonio Kast Rist tiene 59 años, nació el 18 de enero de 1966 en Santiago y es el menor de diez hermanos de una familia de ascendencia alemana. Su carrera política comenzó en la Universidad Católica de Chile, donde se vinculó al gremialismo y entabló relación con figuras clave de la derecha, entre ellas Jaime Guzmán, fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI). Kast militó durante dos décadas en ese partido, con el que fue elegido diputado en varias ocasiones.
En 2019 dio un giro en su trayectoria al fundar el Partido Republicano, desde donde consolidó un discurso más confrontacional y una agenda marcadamente conservadora. Analistas y expertos han señalado que su estilo y retórica guardan similitudes con liderazgos de derecha dura a nivel internacional, como los de Donald Trump en Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil.
Durante la campaña presidencial, Kast reforzó esa imagen. En uno de sus actos en Viña del Mar, pronunció un discurso protegido por un vidrio antibalas y rodeado de banderas chilenas, un formato que recordó a eventos del expresidente estadounidense, a quien felicitó públicamente por su victoria electoral en 2024. En ese mismo acto, anunció su intención de cerrar las fronteras y exigir la salida de personas que ingresaron de manera irregular al país.
La seguridad y el control migratorio fueron ejes centrales de su propuesta. Kast ha sostenido que Chile enfrenta una “emergencia de seguridad” y ha defendido medidas estrictas para enfrentar el crimen y la inmigración irregular. En campañas anteriores, incluso planteó la construcción de zanjas en la frontera norte como mecanismo de control.
En el plano valórico, su postura ha sido consistente: se opone al aborto, al matrimonio igualitario y a políticas de ampliación de derechos en materia de diversidad sexual. Su pasado político también ha generado controversia. En 1988 participó en la franja electoral del plebiscito que respaldaba la continuidad del régimen de Augusto Pinochet y, años después, afirmó que el exdictador habría votado por él de seguir con vida.
Ya como presidente electo, José Antonio Kast ha señalado que su Gobierno se apoyará en tres pilares: recuperar el orden y la autoridad, reimpulsar el crecimiento económico y el empleo, y fortalecer la libertad y la justicia. Con ese programa, inicia un mandato que promete marcar un giro profundo en la conducción política de Chile.
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