¿Usted cree que podría volver a ocurrir una situación similar a la que se dio a comienzos del siglo 20?
Por: Redacción 360 Radio
Si no se hubiera dado la separación de lo que hoy se conoce como la República de Panamá, quizá hoy este territorio que la conforma estuviera adherido como un departamento más de Colombia, como ocurrió en 1886, cuando se instauró la constitución de ese año y en donde se estableció que Panamá estaba sometido a la autoridad directa del Gobierno.
Lo cierto es que Panamá logró separarse de Colombia con la ayuda del Gobierno Estados Unidos en un proceso que tardó varias décadas, pues entre 1860 y 1903 se dieron diversas situaciones que llevaron al país norteamericano a hacerse con Panamá a cualquier precio, en cabeza de su presidente Teodoro Roosevelt.
En primer lugar, el general Pedro Alcántara Herrán le solicitó ayuda a Estados Unidos para salvar al gobierno colombiano del ataque del jefe de los liberales Tomás Cipriano de Mosquera en 1860; en segunda instancia, Rafael Núñez pidió auxilio a esa misma nación para ganar la guerra contra los liberales en 1895; y por último, 10 años después, en 1895, intervinieron los ‘marines’ del país norteamericano en Panamá a favor del gobierno de la Regeneración (liderado por Núñez), en tanto que el hijo del presidente José Manuel Marroquín, en su nombre, se comprometió a entregar el canal a cambio de ayuda para derrotar al general liberal Benjamín Herrera, quien se proyectaba para ganar la guerra en Panamá.
En tal sentido, a principios de 1903 se firmó el tratado Herrán-Hay (ministro colombiano Tomás Herrán y secretario de Estado de EE.UU. John Hay) con el fin de construir un canal por Panamá, hecho que sería un gran alivio para el grupo dominante panameño dedicado al comercio marítimo, pues le ayudaría a salir de todos sus problemas económicos.
Sin embargo, en Bogotá el Congreso pensaba distinto. Los ataques al tratado llegaron sin mucha demora, debido a que se esperaban mayores compensaciones económicas que los diez millones que ofrecía Estados Unidos y porque se lesionaba la soberanía colombiana en el istmo, pues el pacto hablaba de un arrendamiento por cien años renovables indefinidamente, por lo que este desacuerdo llevó a los panameños a tomar la decisión de separarse.
Ya con Panamá en manos de estadounidenses se logró el acuerdo Urrutia-Thompson para solucionar el conflicto entre Colombia y Estados Unidos por Panamá. En este sentido, el país sudamericano exigió que se incluyera una frase en la que se consagrara el pesar que debería sentir el país norteamericano. Así mismo, ese mismo país le dio una indemnización de 25 millones de dólares al gobierno colombiano.
Se puede decir ese fue el precio que Estados Unidos le pagó a Colombia por Panamá y su canal por medio de ese tratado que se firmó en abril de 1914.
Ahora, ¿por qué el Gobierno colombiano no se opuso de manera contundente en cuanto a dicha separación? El columnista y magíster en estudios humanísticos David Santos Gómez, explicó que Colombia era un “Estado incapaz a pesar de ser centralista y de luchar fuertemente contra el concepto federalista de encontrar la forma de poder suplir las necesidades de los territorios que estaban alejados de los departamentos centrales del país”.
Y es que así como se daba en territorios de los llanos, amazónicos o del sur, cercanos a Ecuador y también cercanos al norte y a Venezuela ese desconocimiento de lo que pasaba allá, y al mismo tiempo esa falta de interés y trabajo por lo que ocurría en los territorios periféricos, hizo que el Gobierno colombiano no le pusiera mucha atención a lo que sería después la separación del istmo, según detalló Santos Gómez en declaraciones a 360 Radio.
Finalmente, cabe recordar lo que alguna vez dijo José Manuel Marroquín, presidente de Colombia entre 1900 y 1904 cuando le preguntaron por su responsabilidad en la separación, a lo que respondió: “decir lo que muy pocos estadistas: recibí un país y le devolví dos al mundo”.