Este contenido hace parte de nuestra quinta edición de 360 Revista.
La idea del secretario de Minas del departamento de Antioquia, Jorge Jaramillo Pereira, es montar un sistema de gestión ecominera para trabajar productividad ecológica y seguir impulsando estas prácticas que son compatibles con el medio ambiente, que también propenden por mejorar la calidad de vida de las personas.
360 Revista:
Este 2020 marcado por la pandemia producida por el covid-19 ha causado más de un millón de muertos en el mundo, pero también ha trastocado los planes de muchos y la economía se ha visto afectada. ¿Qué balance puede realizar de este año, y cómo desde su Secretaría se ha avanzado en temas que son su menester?
Jorge Jaramillo Pereira (J.J.P.:)
Lo más importante de este año fue haber sostenido el aparato productivo, especialmente el tema del oro. Colombia ha producido en promedio, los últimos tres años, 36 toneladas de oro; Antioquia, en ese mismo tiempo, ha producido 20 toneladas. La estructura de Antioquia se conforma de esta manera: de esas 20 toneladas, siete toneladas provienen de 7.000 personas, aportadas básicamente por dos empresas grandes, que son Gran Colombia Gold y Mineros S.A.; otras cuatro toneladas provienen de la mediana minería con 10.000 personas y otras nueve toneladas provienen de 43.000 mineros de subsistencia.
El 62,5 % de la producción de oro de Antioquia es de pequeña y mediana minería. ¿Qué significa eso para el departamento? De las seis empresas exportadoras más grandes de Antioquia, cinco son mineras de oro, y de los USD 4.800 millones que exporta el departamento USD 1.177 millones son de oro, es decir, hablamos de un activo muy importante para la economía antioqueña; en términos de empleo estamos hablando de 60.000 personas en la minería del oro, 43.000 de barequeros y de pequeña escala, 7.000 de gran minería y 10.000 de la mediana.
Este año, cuando se declaró la emergencia por cuenta de la pandemia y atención al covid-19, lo primero que hicimos fue hablar con los ministerios de Minas, de Salud y de Trabajo. ¿Cuál fue el plan que propusimos? La idea del Gobierno central era que todas las unidades mineras debían cerrar porque era muy difícil adaptar los protocolos de bioseguridad, casi que de forma inmediata para cualquier industria; lo que hicimos fue un pacto y les pedimos un tiempo de 20 días para montar los protocolos; con las empresas grandes hicimos un plan, y es que Antioquia tiene cinco proyectos de minería metálica. Zijin-Continental, que tenía en su momento 4.900 personas; Mineros S.A. tenía 2.500; Gran Colombia Gold 4.500; Gramalote unas 1.200 y AngloGold Ashanti, con el proyecto Minera de Cobre Quebradona, tenía más de 600.
Hablamos de proyectos con mucha mano de obra, les dijimos a los ministerios que la minería no debía parar, como primera condición, pues si una mina subterránea se deja de bombear esta se inunda y el activo se pierde; como segunda condición, si una mina se deja de ventilar se convierte en una bomba de tiempo y puede haber explosiones; y la tercera, a la mina hay que hacerle sostenimiento y fortificación para que no se caiga. La preocupación de los ministerios, sobre todo el de salud, era que no se tenían protocolos de bioseguridad; con la Secretaría de Salud de Antioquia hicimos una mesa de trabajo con estas cinco mineras y convenimos en que las empresas se redujeran su mano de obra al 20 % para no parar la operación, pero apenas adaptaran los protocolos de bioseguridad debían incorporar de nuevo al personal para lograr una producción parecida a lo que venía siendo antes de la pandemia. Y así lo hicieron, se adaptaron. Fue un buen ejemplo de cómo la industria minera y aurífera de Antioquia pudo adaptar estas condiciones de covid-19, incluso asesoramos a países como Perú y Chile.
Al final del año, la producción de oro, que es un activo refugio, y ha incrementado su precio en la pandemia nos mostrará la verdad. Cuando uno habla del oro se refiere a que lo que produzca ya está vendido, ya que tiene comercio ilimitado. De ahí la idea de nosotros de proteger que se siguiera produciendo la misma cantidad de oro para el departamento sobre todo durante esta crisis de pandemia, de tal manera que no hubiera mucha afectación en los pueblos de producción minera y del área de influencia. Eso fue un logro. En minería por cada empleo se generan dos en proveedores, y entre cinco y seis en la transformación.
360 Revista:
Una de las problemáticas de la minería es la parte que funciona de manera ilegal, no solo en Antioquia sino en el país; y también hablamos de la cantidad de heridos y muertos por el desplome de minas, que en su gran mayoría ocurren en minas precisamente ilegales. ¿Cómo desde su Secretaría se trabaja para afrontar esto?
