La salud mental en Colombia se encuentra en un estado crítico, y una reciente investigación titulada «Trastorno de un estado sin dinero», llevada a cabo por la Unidad de Investigación Periodística (UIP) del Politécnico Grancolombiano, ha puesto de manifiesto la alarmante realidad que enfrentan los jóvenes del país.
Según los datos recopilados, 10.108 personas entre los 15 y 29 años se han suicidado en los últimos once años, con una tendencia creciente que no parece despertar la atención necesaria de las autoridades. Esta situación ha sido descrita como un grito silencioso por parte de instituciones como Medicina Legal, que alertan sobre la crisis que se ha agravado en años recientes.
Panorama general: La investigación revela que la pandemia de COVID-19 exacerbó los problemas de salud mental en la población juvenil. Un 37% de los adolescentes y jóvenes buscó atención en el sistema de salud durante este periodo crítico.
Sin embargo, esta crisis no es exclusiva de la pandemia; antes del brote, ya se reportaba un 34% de atención en salud mental entre 2018 y 2019. Entre enero de 2018 y septiembre de 2023, se atendieron 2’491.900 personas de entre 14 y 26 años por diagnósticos de trastornos mentales y del comportamiento, lo que subraya la magnitud de la crisis.
La alarmante crisis de salud mental en Colombia: Suicidio juvenil y falta de atención
A pesar de que en 2013 se promulgó la Ley 1616, que busca garantizar el derecho a la salud mental en Colombia, la aplicación de esta norma ha sido limitada debido a la escasez de inversión. Entre 2018 y 2023, el Ministerio de Salud asignó apenas 39 mil millones de pesos para la promoción de la salud mental, representando solo el 1% de su presupuesto total, cuando se recomienda que al menos un 5% sea destinado a esta área por organismos como la Organización Panamericana de la Salud.
Por qué es importante: Los datos muestran una mejora en la inversión en algunas regiones. En Bogotá, la asignación de recursos para salud mental aumentó de 7 mil millones de pesos en 2020 a 26 mil millones en 2023, mientras que en Antioquia pasó de 735 millones a mil millones de pesos en el mismo periodo. Sin embargo, las autoridades de varios departamentos han indicado que la principal limitación es la falta de camas hospitalarias y la escasez de recursos humanos, con solo 2,5 psiquiatras por cada 100.000 habitantes en el país.
La teleorientación se ha implementado como una de las estrategias para abordar la crisis de salud mental. La Línea Nacional (192 opción 4) recibió 42.927 llamadas entre abril de 2020 y septiembre de 2023, logrando una efectividad del 58,83% en las atenciones. Sin embargo, la línea ha estado inactiva durante 16 de los 40 meses desde su lanzamiento, lo que limita su efectividad como herramienta de ayuda. Actualmente, solo 21 de los 32 departamentos tienen líneas de apoyo en salud mental, y muchas de ellas no están operativas.
Detalles:
Es crucial reconocer que la salud mental no debe ser responsabilidad exclusiva del Ministerio de Salud. Las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, tienen un papel esencial en la promoción de la salud mental. A pesar de que su enfoque se centra en la educación, estas instituciones pueden establecer alianzas estratégicas con IPS, EPS y el Ministerio de Salud para abordar la crisis.
Además, es imperativo desarrollar sistemas de información interconectados que faciliten la coordinación y colaboración intersectorial, interinstitucional e interseccional. La falta de formación y capacitación en salud mental también debe ser abordada, ya que durante la pandemia, los protocolos fueron improvisados, revelando la necesidad urgente de fortalecer las estructuras y herramientas para brindar una atención eficaz y oportuna.
Lea también: Exportaciones de Colombia caen 2,5% en agosto 2024, totalizando US$3.845 millones FOB