Nuestro editorial para este comienzo de semana trata un tema sumamente delicado, muy importante y demuestra la calidad de las elecciones presidenciales que estamos enfrentando.
Recientemente, se les preguntaba a los candidatos del Pacto Histórico, en el marco de un debate, por si había o no democracia en Colombia. Todos dijeron que no. Hay una coincidencia por parte de sectores de derecha, de izquierda, de centro, de alternativos en que hace parte de una narrativa peligrosa en donde un sector político pone en duda la transparencia de las próximas elecciones, en donde empieza a minar la confianza de los colombianos, en las instituciones de lo que ya está hecho y fuera de ello hacen algo perverso e irresponsable: dejar la carta que salva a uno de estos candidatos si pierde y dice que le robaron las elecciones, y convoca a protestas en la calle; pero si gana todo está bien, la democracia funcionó porque el candidato dirá: yo fui quien gané.
La actitud de cada uno de los candidatos del Pacto Histórico que han puesto su indicador en rojo ante esta pregunta merece un escrutinio general por parte de toda la comunidad política, académica, científica, empresarial y la ciudadanía del común porque si estas personas creen que en Colombia no hay democracia, ¿por qué están aspirando a la Presidencia?, ¿cómo Gustavo Petro está liderando las encuestas si en Colombia no hay democracia?, ¿cómo tiene la libertad de presentarse en un debate en televisión nacional y aún así dicen que no hay democracia? Este grupo político se ha caracterizado por defender autocracias y dictaduras, no hay democracia en los países que ellos defienden: Nicaragua, Venezuela, China.
Ahora, como si nada pasara, dicen que en Colombia no hay democracia. Ese discurso es demasiado dañino, es demasiado tóxico y peligroso en estos momentos que el país está enfrentando. Además, es muy irresponsable sembrar lo que se está sembrando; Colombia tiene muchísimos defectos, una larga lista de imperfecciones pero si algo ha destacado el mundo para Colombia es la calidad de su democracia, como todas con vicios, imperfecciones, con corrupción, burocracia, clientelismo y con vicios tan grandes como el de votar en contra de o votar por descarte, y que se alteren los debates invitando a unos candidatos y a otros no. Eso se reconoce.
Lo que se está diciendo es que el presidente Iván Duque es un dictador, y si algo no tiene este mandatario es un talante de dictador porque ha sido demasiado benévolo, complaciente y amigo de sus enemigos, de quienes han incendiado el país cada vez que quieren con protestas, bloqueos y escándalos sin fundamento. Si Iván Duque fuera dictador no estaríamos ad portas de elecciones de Congreso ni de Presidencia, si fuera dictador hubiese hecho todos los esfuerzos para convocar a una reelección luego de una reforma constitucional, si fuera dictador Gustavo Petro estaría preso.
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Colombia es tan democrática y tan garantista, que Gustavo Petro aún en su momento perteneciendo a un grupo delincuencial y terrorista como fue el M-19, está libre haciendo campaña, fue alcalde de Bogotá y tiene las mayores posibilidades de ser presidente. Esa es la Colombia antidemocrática de la que habla el Pacto Histórico.
Desde este medio de comunicación rechazamos vehementemente estas declaraciones, y les pedimos a las personas que sean conscientes, que tomen mano de la experiencia propia, que no se dejen envenenar la cabeza por parte de un grupo político que está siendo supremamente irresponsable con el país.
Plantear ese debate amerita consecuencias muy grandes para un país. El índice de democracia de Colombia traduce todo lo contrario a lo que ellos han manifestado en ese debate y como colombianos, que cada uno tiene derecho a ejercer el voto siempre y cuando sea mayor de 18 años, tienen que defender ese derecho, Defenderlo porque precisamente las personas que aducen que en Colombia no hay democracia hoy buscan que cuando ellos se monten ahí no haya democracia, y ahí sí no tengamos por quién votar porque no podemos votar.
El colombiano promedio tiene que entender que esto es una amenaza latente al sistema democrático colombiano. Que esto es muy serio y preocupante porque no se pueden ir repartiendo semejantes aseveraciones en televisión nacional sin ninguna prueba. Ojalá reconozcan su error, lo enmienden y se retracten porque para nada es responsable teniendo en cuenta que son personas que aspiran a ser presidentes de un país como Colombia. Eso que hicieron debería dar para descalificarlos ahí sí autocráticamente, dictatorialmente la carrera por la Presidencia por irresponsables, por tóxicos y porque están pensando en su beneficio y no están pensando en los colombianos.