Sectores de entretenimiento y gastronómicos en jaque

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Quisiera profundamente equivocarme en cada una de las líneas de esta columna y que el tiempo me diga que fui precipitado o que tomé a la ligera la situación tan lamentable que estamos viviendo en el mundo entero por culpa de China…


Por: Andrés Felipe Gaviria

Pareciera que algunas personas no han dimensionado que realmente estamos cerrando un capítulo de nuestras vidas, el cual dejaremos atrás y que al paso que van las cosas, todo lo que hacíamos a diario antes del confinamiento será solo un lindo recuerdo.

La única manera para revertir esta situación y hacer que todo vuelva a la normalidad, es que se descubra una vacuna contra el Covid-19 y que esta se le pueda proporcionar a todos los habitantes del planeta tierra, pero según los cálculos más optimistas y conservadores esto solo se haría realidad hasta dentro de dos años…

Una de mis críticas permanentes a las decisiones adoptadas por el Gobierno Nacional durante esta cuarentena, ha sido que se ha volcado ‘como pollo sin cabeza’ a repartir dineros, extenderlos y dar muchos más subsidios a los estratos 1 y 2, incluso al 3.

Sin embargo, el Gobierno parece olvidar que estas poblaciones han estado subsidiadas desde tiempos inmemorables y cuentan con una cantidad de programas asistencialistas y subvenciones lo suficientemente fuertes y solidarias.

Por su parte, los estratos 4, 5 y 6 han quedado a la deriva, con la única sugerencia de que se endeuden con los bancos; se han olvidado que en estos estratos no solamente se crea riqueza, sino que se mueve una parte de la economía fundamental que origina miles y miles de empleos en este país.

Es en los estratos 4, 5 y 6 es en donde nacen y están los mayores emprendimientos, pero sobre todo, la mayor voluntad empresarial de todo Colombia, pero estas apreciaciones serán tema de otra columna.

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Hoy estoy hablando de que realmente se nos acabaron los conciertos, las conferencias, los foros, la rumba, el ir a tomar un trago a un bar, la ida a los clubes sociales, las congregaciones religiosas, los gimnasios, los restaurantes, etc.

Mejor dicho, llegó el momento de decirle adiós a los lugares y a cualquier tipo de espectáculo público que antes nos daba momentos de felicidad, esparcimiento y diversión, los cuales hoy ya no los tenemos.

Lo peor es que creo que se van a demorar una buena cantidad de tiempo en regresar y que los volvamos a disfrutar.

En los cines, por ejemplo, claramente hay un llamado obligatorio a la reinvención para ellos; les tocará volver al pasado, con proyecciones en estacionamientos públicos en donde cada una de las personas esté en su vehículo.

A los gimnasios les tocará dedicarse a las atenciones virtuales, a los restaurantes a los domicilios y así sucesivamente.

Hoy toda la industria del entretenimiento en general, del ocio y la gastronomía está metida en un congelador que no tiene fecha de apertura.

Eso sin contar los eventos deportivos; nos falta mucho tiempo para volver a ver un Tour de Francia, el Giro de Italia o la Vuelta a España.

De hecho, aunque faltan más de 2 años, hoy día está en aprietos la misma realización del mundial de Qatar 2022.

Además, ya hemos visto como la Eurocopa, la Champions League, las eliminatorias suramericanas al mundial, así como toda clase de eventos y celebraciones que eran tradicionales, en estos momentos se encuentran en veremos.

No hemos dimensionado cómo será este 24 y 31 de diciembre en un país tan folclórico como Colombia, o por lo menos, cómo podría ser ese último día del año que congrega a millones de personas en los lugares emblemáticos de cada una de las principales ciudades del mundo.

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Desde quienes reúnen en el popular Time Squered de New York, en la Torre Eiffel de París, en el Arco del Triunfo en Barcelona, en la Basílica de San Pedro en Ciudad del Vaticano, en el Panteón de Roma, en la Puerta de Brandeburgo en Alemania o en la Puerta del Sol en Madrid, hasta quienes se reúnen en el centro histórico de Cartagena, etc. ¡Eso se acabó!

O por lo menos esa será la realidad este año y da nostalgia que toda esta clase de eventos y lugares no serán posibles hasta dentro de mucho tiempo, en especial si tenemos en cuenta el estudio de Harvard que asegura que hasta 2022 se debe aplicar el distanciamiento social.

Otros sectores, quizás menos llamativos, también han sido fuertemente golpeados por esta pandemia.

Tal es el caso del turismo, los casinos o los hoteles efímeros por horas, además de las industrias que viven de esto, como son las empresas de licores, agencias de viajes, empresas de eventos, entre otras.

Acá solamente le cabe la culpa a alguien…sí, al gobierno chino y a la OMS, quienes han herido al mundo con una espada mortal.

Aunque han sabido aplicar una sucia y no convencional venganza en contra de occidente, lo cierto es que en la guerra a veces todo se vale.

Como sociedad y como humanidad no nos queda más alternativa que levantarnos de nuevo.

Solo así, quizás en algún momento podamos volver a esos lugares que nos alegraron la vida y hacer que esta crisis que nos tiene paralizados solo haga parte de un mal recuerdo.

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