J.J.P.:
El incremento del precio del oro ha traído como consecuencia el aumento de la extracción ilícita de minerales. Uno de los proyectos bandera de esta administración es la recuperación de 10.000 hectáreas degradadas no solo por minería sino por cultivos ilícitos de cocaína en el Bajo Cauca y en el Nordeste. Esto lo estamos haciendo con la Secretaría de Medio Ambiente a través de la Reforestadora Industrial de Antioquia (RIA), y también tenemos otros cooperantes, como el Gobierno Nacional a través de Zona Futuros, EPM, Corantioquia, es decir, unos aliados estratégicos para recuperar estas áreas.
En cuanto a la extracción ilícita, no solamente afecta la seguridad y el medio ambiente, sino también la economía. Es una actividad que no paga regalías, no paga impuestos, no paga seguridad social, no recupera los terrenos y se vuelve un flagelo de muy mala imagen. La Gobernación de Antioquia dentro de su plan futuro creó la Secretaría de Seguridad, y la competencia para la extracción ilícita está en cabeza de Unimil, y hay un proyecto de ley para castigar más este flagelo, pues la ley actual no tiene mucha fuerza para actuar sobre lo que sucede; se hacen operativos, pero sí se requiere que, a través de un proyecto de ley que cursa en el Congreso, tener más fuerza para el control de esta actividad que causa muchos daños.
360:
¿Cómo la Secretaría de Antioquia contribuirá a la reactivación económica del departamento y por qué no del país para el año 2021?, ¿qué estrategias han pensado?
J.J.P.:
Antioquia se formó alrededor de la minería, especialmente la del oro. El departamento también tiene otros minerales muy importantes. Para el año 2021, esperamos que se inaugure la planta de cementos Cemex, en Maceo. Es un proyecto con prácticas ecomineras, también el proyecto de la cementera del Grupo Corona. Igualmente, esperamos que inicie construcción y montaje el proyecto de Gramalote en San Roque, que va a ser la mina de oro a cielo abierto más grande de Colombia y va a producir entre 400.000 y 450.000 onzas por año.
Pensamos jugarle muy fuerte a la formalización de la actividad minera buscando economías de escala. Aprovechar la bonanza para que se incremente la productividad, especialmente el sector de pequeña minería; vamos a trabajar con el Centro Minero Ambiental de El Bagre, actualmente tiene 2.300 estudiantes, la idea es también montar un Ecocentro Minero Ambiental en Segovia y Remedios en compañía de los municipios, el SENA y de la empresa Gran Colombia Gold, que donó el lote al SENA. Entonces es trabajar entre todos, una alianza público-privada (APP) para construir estos centros que verdaderamente, en Colombia, en oro no existían.
Si no se desarrolla ecominería, en cinco años será muy difícil sacar un proyecto minero en Colombia por dos condiciones que tiene el país, muy diferentes al mundo. La primera es que Colombia tiene la segunda mayor biodiversidad del mundo y es rica en aguas, la segunda es que en el país llueve tres veces más que el promedio a nivel mundial. En el mundo llueve 1.008 milímetros según la FAO, y en Colombia 3.240 milímetros según el IDEAM. Esas condiciones hacen que tengamos que desarrollar una minería en busca de la excelencia.
Esperamos jugarle muy duro al tema del oro, incrementando la producción. También haremos una ecoferia (a finales de 2021), la primera de Antioquia y Colombia, en donde mostraremos cómo la minería sí es compatible con el medio ambiente y las prácticas actuales que se pueden desarrollar de manera sustentable en lo social, empresarial, técnico, ambiental y legal. Esperamos hacer mucha capacitación en prácticas ecomineras y también estamos en una mesa de trabajo con cementos para el cierre de la mina El Toro, ubicada entre Santa Bárbara y Abejorral, para ver si montamos un ecoparque; estamos realizando los estudios por ver cómo nos podemos articular.
También esperamos montar un sistema de gestión ecominera para trabajar la productividad ecológica. Hay dos minas, una de carbón y otra de oro, que tienen proyectos piloto de trabajar el 50 % de su energía con energías renovables, como, por ejemplo, la energía solar fotovoltaica con paneles solares. Queremos demostrar que la minería puede ser ecológica, compatible con el medio ambiente y que, además, es necesaria para mejorar nuestra calidad de vida.
Impulsamos prácticas ecomineras, y estamos apoyando una empresa que va a sacar papel piedra. El 80 % del papel es carbonato de calcio, eso nos ahorra muchos árboles, el papel se puede mojar y no se pone amarillo; lo más importante es que se puede reciclar. Se puede utilizar todo el año, al final se recoge, se recicla y se puede volver a usar, es decir, queremos demostrar que estamos ante un gobernador muy comprometido con la ecología. Tenemos la alianza Unidos por el Planeta, es la apuesta de la Gobernación y queremos impulsar este tipo de iniciativas, que además el medio ambiente nos lo reclama.