Si la movilidad es pésima, ¿por qué mantener la improvisada cicloruta de la carrera séptima?

Es absurdo lo que ocurre en Bogotá; ante la chambonada que la alcaldía de Claudia López hizo al meter un intento de ciclorruta, se le suman las sanciones a los que transiten por el carril preferencial.

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En las más recientes noticias que tienen que ver con movilidad en Bogotá, la alcaldía ha decidido endurecer las sanciones a los conductores que invadan el carril preferencial de transporte público.

El anuncio fue realizado por la secretaria de movilidad y estipula que, desde el 19 de mayo, todo vehículo que invada el carril preferencial en la carrera séptima será multado.

La pésima decisión de la alcaldía de Claudia López al meter un intento de ciclorruta, una ciclorruta chambona, una ciclorruta que se hizo hoy de un día para otro, quitándole un carril a la carrera séptima en el sentido norte-sur.

En donde las consecuencias han sido realmente nefastas, han sido muy negativas, y que se vendió populistamente, y hoy quienes la siguen defendiendo siguen diciendo que quienes buscan quitarla son los ricos que andan en los carros.

Este medio de comunicación hizo un ejercicio en los últimos días y recorrió ese corredor en varias ocasiones; evaluó quiénes transitan, quiénes transitan por esa vía, a ver si eran solamente los ricos que decían ellos o quiénes usan realmente la séptima, especialmente en ese costado.

Primero, hay que decir que la séptima por sí sola, aun sin ese intento de ciclorruta, es insuficiente para soportar y movilizar la demanda actual de tráfico. Es una vía que desde la época de la colonia se usa, pero que, a pesar de la suma importancia que tiene, es una de las más congestionadas por su insuficiencia.

Entonces, si ya es insuficiente, si ha demandado esta vía desde hace mucho tiempo unas intervenciones, la construcción de unos intercambios, y tampoco se ha sido capaz de avanzar en eso.

Además, si se le suma, a pesar de que reconocemos que la alcaldía de Carlos Fernando Galán es la única en los últimos 10 años que ha pavimentado realmente la calle de la Séptima, lo está haciendo en este momento y la está señalizando, aún la Séptima es un desastre.

La Séptima tiene andenes reventados, tiene calles reventadas, tiene desniveles muy peligrosos, tiene tapas hundidas y otras salidas, pero insistimos en que, en vez de haber diseñado una cicloruta con estándares internacionales en uno de los costados de la carrera de La Séptima, aparte del espacio de los peatones,

Simplemente construir y que no valga el detrimento de ningún modelo de movilidad. Los peatones puedan caminar, los ciclistas puedan rodar y los buses, vehículos, camiones, volquetas, ambulancias y busetas puedan también rodar por los carriles corrientes. Pero no.

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Viendo lo que ocurre en la séptima, especialmente en la subida, por ejemplo, a La Calera, es un desastre; una de las causas de las congestiones que hay es que la gente hace doble fila en todos los semáforos, incluso al frente de las autoridades de tránsito.

Pasa ahí en la Pepe Sierra, pasa en la subida, como a Rosales, al lado de la casa del embajador de Italia. … En fin, el tráfico de la séptima es un desastre y cuando a Claudia López le dio por meterlo de la cicloruta chambona, entonces se ideó un sistema para decir que solamente los buses podían transitar por la derecha y que el vehículo que se metiera ahí, pues lo iban a multar.

Una medida tan pésima, tan perversa, una medida no pensada, que entonces los vehículos particulares o de servicio público, ¿cómo iban, primero, a descargar o a recoger personas? Segundo, ¿cómo iban los vehículos a tomar un giro a la derecha cuando tenían que hacerlo? Si no se podían meter a ese carril so pena de una fotomulta.

Que a muchos les llegaron fotomultas simplemente al intentar un giro. Eso sí, los buses, que hoy en día lo siguen haciendo, si se meten por la izquierda, por la derecha, zigzaguean, se adelantan con total impunidad.

Entonces, todo ese desorden tiene un arreglo y no era ese proyecto que afortunadamente se cayó de Claudia López del Corredor Verde de la séptima, un corredor absolutamente disfuncional.

La Séptima lo que necesita es la construcción, primero que todo, de unos intercambios viales en varios puntos de su recorrido para evacuar tráfico; es evidente que la gente con solo estar en la Séptima se da cuenta de que es necesario. Necesita construir una real cicloruta y no una improvisación.

Una cicloruta exclusiva para bicicletas, no para motos, una cicloruta que no empiece en cualquier tramo y que termine en cualquier otro tramo, volviéndose un factor de accidentalidad vial gigantesco.

Si hablamos de los intercambios viales puntualmente, que nosotros consideramos que se necesitan, muy sencillo:

Primero, es necesario rehabilitar los pasos del Parque Nacional, que tienen a muchas personas perjudicadas para cruzar la séptima estatua entre la calle 39 y la calle 36. Hoy no hay cómo pasar la séptima.

Creemos que un intercambio vial muy necesario es el de la calle 72 con carrera séptima. Otro intercambio necesario donde la gente siempre hace doble fila es en la calle 77 con carrera séptima, donde la gente hace doble fila. Ahí es imperativo el intercambio vial.

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Otro intercambio vial necesario es el de la calle 84A, que conecte con la subida hacia la avenida Circunvalar y La Calera, y otro intercambio ya absolutamente necesario es el del Museo del Chico, que es la calle 92 para conectar la avenida Circunvalar.

Porque lo que está pasando en el sentido norte-sur es que, cuando los carros llegan a la chambonada de cicloruta cerca de la 100, en la calle séptima, simplemente empieza el trancón más infinito de todos.

Quedan dos carriles en los que siempre hay un bus; normalmente hay un accidente y así se hace una doble fila para ir a coger la circunvalar. Entonces, no usa la séptima, como dijo Claudia López, las personas ricas y quieren levantar la cicloruta. No.

Acá en ningún momento se está hablando de que se le quite la cicloruta a los ciclistas, valga la redundancia; es de que se construya una, de que se adecue una en el costado oriental. Porque hay más espacio allí para hacerlo, más espacio para construirlo.

Segundo, por esa vía transitan ambulancias que pudimos constatar; se quedan atascadas con personas enfermas, a punto de morirse, de su casa al hospital, porque es imposible transitar.

Hemos visto cómo carros sin valor comercial, como carros con alarmas o luces comerciales, se movilizan por allí: buses de transporte escolar, busetas, transporte de alimentos, funerarias, personas con discapacidad.

No hay un requisito, no hay un peaje para entrar a la séptima donde, si usted es rico, no puede circular.

Bogotá, que afortunadamente está haciendo muchas obras que antes no hacía; el alcalde Galán debería analizar y considerar esta situación e intervenir la Séptima lo más urgentemente posible.

Como también debería tratar de hacerlo en algunas intersecciones de la calle 26, y arreglar los andenes de la séptima y arborizar la séptima, que en una parte la séptima no tiene ni un árbol, no tiene ni maleza.  A ver si ponen la séptima un poquito bonita y agradable. Iluminada y apta para un buen tránsito.

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