Sobre la policía en los partidos de fútbol, ¿deberían seguir prestando este servicio gratis?

El saliente ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que es necesario ir decreciendo el número de efectivos desplegados en los partidos de fútbol con el pasar de los próximos años; la Dimayor se opone a esta decisión.

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El fútbol es un espectáculo de carácter privado que trae solamente beneficios económicos a privados, pero que a través de todos los años ha usufructuado ese beneficio o ha gozado ese beneficio de contar con la Policía Nacional y centenares, en algunos casos miles, de efectivos en los dispositivos que se organizan para los partidos de fútbol profesional.

En una reciente decisión del Consejo de Estado se moduló o se reguló sobre este particular y para muchos lo que dijo esta decisión es que,pues, la seguridad tiene que ser brindada, prestada por cuerpos privados de seguridad, no por el Estado colombiano.

Y es que en la práctica se están desatendiendo muchas necesidades de seguridad ciudadana en las fechas de estos partidos por cuenta de que el número de efectivos está desplegado en estas instalaciones. La Dimayor se defiende diciendo  que esto es entretenimiento para todo el país y que el fútbol es de interés nacional.

Con respeto, pero con contundencia le decimos al doctor Jaramillo que está equivocado, porque no a todo el país, por más que parezca, le importa el fútbol colombiano, ni la gente vive del fútbol colombiano, y los únicos que se benefician de ese rendimiento del fútbol colombiano son los que están metidos en el negocio del fútbol colombiano.

Entonces, ¿por qué tiene que desatender lo constitucional y lo primario, como la seguridad ciudadana, por estar cuidando un partido de fútbol?

En un país ideal que no es Colombia, donde la gente civilizada va afuera de los estadios, no habría que tener dispositivos casi de guerra para evitar que la gente se mate por una camisa de un equipo o por un resultado que no les gusta.

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Y sin entrar en temas sociológicos y culturales, está muy claro que el fútbol ha dejado unos saldos realmente negativos en el historial de seguridad del país, nada más de manera reciente, pues veíamos primero cómo intentaron agredir al presidente de la Dimayor en el estadio Atanasio Girardot a su ingreso , cómo la final entre América y Nacional tuvo que suspenderse por cuenta de proyectiles de pólvora que fueron lanzados hacia los policías y cómo engrosan lamentablemente las listas de muertos muchísimos hinchas o personas que estaban asistiendo a un encuentro de fútbol, sin hablar de los heridos.

Entonces hay una responsabilidad por parte de quienes organizan esto y de quienes participan en ello en materia de seguridad absolutamente y no se pueden desprender de ella y mucho menos teniendo coste cero en este aspecto.

Si ellos creen que la policía es la fuerza correcta y necesaria para acompañar el fútbol colombiano, pues bien, estaría  que le paguen al Estado colombiano con recursos que vayan destinados única y exclusivamente para la policía por prestar dicho servicio y que tampoco se haga ni siquiera  en ese caso con los números con que actualmente se hace.

Presidente de Dimayor dice que no hay la capacidad, ni la experiencia, ni la fortaleza para que una empresa de seguridad privada asuma el control y la vigilancia en estos espectáculos; quizá podríamos ver el ejemplo de fútbol español: hay algunos efectivos de la policía, pero en su mayoría la vigilancia está a cargo de empresas privadas que son contratadas por los clubes.

Entonces, sin el ánimo de buscar un punto medio de manera tibia, sí podríamos decir que la mejor solución salomónica, si se quiere, es que los clubes paguen.

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Hace poco recordemos que Daniel Quintero, cuando fue alcalde, tuvo una polémica con Nacional por eso en medio de su crisis, cuando la tuvo con los barristas, que los clubes le paguen a la policía por tener unos efectivos desplegados, que paguen a una empresa de seguridad privada, que sea una fuerza mixta la que acompaña estos eventos y en esa medida, pues, se podrá lograr algo más de equidad y justicia para semejante despliegue que se hace.

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