En la últimas horas, la Justicia de Guatemala pidió la captura del embajador de Colombia en El Vaticano, Iván Velásquez, y la fiscal general, Luz Adriana Camargo.
Según explicaron las autoridades de ese país, ambos señlados habrían participado en escándalos de corrupción por el caso Odebrecht y ambos son exfuncionarios de la Comisión Intrnacional contra la Impunidad en Guatemala.
Los dos fueron acusados de los delitos de asociación ilícita, obstrucción de justicia, tráfico de influencias y colusión en el escándalo de Odebrecht.
Velásquez se pronunció rápidamente y dijo que la acción es una persecución orquestada por “la corrupta fiscal general guatemalteca y su fiscal (Rafael) Curruchiche”, ambos sancionados por Estados Unidos y la Unión Europea.
El excomisionado de la Cicig, Iván Velásquez, jugó un rol determinante en la lucha contra la corrupción en Guatemala, liderando investigaciones que sacudieron a las élites políticas del país. Su gestión al frente de la comisión incluyó el emblemático caso de la constructora brasileña Odebrecht, uno de los más sonados en América Latina. Gracias a su labor, se lograron desmantelar redes corruptas enquistadas en las instituciones estatales, lo que le valió reconocimiento internacional, pero también fuertes enemigos dentro del poder político guatemalteco.
Hoja de vida de Iván Velásquez
Iván Velásquez, actual embajador designado ante la Santa Sede, cuenta con una amplia trayectoria en el sector público colombiano, habiendo ocupado cargos clave en entidades como la Procuraduría General, el Consejo de Estado, la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia y la Cicig en Guatemala, donde lideró una destacada cruzada anticorrupción.
Su nombramiento como representante diplomático ante el Vaticano se produce en medio de unas relaciones bilaterales tradicionalmente sólidas entre Colombia y la Santa Sede, marcadas por profundos vínculos históricos, culturales y religiosos.
Es abogado penalista nacido en Medellín en 1955, ha desarrollado una destacada carrera en el sector público colombiano, en particular en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra estructuras criminales. Inició su trayectoria en los años ochenta como litigante y luego como Procurador Departamental de Antioquia, donde denunció abusos de organismos del Estado en medio del conflicto armado.
Su trabajo en la Corte lo llevó al centro de la controversia política, convirtiéndose en blanco de ataques del entonces presidente Álvaro Uribe y del DAS. A pesar de los señalamientos, que luego se demostraron infundados, Velásquez se consolidó como una figura reconocida en la lucha contra la corrupción.
Y ahora, la corrupta fiscal general guatemalteca y su fiscal Curruchiche -designados como corruptos y sancionados por EEUU y la UniónEuropea- extienden su persecución contra Luz Adriana Camargo y contra mí. Mi solidaridad con los exfuncionarios y tantos ciudadanos guatemaltecos a… https://t.co/dTJm0ZKnPD
— Iván Velásquez Gómez (@Ivan_Velasquez_) June 2, 2025
En 2013, fue nombrado por la ONU como jefe de la Cicig en Guatemala, desde donde dirigió investigaciones que desmantelaron redes de corrupción vinculadas al alto gobierno, incluyendo al expresidente Otto Pérez Molina y al presidente Jimmy Morales, lo que le valió el reconocimiento internacional, incluido el premio Right Livelihood en 2018.
Tras el cierre de la Cicig en 2019, Velásquez regresó a Colombia y se acercó al entonces candidato Gustavo Petro, con quien compartía una visión sobre la necesidad de una comisión anticorrupción similar en el país.
Tras la victoria de Petro, fue nombrado ministro de Defensa en 2022, con la misión de liderar una transformación institucional en las fuerzas armadas y avanzar en la propuesta de trasladar la Policía Nacional a un nuevo ministerio civil. Recientemente, fue designado embajador ante la Santa Sede, continuando así su labor en representación del Estado colombiano a nivel internacional.
