Replicar modelos exitosos de país

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Muchos debates se dan continuamente sobre izquierda y derecha, una miopía que mantiene en el péndulo de la muerte a nuestro país. Debemos ir más allá de esas dos corrientes y procurar por replicar lo mejor de cada modelo exitoso que ya está probado en el mundo.


Por: Andrés Felipe Gaviria – COO Grupo Gaviria Cano

Sí, tenemos avances indudables en los últimos 15 años, pero realmente no son los suficientes. De eso se trata, de exigirnos cada vez más y más. Como país debemos acosar por obtener lo mejor, por ser más equitativos, justos, eficientes y modernos. Las deudas históricas se tienen que saldar de manera tajante y definitiva, no podemos seguir viviendo a punta de marchas y promesas incumplidas. Necesitamos un país descentralizado, en mi preferencia con un modelo federal, pero, en definitiva, que sí ocupe todos los espacios del territorio nacional, pues sobra volver a citar lo que ya conocemos, sobre quiénes son los que ocupan esos vacíos institucionales. Hace falta fortalecer el Estado, crear confianza, tener una comunicación real y eficaz y premiar al buen
ciudadano.

Singapur, Nueva Zelanda, EE.UU., Japón y Suiza son países con claras diferencias en algunas políticas, pero que de cada uno se pueden rescatar cosas más que efectivas, suficientes e importantes. El favorable clima de negocios en Singapur es envidiable. Lee Kuan Yew dejó un legado en donde se remunera a los funcionarios del Estado con salarios iguales o mejores que los del sector privado (en Colombia estamos haciendo lo contrario), además de centrar como su prioridad la inversión en infraestructura para el desarrollo, así logró tener puertos y aeropuertos de talla mundial. Según el índice de competitividad del World Economic Forum, Singapur es la segunda economía más competitiva del mundo, justo por detrás de Suiza y por delante de EE.UU.

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En ocasiones se afirma que gobernar es difícil y más a un país como Colombia, pero me distancio bastante de esta sentencia, respecto a que defiendo lo que contiene el título de esta columna. Creo firmemente que la mejor manera de sacar adelante un país, sin importar ideologías, corrientes y otros factores exógenos, es copiar lo mejor de los mejores países en cada sector, sea el educativo, económico, infraestructura, seguridad, justicia, entre otros. Es imperante, en primer lugar, derogar tantos programas asistencialistas, procurar por crear proyectos que pongan a trabajar a la gente y que a las poblaciones menos favorecidas se les dé una mano por tiempo limitado, dando todas las garantías para que ingresen a la población económicamente activa y que aporta al desarrollo del país. Los subsidios deben ser mínimos y con vigencias claras, deben existir líneas de especialización económicas para nuestros principales sectores de exportación, pero que siempre garanticen una sostenibilidad y autonomía cercana.

Las alianzas público-privadas tienen que ser el motor de transformación y crecimiento a través de las grandes obras que un país necesita, y que claramente no pueden ser ejecutadas con la totalidad de recursos públicos. El Estado debe seguir migrando desde sectores que son netamente propicios para la empresa privada, y seguir en
sus tareas esenciales de garantizar justicia, seguridad, educación y soberanía. La apuesta debe ser firme por tener más y mejores aeropuertos, puertos, una red nacional férrea y que las ciudades capitales tengas sistemas de transporte decentes, eficientes y 100% públicos: metro, tranvías, cables y buses articulados.

Sobre el tema de seguridad todo está probado, el ciudadano debe sentir temor y respeto por las leyes y normas establecidas, además de tener esos mismos sentimientos hacia la autoridad, que es quien vela por hacerlos cumplir. La problemática carcelaria cada día es peor, en ese sentido necesitamos más y mejores cárceles. Nuestra Policía debe recibir mejores salarios y tener más protección, la consigna final debe ser que el ciudadano de bien se sienta protegido y con garantías, y que quienes violan las leyes y afectan a terceros, sepan y entiendan que todo el peso de la ley les caerá. Si queremos ser uno de los mejores países, empecemos a actuar como lo hacen ellos, de lo contrario, seguiremos en un lodo sin progresar.

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Esta publicación hace parte de la tercera edición de la Revista 360, la cual puede encontrar en el siguiente enlace: https://issuu.com/revista_360/docs/revista_360_edicion_3-2

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